Capítulo 11

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Stela Willians.

Desperté con un fuerte dolor de cabeza, como siempre me arreglé para ir al instituto y salí de casa, llegando  logro ver a Les hablar con Robert y Michael.

—¡Hola!— Los chicos devolvieron el saludo.

—¿Sabías que ayer encontré a un gato?— Dijo Les casi emocionada.

—No, no sé por que ahora te la pasas más con Robert que conmigo.— Les rodó los ojos.

—Dramática, pero no sé que nombre colocarle.

—¡Pedro!— Todos giramos hacía Robert.—¡Ese puede ser el nombre del gato!, soy un genio.— Dijo con orgullo y todos fruncimos el ceño y reímos.

Michael soltó un carcajada.—Eres un tonto, ¿por qué le vas a poner ese nombre a un gato?— Robert rodó los ojos.

—¡A mi me gusta!— Dijo Les animándolo.

Michael y yo nos miramos extraño y nos fuimos y dejándolos.

—Hey no nos dejen.— Gritaron Les y Robert y nos alcanzaron.

—Aún no nos dicen cómo fue que tuvieron tanta química en la obra..— Les comentó.

—La verdad por dentro me estaba muriendo de la risa, pero como vi a Stela muy concentrada no me reí.— Michael respondió y yo entrecerré los ojos.

—No seas mentiroso, si hasta soltaste unas lágrimas.

Sonó la campana para entrar a clases.

Las clases pasaron como siempre, salí del instituto hasta mi casa y comí lo mas rápido posible y salí al trabajo.

Tom no apareció por una semana.

Empecé a relajarme, al final fue como el dijo.

  "Solo estaré algunos días y después me iré, no lo notaras y no te volveré a molestar más"

                            †††††††††††

1 mes después.

Pasó un mes y nada de nada, faltaba un día para mi cumpleaños y, ¿qué estaba haciendo?

"Nada"

Revisando mi celular en la casa y comiendo hasta más no poder, con el sueldo del trabajo puedo comprarme mucha chuchería.

Mi madre se hizo novia de Leonard, ambos tenían 35 años, eran jóvenes y tenían que disfrutar su vida, salí de mi habitación y caminé hasta el parque mientras que en mis audífonos se reproducía "Fireproof" de One Direction, me senté en un banquito y disfruté de la paz que proporcionaba estar sola y sin preocupaciones.

Duré una hora así y volví hasta casa, estaba sola, nada más tenía que preparar la cena y dormir, luego volver a la rutina de, Secundaria—trabajo.

Así fue, luego de eso caí presa del sueño.

Lunes 2 de febrero.

Me levanté como costumbre y cepillé mi dientes, salí a desayunar y mi mamá me esperaba con un pastel de cumpleaños.

—¡Feliz cumpleaños!— Me abrazó y plantó un beso en mi frente.

—Graciass, ¡está muy bonito!— Mi mamá fue a la cocina y trajo el desayuno listo.—Obvio que está bonito, lo hice yo, y además compré el desayuno.

—¡Mejor aún!— Las dos comimos y salí al instituto.

Apenas puse un pié en la secundaria y Les saltó hacía mi y me abrazó.—¡Happy birthday Stela Ramona del Carmen Maria!

EpifaníaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora