— Ch-Chisaki ahora si de esta no te vas a poder salvar — decía Kaibara con la respiración agitada.
Después de salir de los baños cargando a Chisaki junto a Tomura, salieron del edificio dirigiéndose a los vestidores del estadio de americano, pensando en que sería la mejor ruta, ya que lo más probable era que Katsuki entrara en sus habitaciones y los reprendiera uno a uno.
— ¿Voy? — contestó con sorna sentado en una de las bancas. — Vamos mi querido amigo, tanto peca el que mata a la vaca como el que le agarra la pata.
Shigaraki se recargó en uno de los casilleros pensando en cómo saldrían de esta, porque para su desgracia alguien los vio, no fue como las otras veces.
— Deja de darle vueltas Shiga, no nos harán nada, hablaré con mi padrino, además en el camino lo pensé y ya se lo que diré — miró a ambos chicos dando un guiño.
En la mañana, Izuku al abrir los ojos notó que Kacchan no estaba, tocó sobre la superficie de la cama donde el cenizo durmió y se sintió helado, por lo que llegó a la conclusión que debió haber despertado ya hace un rato, se levantó y tocó a la puerta del baño pero no escucho respuesta, con un suspiró entró a hacer sus necesidades y se duchó.
Salió ya cambiado y se sentó a la orilla de la cama, perdido en sus pensamientos de a dónde habrá ido Katsuki, recordó los besos que se dieron, se sonrojo tomando sus mejillas por la emoción, sin embargo también llegó a su mente el horrible suceso que vivió con Chisaki, agachó su mirada a la alfombra con tristeza, sin embargo un sonido a su puerta hizo que despabilara sus pensamientos.
— Deku soy yo, ábreme por favor.
Izuku se levantó de golpe y abrió la puerta tirándose en un abrazo hacia el cenizo, el contrario correspondió con uno de sus brazos libres, pues en el otro colgaba de su mano una bolsa.
— Oye pequeña pulga casi me tiras — se alejó un poco del agarre del menor para depositar un beso en su frente y entró a la habitación.
— Imposible eres fuerte y grande, jamás lograría tirarte — respondió con una leve risita.
Katsuki puso los ojos en blanco, recordando como en la madrugada el pecoso lo había tirado con una fuerza descomunal sobre la cama.
— Fui a uno de los jodidos restaurantes del campus y compre desayuno.
Ambos se dirigieron al escritorio sentándose en las 2 sillas que Izuku ahí tenía, Katsuki sacó los refractarios en los que había hot cakes, fruta, leche con chocolate, jugo de naranja y un pay de limón.
Sin esperar se dispusieron a desayunar tranquilamente como cualquier domingo, el rubio admiraba los bellos gestos que hacía el pecoso al degustar bocado tras bocado.
— No sabía qué es lo que te gustaría desayunar, pero recordé cuando me comentaste que amas los hot cakes por la mañana.
— Estuvo delicioso Kacchan muchas gracias — su felicidad fue apagada en un instante, pues de repente agacho su mirada.
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Si tú quieres ir a 1000 yo estoy en 999...
FanfictionKirishima y Kaminari están hartos de la actitud de Bakugou, no tiene ni un mes que su novia le terminó y ya les ha colmado la paciencia, por lo que deciden abrirle un perfil en Blinder, una app de citas, sin darse cuenta que pusieron en preferencias...