Capítulo 18

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Me desperté por un gran golpe que se escuchó. Al darme la vuelta, no vi a Lena y salí corriendo (enrollada en la sábana) pensando que había entrado alguien.

-¿Lena? ¿Qué ha pasado?- Dije algo asustada. Cuando miré bien, Lena estaba en la cocina preparando lo que parecían tortitas. 

-Lo siento... No quería despertarte, quería llevarte el desayuno a la cama- Dijo ruborizada e intentando esconder que se había quemado la mano con la sartén que se cayó.

Me acerqué despacito y le cogí de la mano. Estaba un poco roja, por lo que le puse un poco de agua para que se le calmara. Lena dirigió la mirada a un cajón del salón, y cuando lo abrí vi que tenía una pequeña farmacia. Cogí una venda y un poco de pomada.

-Te puede doler un poco, pero notarás un poco de alivio, ¿si?- Ella asintió. Le puse la crema con mucho cuidado- Entonces... ¿querías llevarme el desayuno a la cama?

-Eh...si... me apetecía desayunar en la cama tranquila pero está visto que soy una patosa- Dijo avergonzada- Siento haberte despertado, estabas tan bonita durmiendo- Al decir eso me puse algo nerviosa.

-Ya está, al menos déjate la venda unas horas para que nada te de y, por cierto...- Me acerqué a su oído como si alguien más pudiera escuchar lo que le iba a decir- Te quiero a ti de desayuno- Acto después le di un pequeño mordisco en el cuello y me fui a la habitación.

Lena no se lo pensó dos veces y me siguió. Me cogió de la muñeca y me empezó a besar. Pero como siempre, la mala suerte llama cuando va todo bien, en este caso desde el móvil de Lena. Le salió un gruñido y cogió el móvil.

-Lo siento Kara pero...

-Tranquila, de verdad.- Dije con la respiración algo entrecortada- Podemos quedar más tarde o...

-Por supuesto, me voy a pegar una ducha rápida y me voy, te llevo a CatCo, ¿si? Por las molestias- Dijo mirando el móvil.

-Está bien.- Dije mientras se metía en el baño. Por supuesto, me vestí en un abrir y cerrar de ojos y, volando, fui a la panadería que le gustaba y le pedí un buen surtido de dulces. Volví antes de que Lena saliera, y se los puse en la cama junto con un buen café y una notita "Espero que tengas un buen día" No pude detenerme a ver que cara ponía al ver los pasteles y la nota, pero sé que mínimo la sonrisa se la saqué.

Cuando llegué a CatCo, estaba todo muy tranquilo. Me puse con varias entrevistas, cogiendo noticias, etc. Una de las noticias me hizo mucha ilusión, pues se la habían hecho a varios alienígenas. En la noticia se hablaba de comercios solo de alienígenas por la desigualdad que había, por el mal trato que se les daba (sin generalizar) pero que gracias a Supergirl estaban mejorando las cosas. La gente confiaba más en ellos. No podía para de leer la noticia, me tenía totalmente enganchada hasta que con mi oído escuché lo que parecía una explosión a unas cuantas manzanas de allí. Acto seguido el móvil empezó a vibrar. Era Alex y necesitaba mi ayuda.

Cuando llegué al sitio, el edificio estaba en llamas, casi ni se veía. Los bomberos no daban a basto asi que les ayudé con mi aliento helado para que pudieran entrar y salvar a la gente que se había quedado encerrada. Pasados como treinta minutos, ya estaba todo controlado.

-Supergirl, muchas gracias.- Me dijo Alex.- Te hemos llamado por otra cosa. Creemos que esto lo ha hecho un alien, en concreto uno que se escapó de la cárcel subterránea.

-Pero... eso es imposible Alex. Esa cárcel está a prueba de todo.

-Lo sé, o al menos eso creíamos. Resulta que uno de los nuestros, que ya está encerrado, ayudó a que se escapara. Pero tranquila, Lex está encerrado y vigilado por los mejores.

El secreto mejor guardadoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora