[𝑺𝒆𝒄𝒖𝒆𝒔𝒕𝒓𝒂𝒅𝒐, 𝑲𝒊𝒎.]-[𝑱𝒊𝒏𝒌𝒐𝒐𝒌/𝑲𝒐𝒐𝒌𝒋𝒊𝒏]

19.

-¿Tu primo es tan insoportable como tú? -pregunté una vez que nos encontrábamos cenando en la pequeña cocina para dos de la recidencia. Él se encogió de homrbos-. ¿No lo sabes?

-Puedo responder a eso luego de la cena - contestó de manera limítante. ¿Por qué lo haría luego y no ahora? ¿Qué le cambiaría?

-Puedes responder ahora.

El sólo negó.

Había notado en esas últimas horas que era extraño, un chico muy extraño. Tanto por las cosas que decía, cómo se expresaba, cómo se comportaba y por las “costumbres que tenía”.

Decidí dejarlo pasar aquella vez. Era el primer día y debía prosperar, así que lo mejor sería dejarlo y preguntar luego.
Una vez de haber terminado las empanadillas, lo vi juntar sus manos sobre la mesa y cerrar los ojos. Resoplé risueño al verlo murmurar cosas por lo bajo.

-Ningún Dios te salvará de mí, Kim.

Él me ignoró. Una vez que había terminado cualquier ritual religioso que había hecho, me miró.

-¿Dónde está el baño? -preguntó. Cómo respuesta, señalé la puerta al otro lado de la habitación de cama. Él asintió y se dirigió hacia allí.

-¡Oh, no cierres la puerta! -agregué. Él, desde la entrada del baño, volteó a verme.

-¿Por qué no la cerraría?

-Debo vigilar que no te suicides. Ve con la puerta abierta, y deja de protestar. Eres hombre, yo también, nada que no haya visto, Kim.

El protestó, cruzándose de brazos y se volvió hacia la cama, resignado.

-En ese caso, mi vejiga explotará y moriré.

-No morirás, es probable que solo te coloquen un catéter -me encogí de hombros, restándole importancia. Oí cómo se quejó-. Y eso, será más incómodo para ti.

-¿Acaso eres médico? -cómo respuesta, sólo me encogí de hombros.

Había estudiado medicina, incluso había estado un año en el internado. Hasta que la gente me descubrió, descubrió lo que hacía.
Pero eso, por el momento, no era algo que pensaba contarle.

(...)

-Entonces... ¿Cómo te diste cuenta de que te gusta matar gente? -fruncí levemente el ceño y volteé a verlo.

Eran aproximadamente las nueve de la mañana, Seokjin estaba sentado en la cama, con expresión aburrida, jugando con un anillo que llevaba en su mano. Por mi parte, había estado en el escritorio haciendo algunas cosas en mi computadora..

-No lo sé -murmuré.

-Esa no es la respuesta que esperaba - se quejó-. Pensé que me contarías alguna historia macabra en la que descubriste tu atracción hacia el daño hacia otras personas.

-Lástima, porque no será así.

-Me gustaría saberlo antes de que me mates -comentó, con simpleza.

-Tal vez lo sepas en otro momento -comenté, para que no siguiera insistiendo.

-Bien...

Pasaron un par de minutos, en los que sólo se oía el ruido de las teclas de mi computador al presionarlas, el canto de los pájaros y algún que otro aullido o maullido.

-Me pregunto como estará Tae -lo oí murmurar-. ¿Sabes algo de él? -me preguntó. Yo me encogí de hombros.

-Esta vivo aún, no te preocupes.

-Pero está con un asesino...

-Tú también, pero no veo que estés sufriendo, ¿o sí?

Él se mantuvo en silencio por un momento antes de responder.

-No hay mucha diferencia a lo que sucede en mi casa. Es decir, la gente me trata mal y me muero de aburrimiento. Es lo mismo, aunque, bueno, por el momento no me tratas tan mal -agregó-. En fin, ¿podré salir en algún momento a ver aquella laguna? -preguntó, cambiando de tema.

-No hoy, pero puede ser otro día.

-Bien -asintió-. Me gustan los linces, son lindos.

-Lo son -asentí. Dejé de teclear y volteé a verlo-. Me gustaría saber -hablé luego, recordando la charla del día anterior-, bueno, de hecho, me gustaría que me cuentes sobre esos guardaespaldas que tenías -observé como dejaba de juguetear con su anillo y volteaba a verme, con una expresión que no logré descifrar.

-N-no quiero hablar de eso -respondió por lo bajo, volviendo su vista a la ventana-. No es algo... Interesante.

-¿Qué te hacían, Seokjin? -él suspiró y luego negó.

-Eso... No... No hablaré de eso -volvió a decir.

-Bien... -murmuré. No iba a suplicarle, solo esperaría, esperaría a que se aburriera y él solo me lo contará por su cuenta.

(...)

Holaa, ¿cómo están? Espero que bien.
Gracias por esas más de 4k de leídas. Me alegra mucho ver que el número sube.
Espero que les guste el capítulo, y me disculpo por el hecho de que haya guiones cortos, no entiendo por qué Wattpad los cambia.

Sin más, como siempre, se agradece mucho que voten, lean y compartan.

Gracias por todo. Y feliz navidad por si no aparezco por aquí antes.

¡Saludos!

-K.