SANGRE PREDESTINADA - secuela de la serie "Chica Vampiro"

Cuenta regresiva III

(Narrador omnipresente)

Los típicos llantos vampíricos se escuchaban por toda la casa de los O' Brien, eran los últimos hechos acontecidos que habían convertido el ambiente en uno de preocupación.

María: No soportaría si le pasara algo a mon chéri -suspiraba pesadamente mientras estaba sentada en el sofá- hace siglos debieron acabar con esa plaga de cazadores cuando se pudo -miró a su costado- mi vampimuñeca, mira como te dejaron, toda -dijo con pesar- Morada -ambas lloraron-

Ana: Ya mamá, que no ves que solo estás haciendo llorar más a Daisy.

María: Pero Ana, también estás llorando.

Noelia: Bueno, no van a negar que la explosión dejó toda morada a la niña Daisy -la mencionada lloró más, y Ana le lanzó una mirada molesta a quién habló- Emm, la vampiliga de la justicia me llama, voy tarde y ya saben como son de estrictos - sin más salió de la casa-

Ulises: Cachorra -entró a la sala con un líquido extraño entre las manos- esto no te quitará el color morado de tu piel, pero te ayudará a sentirte mejor -ella recibió en vaso y se lo tomó- además no será permanente, en unas horas tu color volverá a la normalidad.

Vicente: Daisy ya no tendrás que resignarte a ser una vampimarciana -rio y su hermana le lanzó una mirada amenazante, repentinamente alguien tocó la puerta sobresaltando a los presentes-

XX: Ana soy yo, Catalina abre ya la puerta -todos se relajaron a escuchar ello-

Max: Yo también -dijo inesperadamente haciendo que Daisy se desesperara-

Daisy: Max no puede verme así -se levantó y fue corriendo a su cuarto-

Ana: Noelia abre la puerta -dijo mientras se sobaba las sienes- Noe... ni al caso, ella también salió, Vicente abre la puerta.

Vicente: Siempre le dejan las tareas al mortal -se levantó a regañadientes y fue hacia la puerta-

Catalina: Hola -saludó de manera general y tomó asiento en el sillón-

Vicente: Julieta -sonrió al verla, pronto se percató de la presencia de alguien más- Hola Esmeralda.

Julieta y Esmeralda: Hola Vicente - respondieron al unísono desganadas, prácticamente ignorándolo-

Vicente: ¿Y ahora? -se rasco la cabeza pensativo-

Catalina: En casa también estamos preocupadas, Mirco tuvo que ir al enfrentamiento -empezó a llorar-

Esmeralda: Y papá también -lloró- mi mamá aún está de viaje, y no hay nadie que me cuide si pasa algo.

Julieta: Estoy aquí -la miro- pero a mi, lo que me preocupa es mi hermano, no se que haría si le pasa algo -Vicente se acercó y la abrazó-

Ana: Ya Cata -le dio unas palmadas en el hombro- puedo entender tu tensión y preocupación, solo han llamado a vampiros destacados en estrategias de batallas, los demás apoyaran desde el área en que destacan. Así que, quienes nos quedamos debemos estar preparados para recibir con bien a nuestros familiares que fueron al enfrentamiento directamente, una vez que vuelvan -sonrió-

Catalina: Es algo positivo que estemos jubiladas de ello, pero mi hijo que tuvo que ir, me preocupa en todo aspecto -siguió llorando -

Son tiempos difíciles para los vampiros, para este enfrentamiento aplicaron sus estrategias de resistencia y enfrentamiento frente a un ataque de cualquier tipo por parte de sus adversarios.

Max: Days -tocó la puerta- sé que estás ahí -mientras todos conversaban en la sala, él aprovechó ir a verla- no sabes cómo me preocupé cuando supe de aquella explosión -el llanto de Daisy se escuchó al otro lado de la puerta, él se recostó en el marco- tal vez no me quieras ver, pasaron muchas cosas desde que nos mudamos al mundo vampiro y yo -el picaporte de la puerta fue girado y está se abrió- Daisy -la abrazó y ella correspondió, pero pronto se separaron- ¿Cómo estás? Estás tan, mora... digo estás bien -sonrió-

Daisy: Es por lo de mi piel -dijo sollozando- mira Max no me importa si ya no te intereso por lo que me pasa -trató de sonar ruda, pero él solo rio divertido -

Max: No digas eso, sigues siendo mi querida Daisy -ambos apartaron la mirada tímidos- no sé que es lo que pasará de aquí en adelante, pero Days este tiempo fue bueno para ambos y no apresuraremos las cosas.

Daisy: Estoy de acuerdo -ambos se volvieron a abrazar -

(...)

Al principio de la creación de toda especie sobrenatural y, en búsqueda del balance por ir en contra de las leyes de la naturaleza, se generó para cada una de estas especies creada, un elemento de contra peso que regulará el equilibrio del cosmos.

Un mineral, un tótem, algo que representará a esa especie y a la vez su desbalance, si bien este podría significar su continuación, también sería su destrucción.

Durante muchos siglos, entre especies, un grupo siempre buscó la dominación hegemónica, tratando de someter a su especie adversaria; no suficiente con las rivalidades, los enfrentamientos por el control absoluto tomó más auge en cierta época, generando guerras interminables a través del tiempo.

Son extensas las historias y la batalla que se libró hace siglos en el ahora territorio conocido como "Limbo". Especies sobrenaturales como los vampiros contra cazadores fueron uno de los principales enfrentamientos, pero también se involucraron otras especies como los licántropos.

-¿Qué buscan ahora con está guerra los cazadores?-

El solo poseer uno de los elementos de una especie y canalizar con la energía del "limbo" no solo significaría la extinción de toda una especie, sino también el inicio del caos. La suma de todos los elementos de cada ser sobrenatural es otra historia de holocausto para contar .

Pero ya en sí, el "intentar" traer el inicio del caos con solo un elemento sobrenatural es difícil pues no solo basta con el obtener el elemento y estar en el territorio el "limbo", canalizar una energía es muy difícil y además son necesarios otros elementos mucho más difíciles de conseguir.

Dorotea: Damián, ¿viste Lucía?

Damián: Pensé que estaba hablando contigo -respondió igualmente preocupado -

Leo: ¿Cómo pudieron perderla de vista? -dijo denotando alteración-

(...)

(Narra Lucía)

Supe que estaba en el "limbo" cuando el ambiente se tornó lúgubre, pero lo más llamativo de todo, era su especie de energía magnética atrayente.

Estaba aquí, no había vuelta atrás...