Dicen que en el amor y en la guerra todo lo vale, pero... ¿Qué hay del deseo?
¿Las ganas inmensas que tienes de pecar, y que lamentablemente no puedes saciar?
Todo eso se define en una sola palabra: pecar, y vaya que me encantaba hacerlo.
Si pudier...
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= Narra Samuel =
~ Samuel ~
- ¡Dios! sigo sin creerme eso de que en dos días me iré a Madrid.. - digo en voz baja manteniendo mis dedos en el puente de mi nariz.
- Pues si sigues así nunca te irás - comentó Guille en risas como siempre.
- Que positivo amigo~ - levanto el rostro para sonreírle.
- Asi soy yo, don positivo - dice sacando pecho agitando un poco su cabello.
- Si si, como digas - reí también - ahora si, la razón de por qué vine a tu departamento... - dije después de recordar el por qué estoy allí con él, como apenas llegar le ví con una lata de cerveza en la mano me ofreció una y ahora me encontraba tirado en su sofá.
- A, cierto - da otro sorbo de su cerveza para mirar a algún lado de la sala - ya tienes departamento en donde quedarte - soltó al fin provocándome una pequeña sonrisa feliz de lo fácil que se le hacen los favores - pero te tocará compartir piso~ - dice para verme con una de sus sonrisas de doble intención las cuales solo hace cuando algo resultará divertido para él.
- Si mi compañero será un lunático del sexo lamento declinar tu oferta - le dije para repetir su acción: tomar un poco de mi cerveza y ver hacia otro lado.
- ¿Qué dices? - le escucho reír a todo pulmón - claro que no - niega rotundamente sin dejar sus carcajadas de lado - estarás con Kris, mi hermana -
He? Cómo que kris...
La misma Kris hermana de Guillermo Díaz?
- ¿Hablas de la misa Kristina? - le pregunté para verle de nuevo y le veo asentir - ¿la misma Kris con la que fuimos hace dos años a Málaga? - otra pregunta porque todavía no me lo creía, hace mucho no hablaba con la chica ni por mensaje, solamente miraba algunas de las fotos que subía a su cuenta de instagram nada más.
- Sip - vuelve a asentir.
- Wao chaval, hace tiempo no le veo - dije para dirigir mi vista al techo.
- Una de las razones que apenas hablé con ella se ofreció - le escucho reír.
- Y me alegro de que sea así - sonreí.
~×~
- Hace mucho no me invitabas a salir - dice Elyas para sentarse en la silla de en frente.
Yo solo le sonreí.
- ¿Te gustaría pedir algo? - pregunte manteniendo mis manos sobre mi regazo, sabía que si las ponía sobre la mesa él iba a tomarlas - tranquilo - digo al ver como separa sus labios para hablar - yo pago - asegure.
- Bueno pues... que bien - sonríe de oreja a oreja.
Le devuelvo la sonrisa para llamar con un ademán a alguno de los chicos que trabajaban en el lugar. Un chico de ojos grises me ve y se acerca a nuestra mesa.
