Capítulo 19

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-Bueno, bueno, ¿a quién tenemos aquí? Si es mi adorable y preciosa hija Lena- Dijo con sarcasmo- ¿A qué se debe esta visita tan inesperada?

Me senté enfrente de ella. Asombrosamente, la cárcel no le envejecía tanto. Incluso diría que había hecho ejercicio. -Creo que sabes por qué he venido, ¿o es que aquí no veis las noticias?

-¿Las noticias? Yo al menos no les presto atención, son una pérdida de tiempo. Prefiero leer la verdad, ahora me estoy leyendo un libro muy interesante. Trata de una familia de villanos que crean un plan para robar en un laboratorio.

Se estaba riendo de mi, como de costumbre. -Bah, no merece ni la pena hablar contigo- Cuando hice ademan de levantarme, me cogió del brazo para pararme. Me volví a sentar. -Una persona ha robado en uno de mis laboratorios y robó mis ensayos. Unos ensayos bastantes importantes, pero no entenderá nada pues no sabrá descifrar el idioma en el que está escrito. Al despedirse me llamó "tante". -Cuando dije esa palabra, pude ver que Lilian abrió mucho los ojos y se quedó petrificada. -Y bueno, me extraña que alguien me llame "tita" sin saberlo. ¿Es que acaso tengo un sobrino del cual no sé (o sabía) de su existencia?

Lilian sonrió, pero no articuló palabra. Era una pérdida de tiempo asi que pude soltar mi brazo de su mano y me fui. Cogí mis pertenencias y, justo ates de poner un pie fuera escuché decir a Liliam "Verlierer". Hice como que no lo escuché y me fui. No quería volver a casa y menos a L-Corp, es por ello que puse rumbo a la playa, para estar tranquila. No avisé ni a Kara, pero sé que cuando se lo contara lo entendería. Llegué justo para ver el atardecer, desde la arena con los pies descalzos. Escuchando las olas romper y controlando mi respiración. No sé cuanto tiempo pasó, pero ya estaba bastante oscuro y hacía frio. Me fui al coche y le escribí un mensaje a Kara "Me he venido a la playa, necesitaba tranquilidad...¿te parece bien que nos veamos en tu casa? Llegaré como en unos 30 minutos"

Lo único que recuerdo es arrancar el coche, mucha luz y un golpe muy fuerte. Después... Una voz conocida y unos brazos musculosos. Y mucho sueño...

El secreto mejor guardadoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora