ℂ𝕒𝕡í𝕥𝕦𝕝𝕠 𝟛

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Narra T/N

Mientras pensaba en Rin, debo admitir que me sentí intimidaba ante su presencia, después de todo aceptar en ir a tomar algo con él, no sería mala idea.

Sin darme cuenta, las horas de mi clase habían acabado, creo que el tiempo pasa volando cuando piensas en otra cosa...en este caso Rin.

Al final me había decidido en irme rápido a casa, sería muy extraño salir con tu profesor. Cuando salí del salón de clases, no me di cuenta y choqué con alguien, trate de pedir perdón y....

— T/N, ya estás lista? — Yo queriendo evitarlo y terminó chocando con él.

— S-i... creó — dude.

— ¿Por que crees? Pensé que habíamos quedado en algo — me miró serio.

— Losé, pasa qué....— empecé a tartamudearle— mi... papá pasa por mi

— Oh, entiendo, pero no hay problema, si quieres hablo con él y yo mismo tomo la responsabilidad en llevarte a casa, vale? — Si lo pones así Rin....realmente lo haces difícil.

— Si...esta bien, déjame marcarle — Tome distancia con Rin y decidí marcarle a papá, le comenté que saldría con la persona que me rescató aquella vez y que no se preocupara que el me dejaría en casa, papá aceptó dudosamente y que cualquier problema, que lo llame y yo acepte ante esto. — ya está, y bien a donde vamos?

— A mi casa — finalizó Rin.

Debo admitir que la última opción que tenía en mente sería en ir a su casa, pensé que iríamos a otro lado, sin embargo decidí seguirlo y pude notar como algunas personas nos quedaban mirando, mientras íbamos de salida al estacionamiento de la universidad. Bueno...es más que obvio que me ganaría ese tipo de miradas, estoy saliendo con mi profesor de literatura después de todo.

Con nerviosismo decidí subir a su auto, era muy lindo, se veía que era caro, si no fuera por papá que me enseñó sobre esto juraría que el tiene un Mercedes Benz.

— Es un Mercedes Benz, no?

— Bingo, no sabia que te gustaban — me regalo una sonrisa. Era un auto negra y las lunas eran polarizadas, era grande....el carro.

— Más que gustarme, fue algo que papá me enseñó — le devolví la sonrisa.

— Tu papá y tu, son muy unidos, verdad? — suspiró — espero ser así con mi hijo o hija

— oh....— mierda. — te seguro que serás un gran padre Rin — Finalize.

El camino era silencioso.

El ambiente se tornó un poco incómodo y decidí abrir la ventana, para poder sacar mi cabeza y que me de el viento en la cara. Rin me hizo una seña, diciéndome que ya habíamos llegado a su casa a lo cual yo obedecí rápidamente, para luego bajar del auto y esperarlo en la entrada, mientras él estacionaba el carro. Debo admitir que la casa era muy hermosa y grande, probablemente valga más que la mía, incluyendo mi vida.

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