Harry desde pequeño había soñado con el amor, mejor dicho, con la idea del amor. Siempre había soñado que se iba a enamorar de alguna persona, iba a hacer todo por ella, le iba a poner una hermosa marca en su cuello e iban a tener muchos cachorros, iban a vivir en una casa grande pero hogareña, y les iba a dar a sus cachorros y a su pareja todo lo que pudiera y más.
Nunca le interesó mucho si la persona de la que se enamorara era omega, beta o alfa, nunca le interesó tampoco si tenía dinero o no, si estudiaba o solo trabajaba o simplemente no hacía nada; él siempre pensó que lo que más importaba era que tipo de persona era, la persona que se llevara su corazón tenía que hacerlo con su manera de ser, no importaba nada más, el resto lo resolverían luego.
Y tanto era el amor que le iba a tener a esa persona, que, en realidad, si su pareja no quisiera nada más que estar con él, no familia, no hogar, no nada, solo él, él lo cumpliría.
Y eso era lo que quería, al menos hasta que su madre le contó sobre el click.
¿Cómo aquella persona se iba a ganar su corazón con su forma de ser si ya estaba predestinado que se enamorarían? Que, aunque no quiera, se iba a enamorar perdidamente de esa persona.
Desde ese momento su pensamiento cambió.
Si él encontraba a su click, no iba a importar que clase de persona sea, se iba a terminar enamorando, y eso no le gustaba.
¿Cómo se puede amar sin conocer?
Pero, no lo malentiendan, seguía enamorado de la idea de estar enamorado, estaba enamorado de un amor que no existía todavía, había romantizado tanto la idea de enamorarse que, a veces, ya no le importaba nada más que encontrarlo, sea como sea.
Nunca había sido una persona de muchas parejas, nunca había estado en ninguna relación seria, si es que se podría llamar relación a lo que él tuvo con algunas personas. Entre omegas, betas y alfas. Un par de besos, un par de citas, pero nunca sintió nada más. Nunca tuvo el impulso de querer verlas, de saber cómo estaban o de más. Claro que siempre lo hacía de igual manera, por respeto y porque esa era clase de persona que era.
Con el tiempo pasando, ya no le importaba ni siquiera enamorarse de alguien que no conociera, solo quería enamorarse. Quería sentir su corazón acelerarse por un aroma, quería soñar con unos ojos, imaginarse su marca en el cuello de alguien al igual que sus cachorros, deseaba tanto el amor.
Y eso es algo que ciega, mucha gente dice "el amor es ciego" sin entender exactamente a que se refiere. No es referencia al físico, sino al tipo de persona que es. El amor, muchas veces, no te deja ver más allá, no te deja ver las señales, no te deja ver las banderas rojas que te dicen que te alejes, que no es un buen lugar para ti.
Y eso es exactamente lo que pasaba con Harry.
Por más que Louis de verdad este confundido, por más que Louis quiera, confusamente, a Harry, que sea su click; para Louis, ahora, su finalidad era utilizarlo. Louis quiere algo de él y no solo es su amor, Louis quiere, Louis necesita algo de él. Pero, sobre todo, Louis quiere vengarse y Harry le está abriendo la puerta que el omega necesita para eso.
Y es que Harry no notó como Louis lo estaba manipulando para que le diga lo que necesita, no notó como los ojos de Louis brillaban de interés, como brillaban con odio y repulsión cuando él comenzó a contarle de su familia, cuando el alfa le contó sobre su hermana mayor.
Después que Harry le abriera la puerta a Louis, el omega no lo desperdició. Se dirigieron a la habitación del más pequeño y Harry solo hablaba y hablaba. Le contó todo y respondía a sus preguntas.
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El Click - Omegaverse L.S
Hayran KurguHarry Styles es un alfa puro. Tan amable como guapo, siempre ha sido aquel alfa encantador. Él solo quiere enamorarse y vivir una hermosa historia de amor, a la cual llegan unos hermosos ojos azules que le comienzan a dar sentido. Louis Tomlinson es...