[𝑺𝒆𝒄𝒖𝒆𝒔𝒕𝒓𝒂𝒅𝒐, 𝑲𝒊𝒎.]-[𝑱𝒊𝒏𝒌𝒐𝒐𝒌/𝑲𝒐𝒐𝒌𝒋𝒊𝒏]

22.

Jungkook's POV:

—No escucho la regadera aún, Kim —hablé desde el escritorio. Oí un re soplido de su parte, dirigí una mirada hacia el baño, comenzaba a quitarse la camisa. Sonreí con satisfacción al saber que estaba obedeciendo.

—No mires —exigió. Blanqueé los ojos y volví la vista a mis asuntos.

—Ya te dije que no tienes nada que no haya visto —reproché. Oí que volvía a quejarse—. Sí te sigues quejando voy a castigarte —Oí un leve suspiro esta vez, sonreí ante eso.

Luego de un par de minutos oyéndose solo el agua de la ducha caer, Seokjin salió del baño con algunas prendas que había tomado del armario. Lo vi acomodar un poco su húmedo cabello, el cuál, de hecho, creo que se veía muy bien así.

—¿Sabes algo de Tae? —preguntó, una vez que se sentó en la cama. Me encogí de hombros como respuesta y volví mi vista a la pantalla de mi notebook—. ¿Podrías tan solo contar eso?

—Qué pesado eres —bufé. Eché mi cabello hacia atrás y volteé en la silla giratoria hasta quedar frente a él—. Dame tu mano —exigí. El frunció el ceño, confundido—. Dame tu mano, Kim.

—¿Para qué? —preguntó con desconcierto.

—Por Dios, te he dicho que dejes de hacer preguntas —exclamé con frustración y entonces caminé hasta sentarme a su lado en la cama, él se alejó un poco hasta quedar en la orilla de esta—. Te he dicho que si no obedeces iba a castigarte, Kim —agregué. Él abrió los ojos a más no poder y se puso de pie rápidamente, sonreí ladinamente e imité su acción—. Dame la mano, obedece.

—¿Para qué? —volvió a cuestionar, está vez su voz tembló un poco. Suspiré con cansancio y me aproxime hacia él y lo tomé del brazo.

—Si te digo que dejes de hacer preguntas, dejas de hacerlas. ¿Entiendes? —inquiri. Detecté el temor en su mirada. Intentó soltarse de mi agarre, pero fue en mano. Sonreí y busqué en mi bolsillo la navaja que había usado el día anterior.

—¿Q-Qué haces?

—Basta de preguntas, Seokjin —gruñí y, a pesar de que intentaba alejarse, posicioné la punta de la navaja en su mano—. Quédate quieto, si quieres que no te duela.

—¡Me duele de todas formas! —exclamó, tironeando. Solté una risa divertida y comencé a trazar letras en el torso de su mano. Sus gritos se hicieron presentes. Era satisfactorio para mí oírlo gritar de dolor—. ¡Para! ¡Por favor, para! ¡Juro que no volveré a hacer preguntas! ¡Lo prometo, por favor!

A pesar de sus súplicas, me ma tuve en silencio mientras hacía mi trabajo. Al terminar, luego de varios minutos, miré su mano con una enorme sonrisa.

—¿Has visto Harry Potter alguna vez, Seokjin? —pregunté, soltando una leve risa. Tembloroso, con los ojos y el rostro llenos de lágrimas, asintió—. Pues mira el lado bueno, eres casi Harry Potter ahora —señalé levantando su mano para que la viera.

“No debo hacer preguntas” había quedado marcado en su piel con el filo de la navaja, su mano sangraba a más no poder.

—Eres repugnante —sollozó.

—Yo te lo advertí, nene. No colmes mi paciencia porque tendrás consecuencias.

(...)

¡Perdón por aparecer después de tooodo este tiempo! Quería escribir un par de capítulos más antes de publicar este, espero sepan entender y aún signa la historia.
Si les gustó el capitulo, recuerden comentar y votar, eso me motiva a seguir actualizando.

¡Saludos!.

-K