Ya casi eran las siete de la tarde y todos en aquel apartamento estaban a punto de tener un ataque de ansiedad, pues aquel chico amante de los plumones aún no daba ninguna señal de vida.
-Cálmate, Cheng. -habló Darren mientras trataba de quitarle el bote de helado. -¡Yibo, ayúdame!
El castaño soltó un suspiro ignorando la escena de sus amigos, pues estaban más concentrado en la puerta, el pobre parecía perro esperando a su dueño.
Entonces esta fue tocada haciendo que el trio de amigos casi corrieran para abrirla, y una vez que lo hicieron pudieron observar a Haikuan, quien se movió un poco para que se pudiera observar a un Zhan con la mirada baja algo avergonzado.
-¡Zhan, mi vida! -gritó Darren abrazando fuertemente al azabache mientras pequeñas lagrimas amenazaban salir de sus ojos.
-Él llegó a mi apartamento, dice que se sentía muy sofocado aquí, por lo que vine a decirles que no lo encierren o se les volverá a escapar. -informó Kuan mientras veía a los demás chicos casi llorar.
-Lo entendemos, Hai. -comenzó Yibo ahora siendo su turno de abrazar a Zhan, quien una vez estuvo en los brazos del castaño se acorrucó en su pecho. -¿Cómo te sientes, Zhanie? -preguntó al pálido, quien con los ojos cerrados hizo una sea que tenia sueño.
-¿Cómo que tienes sueño, hijo de tu santísima madre? ¡Dormiste todo el día en mi apartamento! -gruñó Kuan sacándole una risa a todos. -En fin, ya me voy, tengan bonita noche. -se despidió de un abrazo a todos, excepto a Cheng, quien le dio un pequeño pico en los labios.
-¿Me das un besito también? -preguntó Zhan haciendo labios de patito para Yibo, este rio para después adentrarse junto a los demás.
Una vez los cuatro dentro del apartamento decidieron darle su espacio a Zhan, quien internamente lo agradeció.
-Chicos, -llamó el pálido haciendo que los tres posaran su atención en él. -Lamento si los asuste, así que les traje un regalo.
-¿Los calzones de Haikuan? -preguntó con emoción Cheng mientras se acercaba dando pequeños saltitos al mayor.
-No, que asco, ¿pa' que quieres los calzones de Haikuan? Han de estar todos sudados. -arrugó su nariz.
-¿Y eso qué? Calzones son calzones.
-Mejor cállate, Wang. -dijo Yibo y después se dirigió hacia Zhan. -¿Qué es lo que trajiste, ZhanZhan?
-Bueno, primero que nada; decídete con los sobrenombres, Zhanie, ZhanZhan, Zhange. Soy el amor de tu vida, culo si no. -se cruzó de brazos haciendo que Yibo soltara una pequeña risa.
-Dejen de noviar y ya dinos que trajiste, Gege. -alegó Darren, la aura empalagosa de ambos -no- novios le incomodaba.
-Sí, deja de distraerme con tu hermosura, Yibo. -dijo Zhan pegándole en el brazo sin fuerza. -Bueno la cosa es que les traje unos ¡lindos plumones! -menciono con felicidad mientras sacaba dichos objetos de los bolsillos de su sudadera.
-Oh, están mejor los calzones de Haikuan. -puchereó Cheng cruzándose de brazos.
-Maldito mocoso caprichoso. -gruñó Zhan aventándole aquel plumón a la cara. -¡No gasté treinta dólares para que no quieres mi pinche plumón!
-Ya pues, -habló Darren tomando uno de los plumones que estaba ofreciendo Zhan. -se agradecido, Cheng, Zhan rara vez regala algo.
-No, pero si fuera Yibo lo llenaba de regalos. -se quejó mientras tomaba aquel objeto que le había lastimado su preciosísimo rostro.
-Ay, quejumbroso. -se burlo Yibo mientras miraba aquel plumón. -¿Cómo se llama?
-Rojo ritual del calzón para la pasión en año nuevo, edición de Madame Red.
-¡¿Black butler?! -gritó Cheng.
-¡Sí, weeey! -volvió a gritar Zhan con emoción.
-Genial, otro otaku. -pronunció con cansancio Darren seguido de un suspiro.
Por cierto hoy cumple años Xiao Zhan kwobjo me puse a llorar ese rato.
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¡Devuélveme mis plumones, Yibo! / 𝐅𝐢𝐧𝐚𝐥𝐢𝐳𝐚𝐝𝐚
Fanfiction🎀𝑨𝒅𝒂𝒑𝒕𝒂𝒄𝒊𝒐𝒏 𝑨𝒖𝒕𝒐𝒓𝒊𝒛𝒂𝒅𝒂 🎀𝑪𝒓𝒆𝒅𝒊𝒕𝒐𝒔 𝒂 hopelinewxrld 𝑿𝒊𝒂𝒐 𝒁𝒉𝒂𝒏, 𝒆𝒍 𝒕í𝒑𝒊𝒄𝒐 𝒎𝒐𝒓𝒓𝒐 𝒄𝒂𝒔𝒕𝒓𝒐𝒔𝒐 𝒅𝒆 𝒍𝒐𝒔 𝒑𝒍𝒖𝒎𝒐𝒏𝒆𝒔, 𝒔𝒊 𝒕𝒆 𝒂𝒕𝒓𝒆𝒗𝒆𝒔 𝒂 𝒑𝒆𝒓𝒅𝒆𝒓𝒍𝒆 𝒖𝒏𝒐 𝒅𝒆 𝒔𝒖𝒔 𝒑𝒐𝒅𝒆𝒓�...