LOKI || SYLVIE & LOKI || IF I TELL THE TRUTH || MARVEL

Variante

Londres estaba lleno de personas, la convención de ciencia y tecnología se había vuelto muy popular los últimos años a causa de la constante presencia de personas que podían poseer ciertas "habilidades", poderes, como algunos se atrevían a llamarlo.

Los vengadores se habían vuelto tan importantes, que cuando la mitad del universo regresó, no solo los consideraban salvadores, sino que, se habían convertido en una especie de íconos de moda, literatura, ciencia, educación, prácticamente todo. Y ahí estaban, Sylvie, Loki y Sven caminando hasta llegar al lugar donde Nathaniel Richards presentaría su proyecto.

Durante cinco años sola, Sylvie buscó el tempad con el que se había quedado después de haber cruzado el portal, lo había ocultado desde entonces, hasta ese día, que se aferraba a él como si su vida dependiera de ello, estaba lista para usarlo en cualquier momento.

—Sylvie, esto es horrible —decía Loki mientras se abría paso entre las personas con Sven en los hombros.

—Cállate, Loki —giró para mirarlo—. Llevas quejándote toda la mañana.

—Apuesto a que lo extrañabas.

—Para nada.

—Mentirosa.

—Soy Loki, papá —agregó Sven.

El pequeño estaba disfrazado de Loki, uno pequeño, por supuesto.

—Claro, Sven —sonrió— ¿Te das cuenta, Sylvie? Sven es de los nuestros.

—Por supuesto, Loki. Es tu hijo —ponía los ojos en blanco.

—¿Ves eso, Sven? —Loki alzaba la vista— Adoro hacer enfurecer a tu madre.

El pequeño sonreía.

Caminaron unos metros más y encontraron el lugar.

—Es por aquí.

Sven y Loki seguían a Sylvie, entraron a un salón amplio y medianamente lleno de personas esperando a que la conferencia empezara, ellos se sentaron al final de una fila y esperaron, una pareja se acercó a ellos; la mujer le sonreía al niño:

—Loki, ¿cierto? —preguntó la mujer, al mirar el disfraz.

El niño asintió, tímido.

—Claro —respondió su padre, amablemente.

—¿También tienes superpoderes? —la mujer se inclinaba para preguntar al niño.

Sven volvía a asentir, esta vez, un poco más animado.

—Puedo enseñarte.

—¡No! —contestaban Sylvie y Loki al mismo tiempo.

La mujer miró aterrorizada a los padres del niño.

—Hace muchas bromas —respondía Loki con una sonrisa fingida en los labios.

La pareja se alejó, prefirieron sentarse en otro lado.

—No hagas eso, Sven.

—Pero ella sabía que tenía magia, mamá.

—Solo mantengámoslo como un secreto, ¿de acuerdo, hijo?

Sven, que estaba sentado en el regazo de su padre, asintió.

Afinaban algunos detalles finales en el escenario, contenía infinidad de instrumentos que ni Sylvie ni Loki podían reconocer.

—Oye, Sylvie —decía él, sin dejar de mirar el escenario —. Si las cosas no salen como esperamos...y necesitamos correr, no sé, defendernos, ¿qué haremos con Sven?