×Addict×
= Narrador Omnisciente =
~ Samuel ~
- Aah~ - los gemidos abundaban en la caliente habitación, siendo las paredes los únicos testigos de aquel furtivo encuentro.
La cama rechinaba con cada estocada que daba el mayor de ojos verdes, quien no dejaba de ver con deseo a su amante quien se mantenía con los ojos cerrados llorosos del placer que le estaban otorgando en ese momento.
- ¡Aaah! - una fuerte estocada en su próstata le hizo gritar y abrir sus ojos de golpe dejando sus preciosas amatistas a la vista - a-aah - volvió a gemir, pues su acompañante no daba indicios de querer terminar, después de las anteriores rondas que habían tenido - po- por favor... ah! - pedía a lloros con sus ojos nublados del placer.
Era cierto que le encantaba el desastre que estaban haciendo en él, pero su cuerpo ya no podía más, aquel monumento que le había interesado desde que le vio había pagado por él cinco horas así que no podía hacer nada más que aguantar un poco más, sabía perfectamente que no debía de desmayarse antes de que el mayor terminase por lo que pedía en su subconsciente que aguantara un poco más.
Subconsciente que dejó de funcionar cuando sintió como clavaban sus uñas en sus caderas para arrebatar fuertemente dentro suyo, y entonces no pudo más, se vino a chorros sobre el abdomen de ambos, por quinta vez consecutiva.
- Mmg! - pero claro, el oji esmeralda no se detenía por nada del mundo, ya que, no había terminado aún.
- Tu interior... es delicioso! - alagaba al azabache cada vez que arremetía contra él sacándole gritos más agudos que los anteriores.
- Aa-aahh! - en cambio para la persona a quien iba esos halagos, esta seguía perdido completamente y no era capaz de decir alguna palabra de lo desconcertado que se encontraba. Nunca pensó que tal señor fuera capaz de formar estragos en su interior.
Un fuerte jalón en sus cabellos le sacó de su ensoñación, le habían agarrado fuertemente la cabeza para acercar su rostro y besarle con rudeza. El solo pudo corresponde lo mejor que podía, estaba muy cansado como para seguir, algo que le extraña demasiado, pues nadie nunca antes le había echo sentir de tal manera que no quiera hacer nada más que dormir.
Sintió como le mordieron el labio de manera brusca, pero eso solo logró que le calentaran aún más.
- Valió la pena gastar cada maldito euro en ti... - le escuchó decir con dificultad entre suspiros - valió la maldita pena... - le escuchó repetir para luego sentir como le llenaba con su esperma y como un ronco pero sexi gruñido salía de su garganta. Le veía muy satisfecho y le encantaba, le encantaba ver como los hombres se volvían locos con solo probarlo una vez.
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ఌ︎𝐴𝑑𝑑𝑖𝑐𝑡ఌ︎ •Rubegetta +18•
Fiksi PenggemarDicen que en el amor y en la guerra todo lo vale, pero... ¿Qué hay del deseo? ¿Las ganas inmensas que tienes de pecar, y que lamentablemente no puedes saciar? Todo eso se define en una sola palabra: pecar, y vaya que me encantaba hacerlo. Si pudier...