Verde Cola

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HaiKuan miraba con su ceño fruncido a Zhan, quien se encontraba tranquilamente coloreando mándalas con sus poderosísimos plumones

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HaiKuan miraba con su ceño fruncido a Zhan, quien se encontraba tranquilamente coloreando mándalas con sus poderosísimos plumones.

Kuan hace poco se había enterado de la pelea que tuvieron Darren y Zhan, cosa que lo hizo enojarse mucho con su primo ya que, el pelinaranjo además de que era el mejor amigo del pálido también era el consejero personal del castaño de rizos.

-Todavía me cuesta creer lo que hiciste. -gruño sin apartar la vista del mayor, el cual lo miró confundido. -bien sabes de lo que hablo.

-No, no lo sé. -dijo comenzando a recoger sus cosas e irse, no se sentía con ganas de discutir.

El castaño soltó un suspiro cansado, a veces le molestaba la actitud del azabache, era tan.. impulsivo y desconsiderado.

Mientras en la casa de Yibo, ambos invasores comían como animales a la vez que la madre del castaño los miraba curiosa.

-Entonces, Cheng se encontró a ¿Darren? -preguntó tratando de confirmar si así se llamaba aquel chico ganándose un asentimiento por parte de su hijo -Okey, lo encontró en la calle semidesnudo y con apariencia de vagabundo, -la mujer comenzó a analizar todo eso. -Y como Cheng tuvo una pelea con sus pares decidió vivir aquí y traerlo a él también.

-Afirmativamente. -dijo Yibo esperando a que la mujer ya no hablara más al respecto y se fuera.

La señora Wang lo miró unos momentos y después posó su mirada en ambos chicos, quien tenían las mejillas llenas de la deliciosa comida que había preparado la mayor, le sonrió mientras que Darren hizo un ademán con su mano saludándola.

-Cario, ven. -el castaño se acercó hasta que la mayor pudiera susurrarle al oído. -Si intentan asaltarte me llamas. -Yibo soltó una leve risa y asintió, entonces la mayor dejo un beso en la mejilla de su pequeño y se despidió de las "visitas".

-¿Que te dijo? -preguntó Cheng en cuanto la señora Wang se fue de aquel apartamento.

-Queti. -ambos como si fueran pequeños niños (aunque prácticamente lo eran) se sacaron la lengua.

Darren los miró con una sonrisa nostálgica, a pesar de su erróneo comportamiento, extrañaba a Zhan, pues pasaron momentos lindos juntos, eran tan unidos, sería algo difícil de borrar.

Cheng volteó a mirar a Darren con un puchero, el aura deprimente del pelinaranjo lo hacía sentirse triste. 

La televisión fue encendida de repente asustando a los tres chicos, en ella se veía un comercial sobre plumones, bueno, un plumón en especial, anunciándolo con el nombre: "Verde algas marinas edición a olor de playa"

-Yo puedo ponerles mejores nombres, miren. -dijo con una sonrisa, Cheng tomando sin permiso la mochila de Darren y sacando los plumones, al mayor, dueño de aquellos objetos le comenzó a temblar el ojo derecho. -Este se va a llamar... -miró unos segundos al plumón amarillo.- Amarillo chingame la vista, pinche color chillón, me quedé ciego. -dijo arrugando su ceño, Yibo soltó una leve risa animando a que el menor siguiera con su mamada, ay wey, sonó bien feo. -Azul me lo cojo en el baúl. -sacó aquel plumón de dicho color, esta vez logrando hacer reír a ambos mayores. -Y finalmente, -sacó un plumón verde haciendo que Darren se pusiera incómodo -El verde me la muerde. -le guiño el ojo a ambos mayores haciéndoles reír nuevamente.

-En realidad ese se llama: Verde cola de sirena con olor a mar de chocolate. -le dijo arrebatándole aquel plumón.

-Le dije que hablaría hasta nuevo aviso, Gege. -gruño el menor comenzando a pegarle con uno de sus plumones y Darren trataba de protegerse con aquel plumón verde.

Pero lo más sorprendente de todo, es el hecho de que Yibo no parecía afectado por el nombramiento de los plumones, es más, hasta estaba sonriendo. Esto se pondrá interesante.

 Esto se pondrá interesante

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¡Devuélveme mis plumones, Yibo! / 𝐅𝐢𝐧𝐚𝐥𝐢𝐳𝐚𝐝𝐚Donde viven las historias. Descúbrelo ahora