Después de que todos los vampiros dejaran la cuidad por la amenaza de que los humanos se enteren de la existencia de la comunidad vampira, todo regreso a la normalidad y fue tomado como una noticia falsa y en broma, pero los vampiros por precaución...
Maratón 3/3 Dedicado a Lupeterezatorres sé que no lo pidió, pero sé que esta activa en los comentarios, agradezco su apoyo a la obra, al igual que el de todas mis lector@s. Un gran abrazo.
¿Enserio? ¿otra vez ustedes? Me repetía eso mientras trataba de ocultarme en el centro comercial. Primero perdí de vista a Daisy, Max y Alejandro, luego a Belinda por entrar a los servicios higiénicos y ahora estoy tratando de escapar de estas locas personas o debería decir vampiros. La otra vez no los pude ver bien, pero los pude reconocer porque en su ropa negra llevaban un escudo en el lado derecho, qué me llama mucho la atención.
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Una llamada entrante de mi celular me sobresalto, era... Damián.
Lucía: Qué bueno que llamas, no te lo pude platicar antes, pero unos vampiros me siguieron en el parque hace unos días y bueno me los volví a encontrar -traté de no sonar asustada-
Damián: ¿Dónde estás?
Lucía: En el centro comercial
Damián: Lo sé... digo... en que parte específicamente
Lucía: Estoy -vi el nombre de la tienda antes de entrar- en la tienda "Cosas de susto" es una tienda que vende temática de terror, gran idea, pero ni modo.
Damián: No te muevas espérame ahí -colgué la llamada-
La tienda no ayudaba mucho en mantenerme tranquila, además no podía ir a otra, prácticamente está en el segundo piso y está cerca a la azotea del centro comercial pero no me daba cuenta a donde iba mientras me escabullía. Se supone que apoyo a los vampiros no que huya de ellos porque me quieren perseguir, además yo no quiero ser un vamplox, o bueno eso creo que son ya que es lo más lógico -me decía eso mientras buscaba el contacto de Daisy para marcarle-
Damián: Lucía -me abrazo apenas se acercó-
Lucía: Llegas más rápido de lo que pensé -le sonreí-
Damián: Todo va estar bien -me miro serio- tú sabes que jamás te dejaría sola y sé que confías en mí, no te haría daño -asentí un poco preocupada-
X1: ¡Creo que es ahí, entremos! -se escuchó a la distancia-
Damián: Escóndete tras esta cortina y no salgas hasta que te lo diga
Lucía: Pero -sin poder decir nada me oculto-
Okey esto ya me esta preocupando, tomé mi celular con fuerza y traté de escuchar lo que iban a decir.
X2: Ahí estas querido Farkas - ¿Cómo sabe el apellido de Damián? – o debería decirte Thurzó -dijo con ironía-
Damián: Déjate de rodeos -dijo furioso- no perderé mi tiempo con alguien como tú
X1: Bien, entonces dinos dónde está la señorita Lucía, tu tarea fue simple, traerla de vuelta a casa y tú solo aplazaste todo
Damián: ¿Qué pretendían que la llevará a la fuerza?
X2: Sí, si era necesario, esto de la cuarentena en el mundo vampiro complicó las cosas y era mejor que ella se quedará allá - *Pero ¿qué? sentí las lágrimas que caían por mi rostro ¿Qué me oculta Damián? ¿Quién es en realidad?* -
Damián: Esperen afuera iré con ella -se escucharon pasos alejándose, ¿Lucía? -me llamó- ya puedes salir -me armé de valor ¿Quién se cree? - ¿Lucía?
Apenas sentí que se acerco abrí la cortina y le tiré la lampara que encontré cerca y empecé a correr por la salida trasera que daba a la azotea mientras llamaba a Daisy.
Lucía: Vamos Daisy contesta, tienes que ayudarme -volví a marcar cuando volvía a sonar la casilla de voz- si claro, estarás para mí -dije con ironía-
Pronto llegué a la azotea del lugar y sentí como también aquellos vampiros llegaron por mi tras y volteé, ahí estaba él, Damián.
Lucía: Me mentiste -dije viéndolo directamente- eras mi mejor amigo
Damián: Y tú la mía -respondió- créeme, lo que digo es verdad -seguí avanzando de espaldas y pronto me topé con el borde de la azotea- dijiste que confiabas, por favor aléjate de ahí
Lucía: Ya no sé
(Narra: Damián)
Damián: Lucía por favor hay que hablar -dije tratando de hacer que se alejara del borde- Lucía -me acerqué
Lucía: Te dije que te alejaras -dio un paso imprevisto y cayo por el borde hacia abajo-
Damián: No, no, no, ¡Lucía! -*¡No Lucía! No sé qué haría si le pasa algo*- ¡Qué miran! -miré aquellos vampiros inútiles de mi lado- ¡Bajemos por ella! -podía sentir también su preocupación y miedo-
(Narrador Omnipresente)
Pronto Damián llego a la primera planta y corrió junto con los otros vampiros hacia donde estaba el cuerpo inconsciente y grave de Lucía, en aquel pequeño patio trasero del centro comercial donde nadie va.
Damián: Lucía -dijo suavemente, se arrodillo a su lado y tomo su cuerpo acercándolo al suyo mientras la abrazaba - Lucía -dijo con algunas casi visibles lagrimas en su rostro-
Él no podía negar el miedo que sentía, esa escena le trajo recuerdos ocultos que trataba de olvidar, el último abrazo que les dio era igual a este -la abrazo más fuerte-
