Capítulo 10

114 25 9
                                    

Stela Willians.


—¡¿Qué!?— Me pasé la mano por el cabello.—Esto no tiene sentido, mi padre murió por un paro cardíaco, lo que tengo es hereditario así que lo que dices no tiene sentido, además, ¿cómo se va a provocar un paro cardiaco? eso no tiene lógica.

Tom se levantó de la silla.—Sé que suena loco pero no heredaste la enfermedad de tu padre, cuando fuiste a consulta con el cardiólogo y te mandaron a la sala de espera para que el doctor hablara con tu madre no fue porque estabas empeorando, la razón fue porque asombrosamente tu corazón estaba muy sano.— Me senté en la cama, quería protestar diciéndole que estaba equivocado pero estaba muy confundida.

—¿Y qué fue lo que lo provocó entonces?

—La cosa a lo que tú le llamas sujeto de la luz.— Levanté la mirada y fruncí el ceño.

—Pero, ¿cómo lo provocó?

—Primero relájate.— Me acomodé mejor en la cama y mi mirada volvió a el que estaba parado.

—El tiene una condición que cuándo   se quiere acercar a un humano inconscientemente causa daños físicos como mentales en un cuerpo, en estos momentos era para que tuvieras un fuerte daño en el corazón pero por alguna razón no fue así.— Sentí la bilis subir por mi garganta y salí corriendo al baño.

Salí del baño y me volví a sentar en la cama.—¿Entonces el es malo?

—Te cayó mal la noticia, es mejor seguir mañana.— Dijo con seguridad.

—¡No!, ¡quiero saber qué pasa!— Vi como Tom se acercaba.

—Estás muy alterada, mañana seguimos hablando.— Negué y me quise levantar de la cama pero hizo un movimiento con los dedos y en un parpadeo ya estaba acostada y con la manta enzima de mi arropándome.

—No me gusta hacer esto pero necesito que duermas.— Con solo decir "Duerme" caí rendida al sueño.

                              
                                 (...)

Ya eran las 6:00 am, me levanté para ir hasta al baño, estando allí me lavé la cara y cepille mis dientes, me dirigí a mi habitación para colocarme el uniforme del instituto, mi madre no estaba en casa, había salido para un viaje de dos días y justo hoy llegaba, al terminar de vestirme agarré mis cosas y salí de allí, mientras caminaba iba pensando: ¿El sujeto de la luz es malo?, ¿cómo que lo del paro cardiaco fue provocado?, eso no tiene nada de sentido.

Las clases pasaron como siempre, lentas y una más que otras un tanto interesantes, Les estaba conmigo y aveces se iba a hablar con otras personas, yo nada más caminaba por los pasillos metida en mis pensamientos que no me doy cuenta que me están llamando.

—Túuu.— James me tocó el hombro y giré.

—James, ¿cómo estás?— Empezamos a caminar hacía la salida.

—Te venía llamando solo que no escuchabas, ¿estás bien?

—Si, solo que, yo que sé.— Salimos y empecé a caminar hacía mi casa supuse que James me iba a acompañar.—¿Me vas a acompañar a mi casa?

—Si, de hecho tenemos tiempo sin hablar y además tengo que entregarle algo a tu mamá por parte de mi padre.

—Oh, claro.— Cruzamos la calle.—Y, ¿Linda?— Mencioné al ver que el estaba callado y como costumbre el  habla mucho, es raro.

—Supongo que bien, a estado un poco sin ánimos no sé.

—James, de verdad eres ingenuo.

—Heyy, ¿por qué?— Preguntó.—Sé que le gusto pero no quiero arruinar nuestra amistad.

EpifaníaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora