Capítulo 5. Quererte besar sin poder besarte, tocar sin poder tocarte...

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Era ya la última clase con su profesor de Inglés, Hizashi Yamada, tan pronto sonó el timbre todos comenzaron a pararse de sus lugares.

— ¡Chicos los espero en el partido, recuerden que lo estaré narrando, así que vayan a apoyar a los poderosos Leones de la U.A.! — mencionó con mucho entusiasmo antes de retirarse del aula.

Izuku y compañía iban saliendo del lugar y al voltear hacia atrás notaron el alboroto y como iban gritando porras al equipo que se dirigía al estadio, en unas horas comenzará el juego por lo que tendrían que dar un último vistazo a la jugada.

— ¡Waaaa estoy muy emocionada! — Mina se encontraba brincando alrededor del peliverde. — Hoy por fin se verán las caras, estoy orgullosa de ti Izuku.

Todas asintieron e Izuku solo se dedicó a sonrojarse y soltar pequeños balbuceos inaudibles. Llegando a su dormitorio empezó a arreglarse y darse una manita de gato, aunque el pecoso pensaba que lo que necesitaba era pero un zarpazo de tigre, se puso la playera de los Leones de U.A. para apoyar al equipo, solo una playera blanca con el dibujo de un león al frente y las iniciales de U.A abajo de este, se perfumó e intentó arreglar su cabello sin éxito.

[...]

El partido daría inicio a las 6 p.m., con 4 bloques de 15 minutos cada uno, sin embargo no hay una duración específica, puede ser desde 2 a 4 horas, ya que las reglas del juego permiten que el marcador se pare y el tiempo real se extienda, añadiendo que se pueden solicitar time out para preparar una línea ofensiva o si desean revisar alguna jugada, de igual forma se realizan dos descansos entre el primer y segundo bloque de tiempo, así como en el tercer y cuarto. El time out se permite a cada equipo realizarlo 3 veces, este lo piden el mariscal de campo y el entrenador. 

[...]

Faltaba media hora para las 6 p.m. e Izuku y sus amigas se apresuraron para llegar al estadio y tener buenos lugares. Se acomodaron en los asientos asignados para el equipo en casa, por suerte alcanzaron lugares en medio con vista perfecta, eso si no fuera por las porristas, porque para el pecoso ver a Camie saltando y luciendo perfecta en ese diminuto uniforme no era del todo su agrado.

Enfrente pasando la cancha estaban las gradas para los visitantes, era un lleno total, no solo estaban los estudiantes, iban familiares de los jugadores, aparte los alumnos de la academia contraria, estudiantes de otros campus y cualquier persona ajena que quisiese disfrutar de un buen partido, por supuesto todos pasaban por un filtro de seguridad.

Esta vez jugarían contra los Delfines de Shiketsu, sus más grandes rivales, la última vez los Leones perdieron, por lo que buscaban venganza, además que ahora estaban en su casa, no se dejarían vencer, el haber perdido el juego pasado dio directo al ego de Katsuki y se encargaría de llevar a su equipo a la Victoria, después de este partido "amistoso" comienzan las clasificatorias con la temporada de invierno y no querían dejar en mal a la U.A.

Los jugadores comenzaron a entrar a la cancha, esta vez omitieron las gran entrada que hacían cada partido, Izuku suspiró al ver a su Kacchan con el uniforme, se miraba tan sexy, con un casco negro cubriendo su cabeza, la jersey de igual forma color negro con el número 10 en color naranja en un tamaño notorio al centro y arriba de este el nombre del equipo "LIONS", el pantalón y las calcetas también iban a juego en color negro con una franja a los costados en naranja, con sus debidas protecciones en sus hombros, pecho, codos, manos y rodillas; el pecoso estaba casi babeando por lo perfecto que se veía.

Izuku de pronto visualizó a Katsuki sentarse en la banca y revisar su celular, pensó que sería buena idea mandarle un mensaje, así que lo hizo.

Izuku de pronto visualizó a Katsuki sentarse en la banca y revisar su celular, pensó que sería buena idea mandarle un mensaje, así que lo hizo

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