Capítulo 8

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Algunas veces, la vida se siente como si estuvieras en un vaso lleno de agua, ahogándote. Y, aunque sepas nadar, a veces solo quieres dejar de luchar, solo, dejar de intentar y dejarte ir.

Otras veces, si quieres luchar. Pero ese vaso se transforma en un laberinto, y, aunque luches por salir y cambies de dirección, solo te estancas frente a pasadizos sin salida, y te sientes acorralado, hasta que te das por vencido.

Porque a veces, aunque haya mil personas que te digan lo mucho que vales, personas que te aman y tú a ellas, personas que darían el mundo por verte sonreír, a veces no es suficiente si tú ya te dejaste ir.

Y cuando te dejas ir, ya nada importa porque tú no saldrás de ese pozo sin fondo a menos que tú decidas volver a luchar, a menos que tú decidas que vales lo suficiente como para intentarlo nuevamente.

Porque de eso se trata ese desafío a lo que le llaman vida.

Se trata de caer mil veces, querer ahogarte en ese vaso unas cuantas y chocar con mil paredes. Pero el truco, está en seguir intentándolo. Si te caes, levántate. Si sientes que te ahogas, empieza a nadar. Si te chocas con las paredes, rómpelas. Pero nunca te des por vencido.

Y eso es lo que hace Zayn cada que siente que volverá a caerse.

Cuando siente que ya no puede más, que la vida se siente demasiado para él y solo quiere dejarse ir, busca una manera de seguir luchando, de seguir siendo quien es, de seguir lo que empezó hace algunos años.

Y es que Zayn hace mucho tiempo empezó a ir por un mal camino.

El camino de las drogas.

La vida simplemente había sido muy injusta con el pequeño omega y él escogió el camino más fácil. El camino que lo haría olvidar, al menos por un momento, todo el dolor que se le acumulaba en su pecho.

¿Alguna vez has sentido tanta tristeza que crees que tu corazón se romperá en cualquier momento? ¿Tanto dolor que simplemente no puedes dejar de derramar lágrimas mientras te preguntas que hiciste para merecer tanto sufrimiento?

Porque así se sentía Zayn, al menos hasta que la droga le dio una salida.

La primera vez que probó esas sustancias tenía trece años, después de su primer celo.

Se había presentado como omega, cosa que ya era más que obvio, pero él tenía una remota esperanza de, al menos, ser un beta.

Y esa fue la gota que derramó el vaso.

Esa fue la gota que lo obligó a dejar de nadar y hundirse hasta lo más profundo.

Siguió consumiendo varias drogas hasta que un día, cuando ya tenía quince años, despertó en el cuarto de un hospital con Harry sosteniendo su mano, lleno de lágrimas diciéndole que si lo volvía a hacer, lo mataría.

Y es que, nunca te das cuenta donde estas hasta que tocas fondo.

Y él lo tocó de la peor manera.

Sobredosis de heroína.

Había empezado a consumirla unos meses antes de cumplir los quince años, y es que la cocaína ya no lo satisfacía como antes. Ya no lo dejaba olvidar. La heroína es una de las peores drogas que existe, pero aun sabiendo eso, Zayn lo hizo.

Según el psicólogo, fue una manera de intentar suicidarse, pero Zayn nunca lo había visto de esa manera, hasta que su psicólogo se lo planteó. Era una manera de matarse lentamente, era ponerle una fecha a su muerte.

Al principio pensó que solo era una exageración, estaba triste, sí. Pero eso no quería decir que quería morir.

Pero todos esos pensamientos se los llevó el viento cuando un par de semanas después volvió a consumir heroína. La misma droga que lo había llevado cerca de la muerte, estaba circulando por su sangre nuevamente, haciéndolo ver y escuchar cosas que quería olvidar.

El Click - Omegaverse L.SDonde viven las historias. Descúbrelo ahora