¡Devuélveme mis plumones, Yibo! / 𝐅𝐢𝐧𝐚𝐥𝐢𝐳𝐚𝐝𝐚

Amarillo flor

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Yibo con un suspiro cerró su libro de actividades, se estiró ocasionando que su espalda tronara. Había pasado toda la mañana haciendo sus tareas en la misma posición que hasta podía jurar que le habían crecido raíces.

Un poco soñoliento se dirigió a la cocina por algo que comer, pues su estomago no paraba de rugir desde hace un rato. En cuanto abrió la nevera su celular comenzó a sonar en signo de que alguien lo llamaba; hizo una pequeña rabieta, tomó lo primero que vio en la nevera y corrió para contestarle a quien sea la persona que interrumpió su hora de merienda.

En cuanto acepto la llamada un regaño no se hizo esperar del otro lado de la línea.

-¡¿Por qué tardaste tanto en contestarme?! ¡ya iba a llamar hasta a la guardia Marina! -Habló su progenitora con algo de desespero en su tono, ocasionando que riera silenciosamente.

-Estaba buscando algo para comer. -informó mientras abría la lata de jugo que sacó.

-¡¿Cómo es eso que aún no has merendado?! -escuchó cómo del otro lado su madre aparentemente se levantó de golpe. -Si no estoy yo no eres capaz ni de comer.

-No mamá, sólo que estaba haciendo tareas. -contestó con cansancio, malditos profesores, ellos bien que se quejan de que tienen muchos trabajos que calificar y cuando él lo hace le dicen que es su obligación, malditos hipócritas.

-¿Y las estás haciendo bien? Ya sabes que si bajas de calificación ya no te daremos plumones para que le regales a tu novio. -amenazó Xing Fei a su querido hijo.

-Sabes que sí, regalarle plumones a Zhan me mantiene con vida. -sonrió al penar en aquel pálido, no esperaba para poder hacerlo su novio, aunque aún no es tiempo. -hablando de regalarle plumones a Zhan...

-Le diré a tu padre que te mande unos personalizados, ahora vete a merendar.

En cuanto su madre colgó la llamada, Yibo sonrió amaba demasiado a su madre, a pesar de fatale durante su infancia, ella desde lejos siempre le brindo el suficiente apoyo y amor.

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Zhan miraba la habitación, había terminado de ayudar a acomodar los muebles y decorar con ayuda de su madre, quien ahora se encontraba a su lado con una sonrisa.

-Quedó muy bonito, ¿Verdad? -asintió a lo dicho por la mayor. Paso uno de sus brazos por el hombro de ella y beso su cabeza.

-Te quiero mamá -pronunció con algo de tristeza.

-¿Sigues con eso? No, fue tu culpa, bebé, te llevaré con alguien para que dejes de andar con ese asunto. -murmuró Carman tomando entre sus delicadas manos el rostro de su hijo, le besó la frente y le sonrió, haciendo que Zhan también lo hiciera.

Entonces el timbré sonó, ambos familiares se miraron mutuamente, tal vez sea un vecino que quiera darles la bienvenida o algo.

Zhan curioso se acercó a la puerta, y en cuanto la abrió, un Yibo con una gran sonrisa lo recibió, Zhan también sonrió por la agradable sorpresa.

-¡BoBo! -gritó con emoción lazándose a los brazos del menor.

-Ya, Zhanie, tu mamá está aquí. -susurró juguetón Yibo ganándose un leve golpe en e pecho por parte de Zhan.

-Yibo, querido, aún no nos han presentado. -interrumpió la mujer acercándose a la pareja

 Zhan con un sonrojo presentó a Yibo ante su madre y viceversa.

-No tienes problema en que te diga "yerno" ¿verdad? -sonrió mirando al apuesto joven.

-¡Mamá! -gritó avergonzado tapándose el rostro con sus manos.

-¡Por supuesto que no!, al contrario, es un honor ser su yerno. -sonrió.

-¡Ay, Zhan! Cuidadito que no se te vaya a ir, quedan muy pocos como él . -las mejillas de Zhan volvieron a colorearse de un rojo intenso. -en fin, quédate, Yerno, preparé Naengmyeon. -sonrió una vez más para después dirigirse felizmente a la cocina.

-Perdón, ella es así. -dijo Zhan algo avergonzado.

-No te preocupes me agrada. -también sonrió 

Ambos se volvierón a abrazar, Zhan recargando su cabeza en el pecho de Yibo y este acariciando tiernamente el cabello del mayor. En eso, recordó la razón por la que estaba allí. 

-Zhange, te tengo una sorpresa. -dijo co una gran sonrisa adornado su rostro.

Yibo le pidió que se tapara los ojos así que lo hizo escucho que Yibo abrió una mochila, al parecer estaba tan metido en el cálido abrazo de su menor que no se dió cuenta que este traía aquel objeto.

Cuando escuchó la indicación del castaño de que podía ver retiro lentamente sus manos y abrió sus ojos, abriendo estos con asombro al ver el lindo empaque de plumones, ¡Tan hermoso! Y... esperen ¿a-acaso ese es su nombre?

Con la boca abierta del asombro tomó la caja y miró a Yibo, quién le sonrió devuelta, nuevamente miró la caja y sonrió en grande al ver el aparente nombre de aquellos plumones.

"Amarillo flor de campo con olor a lluvia de verano edición Zhan bonito"

¿Qué había hecho para merecer a Yibo?

-¿Te gusta? -preguntó tímidamente Yibo, esperaba que aquel color sea del agrado de su pálido amor.

-¡Me encantan! ¡Me encantas! -y nuevamente se lanzó a los brazos ajenos, esta vez con un tierno beso entre medio.

Carman miraba todo desde la cocina, con una gran  sonrisa admiraba el amor que su hijo le tenía a aquel castaño, se sentía tan tranquila ahora.

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