El primer beso.

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Tomé una respiración profunda. ¿Cómo se suponía que iba a responder a eso?

—Estoy bastante segura de que no sé a qué te refieres Draco.—Respondí.

—Te pregunto si le dijiste lo que te susurré al oído antes del desayuno, Venus, porque ella y Blaise realmente parecen bastante presuntuosos consigo mismos y ella parecía ansiosa por llevarte a pociones quince minutos antes—arrulló.

Sentí que mi respiración se atascaba.

—Ambos sabemos que al final se lo habría sacado a uno de nosotros.—Respondí.

—Hmmm supongo que tienes razón. Y una última cosa.—Dijo suavemente

—¿Sí Draco?

—Deberías decirle a Pansy que deje de gritar sobre mí en tu dormitorio. Pude escucharla esta mañana. Nuestros dormitorios no están tan lejos el uno del otro.—Dijo mientras se levantaba y salía de la torre dejándome sentada sola.

—Dios santo.—murmure en voz baja una vez que estaba segura de que se había ido. Deje que mi cabeza cayera en mi manos por completo asombro por toda esa conversación.

Rápidamente me levante y me puse mi sudadera. Salí corriendo de la torre y volví a la sala común. Mire a mi alrededor para tratar de detectar a Pansy y Blaise, pero no estaban. Suspiré de frustración y me fui a mi dormitorio. Una vez que entre, cerré la puerta detrás de mi y me deslicé hacia el suelo y me senté con los ojos cerrados.

—¿Aw, te puse nerviosa Smith?—escuche reír su voz.

Levante la cabeza para ver a Draco tendido en mi cama, mirándome.

—¿Cómo demonios entraste a mi dormitorio?—dije de vuelta.

—Deberías ponerle seguro a la puerta, Venus, ahora respóndeme. ¿Te puse nerviosa en la torre de astronomía, cariño?—se levantó un poco para sentarse.

—N-no lo hiciste, ¿y por qué estás aquí? Estuviste conmigo en la torre hace menos de de cinco minutos.—joder, tartamudeé. El camino hacia mi lentamente. Una vez que estuvo se paró sobre mi, se agachó para que estuviéramos cara a cara. Mire a un lado. Dios, ni siquiera podía enfrentarme a él.

Sentí que su fría mano me agarraba la barbilla y tiraba de mi cara hacia atrás para mirar la suya. Sus anillos presionaron contra mi piel.

—Eres una terrible mentirosa Venus. Mírate. Ruborizada por el hecho de que estoy en tu dormitorio. ¿Qué tienes que ocultar, hmm?—él dijo. Sabía que iba a llegar a mí. Y lo disfrute. Ignoró lo último de lo que dije. Y para ser honesta, yo también.

Noté mi guitarra en la cama. No es su soporte.

—Parece que alguien estaba tocando mis cosas, Malfoy.—cambié de tema mientras miraba por encima de su amplio hombro.

—Te estaba esperando. Tardaste más de lo que pensaba. Tocas algunos instrumentos, ¿verdad? Recuerdo que lo dijiste en segundo año.—continuó.

—Solo guitarra y piano.

Se puso de pie y se acercó a mi cama. Tomó la guitarra.

—También te he oído cantar. No estás tan mal Smith.—miró alrededor de la habitación. Con confusión.

—¿Dónde está el piano?—me miró confundido.

—No canto Malfoy. Esa es información falsa.—sonreí mientras me levantaba y caminaba hacia el maletero al final de mi cama. Siempre mantenía limpia mi habitación. Justamente por esta razón.

Tomé mi varita y la golpeé en el maletero. El maletero comenzó a girar y se convirtió en un piano. Me detuve sobre mi silla de escritorio y me senté frente al piano y empecé a tocar para él. Cerré los ojos mientras mis dedos pasaban encima de las teclas. Lo escuché levantarse de la cama y pararse a mi lado. Abrí los ojos para mirarlo. Sus brazos estaban cruzados frente a él, sonrió ligeramente. Mire hacia atrás a mis manos.

—Tu cantas Venus. Cuando te concentras, tarareas o cantas en voz baja. Crees que nadie te escucha. Pero yo siempre escucho. Eres bastante buena en ello.—él dijo. Estaba justo a mi lado. Sentí su roce lateral contra mi brazo mientras tocaba.

—¿Por qué me prestas tanta atención, cuando solo soy yo?—cuestioné. No deje de tocar, parecía disfrutarlo.

—Juegas con tu cabello cuando estás nerviosa. Y cada vez que tienes una pesadilla juegas a calmarte de nuevo. Te escucho por la noche. Escucho los gritos. Espero las notas amortiguadas a través de las paredes. Para saber que estás bien. Y cuando Blaise se pone nervioso, siempre escondes su arco de violín. Porque sabes que entrará en tu dormitorio y terminará hablando contigo. Te presto atención Venus porque eres la única persona en esta escuela a la que vale la pena prestar atención. Ver tu cabello hecho un lío esa noche en las escaleras me hizo pensar en lo mucho que hago.—dijo en voz baja.

Respiré hondo mientras me mordía el labio tratando de no sonreír.

—¿Qué más?—pregunté.

Suspiró y agitó la cabeza antes de hablar.

Cuando encuentras algo realmente gracioso, resoplas un poco al final de tu risa. Siempre sales a correr por la mañana muy temprano si lo logras dormir. Nunca me di cuenta hasta la otra noche de que siempre llevas ese anillo en el pulgar. Y lo usas en el pulgar porque es demasiado grande para caber en cualquier otro de tus dedos. Lo que significa que pertenece a otra persona. Tal vez a uno de tus padres.—él dijo. Abrió la boca para seguir, pero lo detuve.

—Creo que fue de mi madre. Fue lo único que me quedó de ella en la casa después de que se fuera. Lo traje conmigo cuando huí a Hogwarts.—solté. Había dejado de tocar. Sentí una lagrima correr por mi mejilla. La limpié rápidamente y traté de reponerme para volver a tocar.

Extendió la mano y tomó mis dos manos haciéndome mirarlo. Me saco de la silla y me besó la frente antes de abrazarme.

—Venus, lo siento mucho, no debí haber dicho esa parte.—dijo contra mi cabello. Su cabeza estaba enterrada en mi hombro. Estaba de puntillas tratando de localizarlo. Me aleje y sostuve su cara en mi manos y dije.

—Draco no hay necesidad de disculparte. No dirías haberlo sabido. Es solo que eres la única persona a la que le he dicho estas cosas.

Me levantó en sus brazos para abrazarme de nuevo. Mis pies estaban lejos del suelo, así que los envolví alrededor de su cintura. Mientras mi cabeza estaba al lado de su cuello, sonreí mientras comenzaba a besarle el cuello suavemente. Le besé la cara a lo largo de su mandíbula y me dirigí a sus labios. Lo miré a los ojos mientras sonreía antes de cerrar mis ojos y besarlo suavemente. Y me devolvió el beso.

Se alejó, todavía sonriendo y habló.

—Te voy a dar dos opciones Venus. Vas a la próxima fiesta de Slytherin conmigo. O vas a mi próximo partido de quidditch.

—¿Estas hablando enserio? Parece que realmente no me conoces en absoluto, Draco.

—¿Qué tal si vas a ambos?—sonreí.

—No voy a fiestas y hay demasiada gente en los partidos.—explique.

—Bueno, elige uno. O simplemente te llevaré a ambos.—me sonrió.

Ya no le sonreía.

—El partido de quidditch.—murmuré.

Se rio de mi respuesta antes de derribarme. Le sonreí.

—Se está haciendo tarde, probablemente debería prepararme para acostarme.—le dije.

Asintió y me sonrió amablemente.

—Si tienes alguna pesadilla, no dudes en ir a mi dormitorio.—dijo antes de besarme la frente.

—Lo pensaré. Buenas noches Draco.—le dije cuando empezó a alejarse.

—Buenas noches Vee.—dijo antes de cerrar la puerta.

Esa fue la primera vez que Draco me llamo 'Vee'.

HOW DEEP IS THE LAKE | Draco MalfoyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora