DEMENCIAL CORDURA
CAPÍTULO 26
FINAL
Horas después, cuando ya está amaneciendo, aterrizan en su destino: La mansión Viola. El patriarca de la familia toma camino a su despacho. Por otro lado, Shizuru guía a Natsuki a través de los pasillos del tercer piso; los pocos sirvientes con los que se cruzan dan un saludo cortes y se esfuerzan por no ver fijamente a la oji-verde, pero aunque son buenos disimulando, Kruger nota sus miradas, sólo que es extraño, porque no le ven con miedo, odio o lastima, sólo con curiosidad, y esto debido a que los Viola no suelen llevar nuevos inquilinos a la mansión.
Uno de sus demonios rompe el silencio, se pregunta cuánto tardarán en comenzar a temerle. ¿Semanas? ¿Días? ¿Horas?
Las demás voces se carcajean, porque saben que sucederá tarde o temprano, saben que en algún momento volverán a decirle fenómeno, aberración, monstruo; y cuando eso suceda, ellos planean estar ahí, para aplaudir y reírse como sí en verdad fuese gracioso.
Natsuki sacude lentamente la cabeza, en un movimiento casi imperceptible, por un segundo frunce el ceño. Shizuru lo nota al verle de reojo, y dado que ya no están en Garderobe, se da el lujo de coger su mano. Los fríos dedos de la oji-verde parecen tensarse ante el contacto, sin embargo, no tardan en entrelazarse firmemente con los contrarios.
Su gesto no pasa desapercibido para quienes les observan de lejos, pero a ellas no les interesa.
Ya no son psiquiatra y paciente. La castaña ya no tiene que preocuparse de las apariencias.
Pronto dejan los ojos curiosos atrás.
Y llegan a la puerta de una habitación que no ha sido usada en un largo tiempo.
Por sus acciones, es obvio que la castaña, por el momento, no entrará ahí con ella. No es necesario preguntar el motivo en voz alta, su mirada hace la pregunta. -Tengo que ir a hablar con mi padre, para arreglar los últimos detalles-. Le da un apretón a su mano antes de soltarle. -Dentro encontrarás cambios de ropa para ti. También un baño, por si quieres ducharte-.
-¿Tardarás?-. Pregunta al ingresar a la habitación.
-Volveré lo antes posible-.
Kruger asiente con la cabeza, aunque por dentro siente el impulso de arrastrarle consigo al cuarto. Irónicamente, tuvo la paciencia necesaria en Garderobe, pero le cuesta digerir la ausencia de la castaña, le desespera la espera en esas circunstancias, porque pese a no admitirlo, ha generado dependencia hacía ella, es adicta a Shizuru.
-¿Vas a contarme a quien hemos liberado?-. La pregunta sale a colación tras entrar al despacho de su padre. La mirada del hombre permanece expectante, llena de intriga, y con ello Shizuru recuerda de quien heredó su curiosidad.
Una pequeña sonrisa baila en sus labios. -Quizá ya no somos psiquiatra y paciente, pero la confidencialidad continúa-. Tranquila, toma asiento en la silla que está frente al escritorio.
Él alza una ceja, divertido, y dice las palabras a la ligera. -¿Es tan malo lo que hizo?-. Pero su diversión titubea al ver crecer la sonrisa de su hija, ya que es una sonrisa sombría.
-Sí te dijera la verdad, tendrías pesadillas mucho tiempo-.
-Debí suponerlo, por eso de que tuvimos que darle por muerta para sacarle de ahí-. Mientras habla, abre un cajón y saca una carpeta blanca. -Me la pusiste difícil. Eso de fabricar una droga para alguien cuyo cuerpo repele casi toda medicación-.
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Demencial Cordura
FanfictionRepiten vez tras vez, y no uno ni dos o tres... ¡Todos lo repiten! Afirman que ha enloquecido. ¿Serán dos mentes perdidas al final? ¿O Desde el inicio no hubo ninguna estable ? Bienvenidos al manicomio Garderobe. NOTA: No doy ningún tipo de auto...