Capítulo 12

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Un joven Desmond Styles llegó a la sala de reuniones de S&S. Su padre era copropietario de la empresa, pero en realidad su padre nunca estuvo muy envuelto en los temas de oficina, más se la pasaba con el señor Cox los fines de semana fuera. Su padre era más de las relaciones que estar sentado en el escritorio.

En realidad, a Desmond no le interesaba mucho seguir con el legado de su padre, no tenía ninguna intención de hacerse cargo de la empresa, pensaba vender su parte a la hija alfa de los Cox, Anne, cuando sea el momento.

Nunca había hablado mucho con ella, a pesar de tener la misma edad y que sus padres sean tan amigos. Él recuerda que cuando eran más jóvenes sus padres solían juntarlos a jugar y se divertían, sus madres hasta hacían bromas de emparejarlos cuando sean mayores.

Él jamás tuvo ningún problema con eso, siempre pensó que estaba bien amar a quien se ame, nunca pensó que se tendría que dividir el amor o categorizarlo por castas, si te enamorabas, estaba bien sea quien sea, sin importar la casta.

Siempre pensó que terminaría con Anne como pareja, se llevaban bien y era una buena mujer, sus padres eran amigos, sus madres querían emparejarlos, nunca vio por qué no, al menos hasta que lo conoció.

Stefan.

No sabía si de verdad existía el click, pero si es que existía, se sentía justo como él se sentía cada que estaba con Stefan, el omega más hermoso que había visto.

Era simplemente perfecto, pequeño y hermoso, con el cabello lacio y ojos verdes, era todo lo que lo hacía sentir vivo.

Lo había conocido de casualidad en una cafetería hace casi dos años, solo basto con cruzar miradas para que sintiera que su mundo se detenía, ese omega era todo lo que quería en su vida.

Desde hace un poco más de un año habían empezado una relación a escondidas, pues su papá no es que despreciara a los omegas, solo que prefería a los alfas, al igual que su madre. Por ello, decidió mantener su relación con el omega a escondidas.

Pero lo amaba tanto, no podía creer lo rápido y fácil que había caído por el pequeño omega, le llevaba unos años al omega pero ya estaba seguro que quería que fuera su compañero, quería que Stefan llevara su marca en su cuello y cargara a sus demás cachorros, ya tenían una hermosa alfa recién nacida, sabía que el omega quería lo mismo, solo estaban esperando el momento indicado para darle sus acciones de la empresa a Anne y escapar con Stefan. Todavía no podía marcarlo porque no pasaban mucho tiempo juntos, debido a su familia, pero ya lo quería.

Desmond llegó a la puerta de la presidencia de la empresa y entró sin llamar. Su padre estaba sentado junto al señor Cox en el pequeño living que tenían en la gran oficina.

– Padre, señor Cox, tengan un buen día. – dijo Des al mismo tiempo que se sentaba en el sillón de al frente. – ¿A qué se debe su llamado?

– ¿Cómo estas, cachorro? – dijo su padre. – Es bueno verte, siempre estas medio desaparecido.

Aquello asustó un poco a Desmond, no es que le tuviera miedo a su padre, siempre había sido un buen padre con él, al igual que el señor Cox, es solo que cualquier cosa que esté relacionada con Stefan le ponía los nervios de punta.

– Lo lamento, padre. He estado ocupado. – dijo con una sonrisa para aliviar la tensión que sentía que se estaba formando.

– Es entendible. – dijo el señor Cox. – Se suele estar ocupado al tener un cachorro con un omega, ¿verdad?

– Sí, no sabe lo difi-

Desmond abrió los ojos como platos y sintió como su alma salía de su cuerpo, empalideció a una manera increíble y comenzó a sentir miedo, mucho miedo.

El Click - Omegaverse L.SDonde viven las historias. Descúbrelo ahora