Dicen que en el amor y en la guerra todo lo vale, pero... ¿Qué hay del deseo?
¿Las ganas inmensas que tienes de pecar, y que lamentablemente no puedes saciar?
Todo eso se define en una sola palabra: pecar, y vaya que me encantaba hacerlo.
Si pudier...
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=Narrador protagonista=
~ Samuel ~
- ¿Acaso estoy en el cielo? Porque estoy viendo a un bello ángel - dice Herny apenas entro a la cafetería en donde trabaja.
- No será un demonio?~ porque la vez pasada te- - no me dejo seguir ya que tapo mi boca con sus manos rápidamente.
- EH! - dice nervioso diciéndome que no dijera esas cosas allí, sonrío al recordar esa vez que me llevó a su apartamento, al parecer le pone mucho que le monten~
Le doy una lamida a sus manos y este las aparta sonrojado.
- ¿Que desea pedir? ¿Amigo mío? - me pregunta evitando lo de hace unos segundos.
- Lo de siempre, guapo - le guiño un ojo viendo como su sonrojo se expande a sus orejas. Reí el verlo.
- V-vale -tartamudeó para ir hacia recepción tropezando con algunas de las sillas con las que se encontraba.
Yo solamente negué con la cabeza, sigo sin creer lo nervioso que le pongo con tan solo decirle unas palabras, ese es el efecto que causa mi voz apenas se hace presente.
Y me gusta.
Veo una mesa que está alejada de las demás y me dirijo allí para poder estar tranquilo mientras tomaba mi capuchino.
Y apenas me siento uno de los hombres que habían en el lugar me comienzan a pispear y cada que no le prestaba atención sus amigos le seguían el juego.
"Que molestos" pensé.
- Oye lindo - me llaman pero volteo para verle - a mi amigo le gustas - dice riendo entonces escucho como unos pasos se acercan - pregunta que si.. aceptarías ir a una cita con él - dice sin pensarlo.
- ¿Mmh? - musite para ver de quien se trataba y era un chico de cabello pintado a un blanco, giro un poco para ver quien era su "amigo" y me encuentro con un chico unos años menor que yo de cabellos claros y ojos oscuros, es cierto que esta guapo y todo pero ahora lo que busco es un trabajo no acostarme con alguien que me encontré en la cafetería.
Es cierto que el Samuel de antes hubiera aceptado sin pensárselo dos veces y ahora mismo estaría llegando a su apartamento besando locamente al chico pero ahora no es momento para tener un buen sexo, no ahora.
- Lo siento pero tengo otros planes - dije para girar de nuevo y no verles.
- No puedes el.. viernes? de la próxima semana quizás? - sigue insistiendo.
- No, tengo trabajo asi que lo lamento pero no puedo - mentí porque ahora mismo era un desempleado con clase y orgullo aunque quien quita que en unos días consiga un trabajo decente..
