Kiriu:
Al salir del hospital, Mei se fue para su casa y yo para la mía.
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Estaba mirando el techo, acostado en mi cama, pensando.
— ¡Ya lo decidí! ¡Le declararé mi amor a Mei!- dije decidido. Llevaba tiempo pensando en si me confesaba o no. Y hoy me decidí.
— Mañana se lo diré. — marqué su número de celular y la llamé.
PIII
PIII
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— ¿Hola?
— Hola Mei, ¿oye puedes venir mañana al parque? ¡Tengo algo muy importante que decirte! — dije, estaba nervioso, muy nervioso.
— Emm... lo siento Kiriu-kun pero mañana tengo algo que hacer, de verdad lo siento.
— Oh, tranquila, no pasa nada. Bueno, hasta luego Mei.
—Hasta pronto Kiriu-kun... lo siento.
Colgué, estaba triste porque es la primera vez que Mei tiene algo que hacer cuando esta conmigo, ¿pero que digo? Ella es una persona cualquiera, ella también tiene cosas por hacer como cualquier humano en este planeta.
Eran las 7:00 p.m, asi que decidí irme a dormir.
Mei:
Le estaba contando a Petronila lo que había pasado desde que llegué al parque con Kiriu hasta que salimos del hospital.
De pronto, recibí una llamada de Kiriu.
Rápidamente, agarré mi móvil y contesté la llamada.
— ¿Hola?
— Hola Mei, ¿oye puedes venir mañana al parque? ¡Tengo algo importante que decirte! — sabía lo que me iba a decir, se iba a confesar.
Me va a decir que me quiere, no puedo permitir que los sentimientos de Kiriu se descubran. Por el bien de los dos no puedo.
— Emmm... lo siento Kiriu-kun pero mañana tengo algo que hacer, de verdad lo siento. — ya sabía lo que me iba a decir, por si no lo recuerdan soy una cupido. Por lo que puedo saber los sentimientos de las personas hacia otras. En realidad no tenía nada que hacer, pero no puedo permitir que diga sus sentimientos. Tea no puede hacerle nada a un humano, si no conoce sus verdaderos sentimientos, por eso pedía ayuda a los cupidos más sabios para que les dijera los sentimientos de los mortales. Pero no puede pedir ayuda para saber los sentimientos de Kiriu si yo estoy con él.
Por eso no puedo dejar que me confiese sus sentimientos, porque no quiero que le hagan daño.
— Oh, tranquila, no pasa nada. Bueno hasta luego Mei.
— Hasta pronto Kiriu-kun... lo siento.
Dicho esto colgó la llamada, me sentía muy mal estarle mintiendo a Kiriu, pero es para protegerlo...
—Amante de las letras.
