Capítulo 13. Si tu quieres ir a 1000 yo estoy en 999...

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— ¡Qué es lo que está pasando! — Un guardia del lugar se aproximó a la escena viendo al tipo tirado intentando levantarse.

— Este sujeto intentó sobrepasarse con él — contestó Katsuki señalando a Deku.

— Conoces las reglas imbécil, todo con consentimiento — el guardia tomó al hombre de los pies y lo arrastró para sacarlo del lugar.

Izuku seguía en los brazos y pecho de Katsuki, en su lugar feliz, ronroneaba por dentro al sentir esa calidez, pero debía despertar de su nube, tomó al cenizo por un brazo y caminó con prisa jalando al contrario, Bakugou no puso resistencia y dejo que lo hiciera.

Entraron a una pequeña habitación donde había una cama y un tocador, Izuku empujó a Katsuki sobre el colchón y se le tiró encima.

— ¡Perdóname Kacchan, es mi culpa que estés así, es mi culpa que tu temperamento haya aumentado, es mi culpa todo es mi culpa! — el pecoso chillaba sobre el pecho del mayor.

Izuku al darse cuenta de su acción se levantó de golpe, junto sus manos sobre sus muslos y agachó la mirada.

— P-perdón, no de-debí hacer eso.

Katsuki, quien ya estaba sentado a la orilla de la cama, se sentía la persona más mierda del mundo al ver a su pecoso lagrimeando, "soy un estúpido" se regaño para sí mismo.

— P-perdóname tú a mi — definitivamente era un estúpido, Deku se sentía culpable por su culpa. — Dije que estaría contigo y no fue así, mi jodido enojo y frustración ganó por sobre el amor que siento por ti, te deje solo mientras todos te señalaban y hablaban de ti... fui un cobarde, ahora estoy aquí refugiándome en el bendito alcohol y en las garras de mi ex novia — musitó con lágrimas en sus ojos.

— Yo también fui un cobarde Kacchan, tenía mucho miedo, tengo mucho miedo, no quiero que nada le pase a la gente que quiero y eso te incluye a ti, sobre todo ahora, este mes que nos distanciamos, tú... por mi culpa... nunca debí responder tus mensajes — imaginaba que si existiera una máquina del tiempo entraría y regresaría al día en que Katsuki le mandó aquel mensaje para no contestarle.

— No Deku no es tu culpa, joder — se levantó y caminó hacia donde el pecoso, tomó su mentón y lo levantó para que lo mirara. — Has sido lo mejor que me ha pasado en esta vida de mierda que tengo, siempre desde que era un mocoso, me la vivía entrenando, haciendo tareas, estudiando, no salía a ningún lado, no tenía amigos y los que llegue a hacer en escuela media solo me buscaban porque el entrenar americano me hacía destacar — lo cual era cierto, los chicos que fueron sus amigos solo le seguían por conveniencia y para que les ayudara a entrar a donde él entrenaba.

— Hasta que entre a la academia y esos dos idiotas me arrastraron con ellos, aunque al principio fui un imbécil con ellos, siempre estuvieron para mi desde el día uno — todavía recordaba la primera vez que Kirishima y Kaminari se acercaron a él y por más que los quiso alejar estos no se rindieron. — No tenía experiencia sobre tener una relación, cuando Camie llegó pidiéndome ser mi novia acepte solo porque me sentí presionado a mi mismo, todos decían que el capitán y la líder de porristas debían estar juntos y no te voy a mentir, me gustaba matar el tiempo con ella.

El pecoso miraba en silencio, debido a que veía como Kacchan lagrimeaba y apretaba el puño sobre su pecho.

— Pero después llegaste tú, entraste a mi vida como un huracán, haciéndome sentir cosas que yo nunca antes había experimentado, después del incidente en el estadio, todos los días agradecía que hayas llegado a mi vida, pero eso también me asustaba, temía que en cualquier momento yo la cagara contigo y ahora...— bajó sus manos a sus costados y las empuño con fuerza. — Y ahora la he cagado contigo, por ser un maldito cobarde que te dejó cuando más lo necesitabas, estaba tan molesto de que mintieras y te culparas, que en lugar de quedarme hasta que me dijeras la verdad o simplemente apoyarte... me fui— su llanto se hizo presente. — Todos los días intentaba ir a buscarte, pero tú... tú no mereces a un cobarde como yo.

Si tú quieres ir a 1000 yo estoy en 999...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora