Stela Willians.
—¡Y con ésto terminamos con uno!— Dijo alegre y se acercó a mi con una sonrisa de punta a punta.
—¡No!, ¡aléjate!— Grité tan fuerte como pude pero éste se agachó y tapó mi boca con sus manos llenas de lo que se suponía que era sangre.
—Nadie te dio permiso para hablar, ¿ya no te cansaba ese necio?, siempre decías que no lo querías a tu lado que esto que lo otro, ¡te cumplí uno de tus deseos!, deberías agradecerme.— Me levantó el mentón y le escupí en la cara.
¿Cómo me puede tratar así después de lo que acaba de hacer?
Este se limpió y me sujetó fuerte y me levantó. —Que malcriada eres, si no quieres que te pase lo que le pasó a tu chicle es mejor que colabores.
—No es mi chicle y además es mejor que te alejes de mi.— Este soltó una carcajada y su agarre se hizo más fuerte.
—¿Qué me podrías hacer tú?, mírate, ni siquiera te puedes levantar de dónde estás, ¿qué crees que pensarán de ti cuando vean a una chica al lado del cuerpo de un chico sin cabeza?, perfecta jugada la mía.
—Te puedo hacer muchas cosas aunque no lo creas, pero te das cuenta que tú solo peleas con tus poderes de bicho raro, ¿qué te crees?, ¿bombillo?, ¿por qué lanzas luz antes de desaparecer?, a ver dime que puedes hacer sin tus poderes.— Solo me queda contraatacar a lo que dice para así irritarlo.
El mismo ladeó su cabeza y sus ojos volvieron a la normalidad.—¿Ves?, tengo razón en lo que digo, necesitas el cuerpo de una persona para poder llegar a tu objetivo, si tanto dices que soy inútil y esas cosas, ¿para qué me quieres?
—No necesito el cuerpo de nadie para conseguir lo que quiero y si tratas de hacerme convencer de dejar éste cuerpo, pues estás equivocada.
Ya las cosas se estaban poniendo diferentes a como pensé que saldrían,
¿Qué hago?
—Dime, ¿qué quieres hacer con el cuerpo de Michael?, podemos hacer un trato.— Dije lo único que me dijo Tom que no hiciera.
"Hacer tratos con personas que no te llevas bien solo son tratos sucios"
—¿Qué tipo de trato?— Éste se vio interesado en lo que dije.
—Primero sal de cuerpo de Michael y déjalo quieto a el y a todas las personas que me rodean, si me quieres es a mí no tienes porqué meter a segundos en esto.
—Si salgo del cuerpo del chico ahora mismo tengo que entrar a tu cuerpo, si no no hay trato.
—No, la que pone las reglas aquí soy yo, vas a salir del cuerpo de Michael y lo quiero ver mañana en el instituto, luego puedes hacer conmigo lo que se te dé la gana.
—Trato.
(...)
No podía dormir hasta esperar al día de mañana, ¿funcionaria?, Tom ya no está para protegerme y por lo tanto no me puedo arriesgar y hacer una mala jugada.
Instituto, 9:30 am.
Pasó la primera hora de clases y nada que aparecía Michael empecé ponerme nerviosa y a revisar el reloj a cada momento.
—Hey, ¿estás bien?— Les me tomó por los hombros e hizo que la mirara.—Sé que estás pasando por un mal momento pero si quieres hablarlo o tener compañía cuentas conmigo.
—Lo siento.—Una lágrima bajó por mis mejillas y Les me abrazó.
—Está bien, no pasa nada.— Me separé del abrazo y salimos del aula.
Mientras caminábamos por los pasillos un Robert con la mirada en el piso y con un aspecto no muy presentable se acercaba hacía nosotras.
Les fue la primera en hablar.—Hey, ¿por qué ese animo?
Robert subió la mirada y pudimos ver sus ojos llenos de lágrimas.—Micha.— Su voz no salió,
Con solo pronunciar la primera letra sentí una pulsada en el estómago y las ganas de vomitar estuvieron presentes.
—¿Michael qué?, ¿estabas con el?, ¿qué pasa?— Les parecía nerviosa y le sujeté la mano.
—El... tuvo un derrame cerebral.— Y lo que más temía sucedió
Me tambalee un poco y respiré profundo, impotencia, culpa, miedo, esas emociones estaban presentes en mi, pero sobre todo culpa.
—¿En dónde está?— Preguntó Les en un tono muy bajo.
—En el hospital, está muy grave, no sé qué pasará.— Yo no podía ni decir una palabra, estaba muy conmovida.
En estos momentos son es los que necesito a Tom para que me ayude a sobre pasar las cosas, pero no estaba.
Todo estaba acabando.
Luego de hablar con Robert quisimos salir del instituto e ir al hospital pero no se nos permitió, apenas salimos de la última clase los tres fuimos directo al hospital.
(...)
No podía ver a la cara a los padres de Michael, ¿cómo podría?, Al final la única culpable soy yo, la que debería estar en su lugar soy yo y no el.
Una lágrima bajó por mí mejilla, el no merecía esto, en realidad nadie lo merecía, no tuve el valor de ir hasta dónde el, ¿cómo podría?
(...)
Ya eran las 7 de la noche y no podía estar tranquila, los padres de Michael no respondían a mis mensajes, la idea que le pasara algo más me estaba carcomiendo por dentro, no lograba encontrar calma.
Voy al baño y me lavo la cara para así relajarme o algo parecido y como si fuera un deja vu cuándo subo la mirada al espejo logro ver la sombra culpable de todo ésto, con mi mano di un golpe al espejo dónde se reflejaba la sombra y el espejo cayó y se partió.
—¡DÉJAME EN PAZ!— Me voltee y ya no estaba, era obvio, nunca da la cara.
Salí de mi habitación y empecé a caminar por toda la casa tratando de encontrar a la sombra, sabía que todavía estaba allí, tenía un presentimiento cuándo esa cosa aparecía, salí al patio trasero y logro ver a algo moviéndose detrás de un árbol.
Me voy acercando poco a poco pero algo me detiene.
—Déjalo, ya se fue
Giré al reconocer la voz.
††††††††††††
Nota de autor.
Perdón por la tardanza en actualizar :(, la cosa es que ya estamos en los capítulos finales de Epifanía y quiero agradecer a todos lo que han llegado hasta aquí, los quiero mucho<33
¡Cuídense!
Sarahy L.
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Epifanía
Mistério / SuspenseSi alguien te persigue lo más sensato que tienes que hacer es huir o llamar a la policía, ¿pero qué sucede cuándo lo que te está persiguiendo no es una persona? **************** 1# en Ficción 🥳 (12/10/2021) No se aceptan copias ni adaptaciones