Green to Green ; scarzzie

8°

Scarlett's pov:

-Bien, tengo por carpetas. - Murmuré. - La primera son las fotografías que he decidido dejar en blanco y negro, porque sentía que le sacaba partido al ángulo y espacio.

Elizabeth observó la pantalla y comenzó a avanzar con laa fotografías.

-Tu trabajo es excelso. - Murmuró. - Te contrataré para mi siguiente concierto.

Sonreí.

Me gusta que la gente valore mi trabajo.

-Muchas gracias, señorita Olsen. - Dije rápidamente.

-Scarlett, llámame Elizabeth. Por favor. - Murmuró.

La observé fijamente y asentí. Ella perfectamente podría ser el diablo y estar obligándome a obedecerla, porque definitivamente sus ojos son tan profundos y penetrantes que no hay manera de decirle que no.

-Bien, Elizabeth...

Ella comenzó a beber de su agua y se detuvo con una sonrisa divertida.

-¿Por qué me observas tanto? ¿Tengo algo en el rostro? - Preguntó burlona.

-No. - Suspiré. - Tiene lindas facciones en el rostro.

-Gracias, supongo que es genética. - Murmuró. - Tú también eres muy linda, a diferencia de ti yo tengo un ojo más pequeño, sin embargo tu rostro parece muy parejo por ambos lados.

Me sonrojé un poco y volví al computador.

No sé por qué me altera el hecho de que comienzo a verla realmente atractiva, que lo es, eso nadie lo ha puesto en duda... Sin embargo su personalidad es embriagadora, es tan educada que simplemente te atrapa.

Claramente decir que es atractiva no significa que me interese de alguna forma, y tampoco me estoy justificando, es sólo que... Siento que sería muy incómodo.

-¡Mamá! - Escuché a mi hijo pequeño llamarme.

-Lo lamento, aparentemente llegaron antes de tiempo, puedes observar las fotografías mientras vuelvo.

Ella sonrió.

-Hey, tómate tu tiempo, está bien por mí. - Asentí lentamente saliendo de la habitación.

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Elizabeth's pov:

Han pasado exactamente diez minutos desde que Scarlett se fue.

Observé todas las fotografías, hizo un gran trabajo, ninguno de los otros fotógrafos logró unas tomas tan limpias.

-Hola. - Murmuró una voz delicada.

Giré el sofá giratorio que tenía Scarlett. Vi una pequeña rubia con una trenza.

-Hey, tú debes ser Rosie. - Dije sonriendo.

Ella sonrió ampliamente también.

-¿Eres amiga de mi mami? - Preguntó.

Esa extraña sensación de un déja vu constante no me abandonaba.

-Eh, algo así. Trabajó para mí. - Mencioné. - ¿Dónde está tu mami ahora?

-Cambiando el pañal de Cosmo, ¿quieres jugar conmigo? - Preguntó de forma curiosa. - Eres linda.

Sonreí.

-Gracias, tú también, Rosie.

Subió rápidamente sobre mi regazo.