14.

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Jungkook's POV:

Seokjin dormía plácidamente en el asiento de copiloto, sedado, con un brazo sangrando y sin enterarse de que momentos atrás nos habían estado disparando. Cuando lo miré, noté que se había enrollado en el asiento y que había manchado su camisa blanca y rostro con sangre, sangre que no para de salir. Debía llegar rápido antes de que el rubio se desangrara en mi asiento y todo se vaya a la mierda. Esperaba que Yoongi haya visto el mensaje que le mandé advirtiéndole de un posible chip en Taehyung.
Luego de que me deshice de los guardaespaldas de Kim, lo cual tardó unos cuantos minutos, pude llegar a la casa, con la blusa llena de sangre del chico también, pero sin ninguna herida en mí. Bajé y examiné el lugar, parecía no haber nadie por allí, estaba seguro. Rodeé el auto y abrí la puerta del copiloto, para así cargar a Jin hasta la puerta. Golpeé y, tras unos largos segundos, mi madre abrió, con unas aujas de tejer y lana, que dejó caer en cuanto me vio.

—¡Kook! —exclamó, con los ojos abiertos de par en par.

—Necesito curar a este chico antes de que se desangre... Madre.

Entré rápidamente a la casa, sin esperar aprobación por su parte. Dejé a Seokjin sobre el sofá de la sala y salí de nuevo, hacía mi auto, para buscar el botiquín de primeros auxilios. Mi madre seguía parada en la puerta, en una especie shook.

—¿En qué lío te has metido ahora, Jungkook? —no respondí. Volví a ingresar a la casa, me acerqué a Seokjin y comencé a llamar por teléfono a uno de mis contactos, a la vez que abría el botiquín.

—Park, necesito que me traigas un auto a la ruta 15 —hablé, en cuanto Jimin contestó. Colocando el celular entre mi hombro y oreja, mientras que comenzaba a sacar las cosas para desinfectar y vendar la herida—. Sí, sí; te pagaré, y debes deshacerte de mi camioneta —oí un par de comentarios por su parte, que no me importaban, hasta que accedió—. En veinte minutos estaré ahí.

—Jungkook —oí la voz de Nayeon. Elevé mi vista y la vi para en las escaleras. Sonreí de lado por un momento y volví mi vista a la herida de Seokjin—. ¿Quién es el muchacho? —preguntó, preocupada, acercándose—. ¿Y qué le pasó? ¿Está vivo?

—Tenía un chip —murmuré—. Estará bien —aseguré, a la vez que vendaba su brazo.

Vi de reojo que se sentaba en el apoyabrazos del sillón, con el entrecejo fruncido. Miré hacia la puerta, mi madre seguía allí parada, observando por la mirilla.

—¿Para qué lo duermes? —preguntó, al ver que le inyectaba una jeringa con la palabra “morfina” en ella.

—Para que no eloquesca al ver cómo y dónde está —respondí—. Además, eso dolerá por un tiempo —añadí. Ella frunció aún más su ceño.

—¿Y quién es, Jungkook? —nuevamente, evité su pregunta, mientras volvía a guardar las cosas en el maletín.

—Lo dejaré en mi habitación, cuidenlo con su vida; les aseguro que vale más que la vida de ambas —dije, mirando hacia mi hermana y mi madre. Aquella casa estaba en las afueras de la ciudad, en medio del campo, realmente alejada de todo. Era muy poco probable que alguien llegara a allí—. Volveré en menos de diez minutos —informé, luego de que dejé al chico en la habitación—. Ya saben cómo es; no le abran la puerta a nadie. Todo con llave hasta que yo regrese, ¿de acuerdo? Cuiden sus vidas.

(...)

Espero que les guste el capítulo, como les digo siempre, muchas gracias por votar, comentar y/o leer:).

¡Saludos!

-K.

[𝑺𝒆𝒄𝒖𝒆𝒔𝒕𝒓𝒂𝒅𝒐, 𝑲𝒊𝒎.]-[𝑱𝒊𝒏𝒌𝒐𝒐𝒌/𝑲𝒐𝒐𝒌𝒋𝒊𝒏]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora