12.

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Yoongi's POV:

Bajé del coche, soltando un suspiro. Era el día, efectivamente. Caminé a paso decidido hacia la entrada del establecimiento, vi llegar a Seokjin junto a Taehyung, los mismos hombres de ayer se encontraban en la puerta, con una mirada severa, examinando por completo a Seokjin hasta que entró al lugar. Decidí no acelerar mi paso, si me veían cerca de los Kim, tal vez podrían interceptarme; no quería eso. Caminé unos pasos detrás de ellos hasta llegar al salón.

—Buenos días, Jisung —habla Taehyung en cuanto entro, Seokjin imita su acción.

—Buenos días, chicos —saludo también-. ¿Saldremos hoy, entonces? —el menor de los chicos asintió con entusiasmo, su primo soltó una risa, yo hice lo mismo.

—Sí, así es —responde Seokjin—. Sigue en pie el plan, ¿verdad?

—Sí, por supuesto; Taehyang nos acompañará.

—Perfecto, entonces —asiente. Veo a Taehyung sonreír abiertamente y mover sus cejas.

—¿Sabes, Jisung? A Seokjin le ha agradado bastante tu primo... —lo mira divertidamente. Seokjin se sonroja, sin embargo, eleva una ceja.

¿De qué hablas, Kim Taehyung? Espero que tus palabras sean literales y no estés tratando de dar a entender otra cosa.

—¿Acaso no es así? —el mayor lo mira con reproche. Yo solo río ante la situación—. Te ha interesado Taehyang, ¿por qué no se lo cuentas a Jisung? Es nuestro amigo ahora. Además... No creo que sea sorpresa para ti que te digan que tu primo es un dios griego —habla dirigiéndose a mí-, porque, vamos, lo es.

—¡Taehyung! —espeta el chico—. No le hagas caso, Jisung, no es así.

—Claaaaro —canturrea con una risita.

Así que a nuestro querido Kim Seokjin le interesa Jungkook. Qué ironía.

Creo que esta información podría ser algo útil, así que, con naturalidad saco mi teléfono, enviándole un mensaje a Jungkook sobre esto.

Al tocar el timbre, el resto de los alumnos entran a la clase, luego el profesor.
La clase transcurría con murmullos bajos y explicaciones del tutor, las cuales ignoraba por completo; obviamente estaba más al pendiente de otra cosa. Por ejemplo, mi celular, que veía de vez en cuando por debajo de la mesa para no causar que el maestro me llamase la atención.

En la hora del almuerzo, me dirigí a la cafetería junto a los primos Kim, quienes iban hablando sobre un artista musical al cual idolatraban, según oí. Intentaron introducirme a su conversación, sin embargo, yo solo los oía, hasta llegar a nuestro punto.
Nos sentamos en una mesa a almorzar. De pronto, un chico de cabello oscuro se acercó y se sentó junto a mí, frente a los otros dos chicos, haciendo que estos dejarán de conversar.

—¿Quién se supone que eres? —me preguntó. Claramente me pareció descortés, sin embargo, sólo sonreí de lado elevando mis cejas.

—Jisung, ¿y tú quién se supone que eres? —respondí.

—Kang Hyunbok. ¿Eres nuevo o qué? ¿Desde cuándo la realeza se junta con alguien que no es de su familia? —preguntó esta vez hacia los Kim. Seokjin lo ignoró, mirando hacia otro lado, mientras que Taehyung lo miró con el ceño fruncido, disgustado.

—¿Qué rayos quieres, Kang? No vengas aquí a jodernos con tu presencia —me sorprendió la rudeza de Taehyung, pero no me desagradó. Al contrario, sonreí.

—Oh, ¿andar de fiesta hizo que te crecieran los ovarios y te creas gran cosa, Kim? —rebuscó el muchacho, con burla. Tae gruñó y se paró, apoyando sus manos en la mesa.

—Cariño, soy gran cosa, no necesito creerme nada. Déjanos en paz o te irá mal, ¿sabes? —lo miró con desagrado al escupir sus palabras.

—Oppa —una chica apareció de repente y tomó el brazo de Hyunbok—. ¿Qué hacés aquí? Te esperamos en nuestra mesa —pasó su mirada por cada uno de nosotros y jaló del brazo al chico, quien le dio una furtiva mirada a Taehyung y se fue de la mesa junto a la rubia.

—Estúpido Kang.

—Qué agresivo, Kim —bromeé, sonriéndole levemente. Debía tratar de acercarme aún más a él, por el pedido de Jungkook. Taehyung sonrió y bebió de su jugo.

—Qué mal de tu parte que uses el poder de la familia para amenazar a chicos inmaduros, Tae —murmuró Seokjin.

—Nunca dije nada relacionado con la familia, Jin —se encogió de hombros y apoyó su barbilla en su mano—. Podría haberle partido la cara, ¿sabes? A eso me refiero a que le irá mal.

—¿Y meterte en problemas de nuevo?

—Bueno, lo haremos esta tarde; así que da igual.

—¿Quieres decir que es mala idea que salgamos esta tarde, Taehyung? —preguntó Seokjin a su primo, con poca amabilidad.

—Digo que da igual si le rompo la cara a ese imbecil hoy, porque de todas formas estaremos en problemas al acabar el día, pero no por eso voy a desperdiciar la oportunidad de divertirme al menos una vez más en mi vida.

—Chicos —hablé, sin saber como detenerlos—, creo que deberían calmarse... —añadí—. No deberían discutir por lo que ocasiona ese chico, si no creen que es alguien importante.

(...)

Luego de haber detenido la discusión de los Kim, por suerte, que terminó sin haber cancelado nuestros planes, terminamos las clases, tiempo antes de que el timbre de salida tocara, una secretaria nos llamó para ir a dirección. Allí nos esperaba Jungkook. Firmó unos papeles del rector y los cuatro salimos rápidamente de allí llegamos a su auto, Jungkook iba al volante, por supuesto, mientras que yo subí en el asiento de atrás y animé a ir a Taehyung de que fuera conmigo, haciendo que Seokjin se sentara en el puesto de copiloto.

—¿Qué tal han estado las clases? —preguntó Jungkook, seguido de esto, me dirigió una mirada por el retrovisor.

—Bien, supongo —contestó Jin.

—Podrían haber estado mejor —respondió esta Taehyung.

—¿Sí? ¿Qué sucedió? —intentó interesarse Jeon.

—Pues resulta que hay un tipo que es jodidamente pesado y, tras no habernos molestado por una semana, hoy llegó a nuestra mesa dándoselas de mucho.

—Taehyung —regañó Seokjin, el nombrado rodó los ojos.

—De todas formas, su novia tonta llegó al ver que yo me levanté —continuó el castaño.

—¿Ibas a golpearlo? —cuestionó mi compañero.

—Sí si era necesario. Ya me ha cansado molestandonos todo el tiempo.

—Esa no es la forma de arreglarlo... —murmuró Jin.

—Pues deberías darle una paliza la próxima —nuevamente, me miró por el retrovisor, esta vez sonrió. Taehyung también sonrió, sin saber qué no habría próxima.

—Oh, no lo incentives aún más, por favor —se dirigió Jin a Jungkook, mirándolo. Jungkook le sonrió esta vez a él.

Esta sería una tarde agitada.

(...)

Lamento no haber actualizado antes, la cuarentena no me ha estado dando muchas ideas, puesto a que no convivo demasiado con el molundo exterior. Como sea, espero que se encuentren muy bien, no salgan de sus casas y usen cubrebocas.
Por otro lado, quiero agradecerles por la cantidad de vistas y apoyó que le están dando a la historia. Trataré de actualizar más seguido.
Siempre se agradece que voten, comenten y compartan. ¡Saludos!

-K.

[𝑺𝒆𝒄𝒖𝒆𝒔𝒕𝒓𝒂𝒅𝒐, 𝑲𝒊𝒎.]-[𝑱𝒊𝒏𝒌𝒐𝒐𝒌/𝑲𝒐𝒐𝒌𝒋𝒊𝒏]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora