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Scarlett's pov:

-Tengan cuidado. - Dije a mis pequeños mientras corrían por el parque.

Elizabeth estaba a mi lado leyendo un libro.

-Eres aburrida. - Murmuré. - ¿Después de los treinta te volviste una anciana?

Ella soltó una risita y me observó.

-¿Vas a dejar de molestarme por tener treinta y dos? Cumpliré treinta y tres pronto, y necesito saber si seguirás queriendome a tu lado. - Bromeó.

-Debo pensarlo. - Murmuré.

Ella giró el rostro y me acerqué a besarla.

-Te quiero. - Murmuré.

-Y yo a ti. - Sonrió ella.

El parque estaba lleno de niños, es verano... Era de esperarse, sin embargo el calor no es molesto y hemos decidido traerlos aquí, ya que llevamos una semana quedándonos con Lizzie.

-Tengo una duda. ¿Volveremos a mi casa? - Pregunté. - Esta semana al menos y luego...

-Sí, sobre eso... - Murmuré. - ¿No te incomoda que sólo llevamos de novias un par de semanas y ya vivimos juntas prácticamente?

-No, pero si a ti te incomoda podemos...

-No. De hecho me gusta. - Murmuró acariciando mi muslo. - Es lindo despertar con dos niños saltando sobre mí. - Murmuró y sonreí. - Si algún día nos casamos... ¿Tendrías un bebé conmigo? - Preguntó.

Me sonrojé y me quedé en silencio. No lo había pensado, es decir... Siempre dije que luego de dos niños... No pensaba tener más.

Obviamente eso fue antes de Lizzie... Pensando en que iba a quedarme soltera el resto de mi vida y...

-¿Amor? ¿Estás bien? - Preguntó Elizabeth. - Si no quieres, por mi está bien. Tus hijos son suficiente y...

-Sí quiero, en algún momento... Prudente. Me gustaría tener un bebé contigo. - Murmuré. - ¿Hay algún nombre que te guste? - Pregunté.

Ella soltó una risita.

-Wanda, para que haga juego con Cosmo. - Murmuró burlona.

-Elizabeth Chase Olsen, detente o voy a dejarte. Cosmo cree que es un padrino mágico desde que comenzaste con eso.

-¡Ay, amor! Le encanta. - Mencionó sonriente. - Ama ser el pequeño Cosmo mágico.

-No, te ama a ti y todo lo que le digas será ley. Tiene un enamoramiento en ti, y no lo culpo, pero... ¿Padrino mágico?

Ella soltó una risita. -

-Exageras. No es un enamoramiento.

-Elizabeth, él literalmente se sonroja cada vez que le tomas la mano. Está más enamorado que yo.

-Alto. - Murmuró. - ¿Estás enamorada de mi? - Preguntó y asentí. - Wow.

-¿Qué? ¿Muy rápido? - Pregunté.

-No. Yo también estoy enamorada, sólo no quería sonar intensa al decirlo.

Nos dedicamos una sonrisa y luego escuchamos a Rose venir emocionada a contarnos algo.

___________________________________

Elizabeth caminaba jugueteando con mis pequeños, quienes no dejaban de preguntarle cada cosa que podían.

Ella es muy dulce con ellos, y hace que me sienta cómoda compartiendo todos éstos momentos con ella.

Cosmo iba aferrado a su cuello mientras ella lo cargaba y Rose tomaba su mano derecha y mi mano izquierda.

-¿Iremos por tus examenes? - Pregunté a Elizabeth y ella asintió.

-Queda cerca.

Caminamos dos cuadras mientras Rose iba emocionada charlando con Elizabeth.

-Puedo llevar a Cosmo. - Dije rápidamente y ella negó.

-Está dormido, sólo lo despertarás. - Murmuró. - Además no pesa absolutamente nada.

Llegamos a la consulta y decidimos entrar de inmediato, en la recepción nos encontramos con el doctor Tyler quien saludó a Elizabeth con una sonrisa.

-No tengo más pacientes, vamos. - Dijo con una sonrisa. - ¿Son tus hijos, Elizabeth? - Preguntó y Lizzie asintió con temor mientras me observaba.

Claro que lo son. Ella los cuida tanto como yo...

Nos sentamos en las sillas mientras yo tomaba a Cosmo en brazos y Rose no dejaba de acariciar la mano de Elizabeth.

-Tengo tus resultados aquí. - Murmuró. - Los leí antes que tú.

Elizabeth suspiró y tomó mi mano con temor. A mi también me asusta la idea de verla siendo consumida por una enfermedad, sin embargo estaría a su lado siempre... Sin importar nada.

-Estás... Sana. - Murmuró el doctor. - Luego de perder la movilidad dentro de tu brazo que era la única extremidad afectada por la artritis, no hubo crecimiento de la enfermedad, no se extendió. - Sonrió y Elizabeth también. Pude ver como algunas lágrimas llenaron sus ojos. - Así que te espera una vida sana y plena, Elizabeth.

-Oh, por Dios. - Murmuró ella emocionada. - ¿Y qué debo hacer? ¿Exámenes?

-No, tal vez uno cada cinco años. - Murmuró. - Pero todo va bien. Eres un caso en un millón, Elizabeth. Disfruta de ésta segunda oportunidad.

Ella asintió emocionada y Rose la abrazó con la misma emoción, sin embargo apuesto todo a que no entendia nada.

-Así que.. Muchas felicidades. Tal vez no pudimos salvar tu mano, pero...

-Ya tengo todo, doctor. - Dijo ella. - Tengo una vida que podré vivir hasta el resto de mis días en familia... No tendré que preocuparme por la artritis, ¿qué importa mi mano? - Murmuró con una sonrisa. - No me interesa.

El doctor me observó y asintió.

-La ayudaste mucho. ¿Quién lo diría? El amor mueve montañas. - Murmuró. - Tengan buen día.

Nos despedimos y salimos de la consulta, en cuanto pusimos un pie fuera del lugar... Elizabeth me besó por segundos que parecieron eternos mientras la gente pasaba cerca.

-Felicidades, mi amor... - Susurré.

-Gracias por curarme, Scarlett. - Susurró ella.

-No hice nada. - Sonreí.

-Créeme que hiciste más de lo que debías. Tú me ayudaste a entender que la vida no es sólo... El piano y mis culpas. - Mencionó con lágrimas en sus ojos. - Tú me enseñaste a vivir de verdad, a ver la vida tal y como es... Eres el positivismo que me faltaba.

-Te amo. - Dije con una sonrisa.

-También te amo, créeme que lo hago con toda mi alma, Scarlett. - Murmuró antes de volver a besarme.

Oh, mi Dios....

Nota de autor:

Al fin hay cosas buenas. Ojalá duren.

-Codex.

Green to Green ; scarzzie Donde viven las historias. Descúbrelo ahora