Dicen que en el amor y en la guerra todo lo vale, pero... ¿Qué hay del deseo?
¿Las ganas inmensas que tienes de pecar, y que lamentablemente no puedes saciar?
Todo eso se define en una sola palabra: pecar, y vaya que me encantaba hacerlo.
Si pudier...
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= Narrador =
~ Sam ~
- Llegaste temprano - dice uno de sus compañeros que estaba sentado en uno de los muebles tomando un café - muy temprano - dice para verle.
Pero el pelinegro no dice nada, se limitó a decirle algo para ir a su lugar de siempre y acomodarse allí.
- Casi no hablas... ¿por qué? - preguntó el contrario mientras daba otro sorbo de su café.
El azabache no quiso girarse para verle, pensaba que no había necesidad si solamente debía de responder, por lo que solo dijo un: el trabajo no está para hacer amigos.
Y apenas dijo aquello dejó algo sorprendido a su compañero, claramente en un trabajo como deberían hacer todo en equipo lo más fácil sería tener una simple amistad, pero al parecer piensa todo lo contrario a él.
"Todos somos diferentes, es algo claro y entendible que su forma de pensar sea distinta a la mía" pensó para desviar su mirada a otro lugar del salón. Se estaba volviendo algo incómodo todo esto, los demás no habían llegado por lo que solamente estaban ellos dos, solos.
No tenía en mente que hacer para relajarse un poco, desde un inicio el hombre de cabellos oscuros y ojos violetas le había parecido muy extraño y eso todavía no cambiaba, pero al ver como este sacó su teléfono para ver algunas cosas se tranquilizó y copió su acción por unos minutos, no le gustaba hacer contacto visual con desconocidos le parecía muy extraño e incómodo.
Minutos después llegó una mujer al lugar, esta llevaba un traje blanco arreglado a la perfección al igual que su cabello oscuro, y el chico que antes estaba nervioso se tranquilizó al verle, era su novia, a la que estaba esperando para hablar un rato antes de que llegaran los demás. Lo cual hicieron pero no antes de presentársela a su compañero, esto no prestó tanta atención como creía que iba a pasar pues siempre que se la presentaba a alguno de sus compañeros "hombres" estos siempre le lanzaban algún alago y a veces este solía ser subido de tono, le pareció extraño pero le tranquilizó de alguna forma el pensar que no iban a molestar a su chica cuando esta vaya a dejarle alguna merienda al trabajo.
Mientras que la feliz pareja hablaba por la mente del azabache solamente pasó una cosa después de haberlo pensado un poco.
"Ella fue la mujer que me entrevistó... ¿me habrá reconocido?" se pregunta para darle un vistazo a la chica que se encontraba a pocos metros de distancia, se le veía feliz con su novio "que más da..." vuelve su vista a su celular
De todas maneras no era la única persona que debió de entrevistar ese día... me esperaría el que no me haya reconocido..." pensó con lógica restándole así importancia, pero la verdad, es que la mujer si le había reconocido, ¿cómo podría quitar de su cabeza a el único hombre que ha visto con ojos violetas? no se puede, claramente le hará ser su amigo, en un futuro pero de que será su amigo será su amigo.
