El ataque.

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Advertencia: este capítulo habla de un ataque.

[...]

Pasaron días antes de que pudiera enfrentarme a Pansy y Blaise. Habían sabido de mi secreto durante cuatro años y nunca pensaron en decírmelo. Estuve escondiéndome de ellos durante tanto tiempo y lo sabían.

De alguna manera estaba en conflicto. Tenían buenas intenciones al esperar a que yo se los dijera a su tiempo. Pero también hubiera deseado que me lo hubieran dicho antes para que no tuviera que esconderme.

Pasé tres días haciendo lo mismo de nuevo. No podía mirar, ni hablar con Pansy, así que no comí con ellos en el gran salón a la hora de las comidas. Me quedé en mi dormitorio para desayunar, almorzar y cenar. De todos modos, no tenía ganas de comer, pero Draco vino a mi dormitorio una vez que terminaba de comer con algo para que yo comiera todos los días. No se lo perdía. Era solo él siendo reflexivo.

Draco me vigilaba por la noche, como siempre. Él recibió la indirecta de que quería estar sola mientras averiguaba que decirle a Pansy y Blaise. Las pesadillas iban y venían durante la noche.

Tampoco me senté con ellos durante ninguna de nuestras clases. Draco se sentó con Blaise al final de la clase. Habían hablado entre sí. Y Pansy se sentó en el escritorio junto a ellos. Empecé a sentarme al frente de la clase, así que Pansy no pudo intentar hablar conmigo.

Decidí esta mañana que me sentaría con ellos en el desayuno. Sabía que no podía guardar el rencor durante mucho más tiempo. Comencé mi día como de costumbre y me dirigí al gran salón. Mis ojos vieron al trío de inmediato, bueno, primero vi a Draco. Pero era casi seguro que dónde estaba Draco estaba Blaise.

Me dirigí a nuestro lugar habitual y me senté junto a Pansy sin decir una palabra. Sentí que todos ellos me miraban fijamente. Miré a todos mientras comía un trozo de mi tostada.

—Un saludó estaría bien. No he hablado con ustedes dos en tres días.—dije con la boca llena.

Sentí que Pansy me ponía su brazo alrededor de mi hombro mientras comía.

—Hola Vee.—sonrió mientras le regresaba la sonrisa a Blaise. Sabían que era mi forma de tratar de mejorar las cosas de nuevo.

Reímos y platicamos durante el desayuno y las clases del día. Y después nos sentamos en la sala común. Me senté con Draco en el sofá mientras Pansy se sentaba en el suelo y Blaise se sentaba frente a nosotros en el sillón. Después de una hora tenía la cabeza apoyada en el brazo de Draco y estaba medio dormida. Fue un día largo, las clases y las comidas se sentían como si se prolongarán para siempre.

Casi me duermo antes de escuchar a Pansy susurrarle a Draco que me llevara a mi dormitorio. Sentí que Draco me levantaba la cabeza de su hombro antes de que me levantara. Me dejé dormir en sus brazos mientras me llevaba a mi dormitorio.

Me desperté sola en mi dormitorio y con una camiseta. Miré el reloj de la pared. Había pasado una hora y ya no quería estar sola en mi dormitorio. Me levanté de la cama y me puse pantalones de chándal y una sudadera con capucha antes de asomarme a los pasillos para ver si el trío todavía estaba sentado junto al fuego.

No vi a nadie sentado en la sala común y decidí ir al dormitorio de Draco. Mientras me dirigía a su dormitorio, escuché a alguien llamarme.

—¡Venus!—me di la vuelta al escuchar mi nombre, me encontré con Adrián Pucey caminando hacia mí. Sólo llevaba pantalones de chándal. Era más bajo que Draco. Y tenía una construcción muy diferente.

—¿Si, Adrián?—le respondí. Se para frente a mí, todavía era lo suficientemente alto como para que yo tuviera que levantar la mirada.

—Esperaba preguntarte acerca de querer sentarte conmigo a desayunar mañana, sin ser interrumpido por Malfoy.—él sonrió. Negaba con la cabeza mientras respondía.

HOW DEEP IS THE LAKE | Draco MalfoyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora