El ritual (II)

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(Narra Lucía)

Condesa: No esperaba que Leo estuviera aquí -me tomó por sorpresa la presencia de la Condesa una vez que el mencionado se fue-

Lucía: Lo invité a venir -respondí-

Condesa: No sabía que se volvieron cercanos

Lucía: Nos estamos conociendo

Condesa: ¿Querida me acompañas? – me indicó y asentí-

Ambas salimos y fuimos directo a su despacho, todo parecía normal, pero sentí el ambiente extraño; traté de ignorar esas ideas y mantenerme positiva, tal vez todo era parte de una sugestión propia. Ella sirvió dos tazas de vampité y me entregó la mía.

Condesa: Lucía ¿qué tal ha sido tu estancia aquí? -tomé asiento y ambas bebimos un poco de nuestro vampité-

Lucía: Todo aún sigue siendo tan repentino, pero no me puedo quejar de su hospitalidad

Condesa: Lamento

Lucía: ¿Qué? -dije confundida -

Condesa: Que las cosas tengan este desenlace -luego de que dijo eso empecé a sentir que mis parpados pesaban, la Condesa se acercó a mí y acarició mi cabeza- no temas Lucía -yo trataba de no quedarme inconsciente, pero era algo imposible- no temas -fueron las últimas palabras que escuché antes de cerrar mis ojos definitivamente-

(Narra Dorotea)

Era muy probable que el ritual no funcionará, el collar que hice protege a Lucía y no pone en riesgo su vida, pero hace que una probabilidad muy mayor el ritual no sea exitoso en, sé que la Elizabeth se enfadaría si se entera de eso, pero estaba segura de algo, no arriesgaría la vida de Lucía.

Damián: ¿Crees que funcioné? -preferí no responder a eso- el collar que le di ¿garantiza que no saldrá lastimada?

Dorotea: Su vida corre mayor riesgo sin el

Damián: Esta la otra opción -lo miré- el que se convierta en un vampiro completo -ignoré su comentario- no sé de qué lado estas -él protesto- quieres proteger a Lucía, pero aun así quieres que la Condesa -lo interrumpí tomando la palabra-

Dorotea: No hay lados Damián, las cosas son como son, lo profetizado está -él solo negó con la cabeza- ya casi es hora -dije finalmente mientras miraba la ventana- todo está listo, vámonos

(Narra Lucía)

¡¿Eres uno de ellos?! -un joven que nunca había visto me preguntaba inquisitoriamente-

No lo sé -miré mis manos llenas de sangre-

¡Aléjate! -gritó tratando de sonar frío, pero se notaba que lo hacía con un leve tonó de súplica y miedo- no lo puedo hacer, no

Hazlo -dije entre unos pequeños sollozos- cuida de ellos -fue lo último que dije y al parecer lo ataqué, pero no pudo decirlo con seguridad ya que todo se volvió negro y desperté-

Miré todo a mi alrededor, me encontraba recostada en un tipo de mesa hecha de piedra, era de noche y estaba al exterior; no muy lejos de mí había una gran fogata, traté de levantarme, pero caí en cuenta que estaba atada a la mesa.

Lucía: Pero ¿qué? -a mi mente vinieron recuerdo de los últimos sucesos con la Condesa- ¡suéltenme! -reclamé esperando alguna respuesta-

Dorotea: No lo hagas -apareció de la nada- es en vano y te podrías lastimar

Lucía: ¿Dorotea? -la miré incrédula- ¿Por qué?

Condesa: No temas, ya te lo dije -se acercó a nosotras después de su llegada repentina, me pude percatar que la Condesa llevaba un vestido muy elegante - no preguntes, las respuestas llegan a su tiempo Lucía.

Lucía: Claro esto es de lo más normal -las miré- tener una agradable noche mientras ¡Yo estoy atada!

(Narra Leo)

Esto ya era extraño, Lucía dijo que estaría pendiente si la llamaba, pero ya llevo timbrado a su celular un buen rato, tenía que decirle un dato importante que logré hallar tras buscar mucho -miré la página del libro de cantares de gesta muy antiguo- sí, es algo irónico, pero tiene muchas referencias, textualmente era así:

Vivirá como una leyenda,

Con un por siempre.

Erzebeth, bella dama

Condesa sangrienta, condesa inmortal

Cuya casta inmortalizó

Y la primera luz, tal vez nunca llegará,

A pesar de su anhelar.

Pero nunca se...

La lectura continuaba, pero me detuve ya que lo que llamó mucho mi atención fue lo de la casta, esa parte era la que quería que Lucía leyera; esto solo confundía más pero decidido preferí ir a buscarla para poder hablar sobre ello.

Al llegar a territorios Bathory y buscarla en su habitación, ella no estaba, de hecho, no la encontraba en ningún lugar.

(Narra Condesa)

Dorotea: La hora llego -dejó de mirar hacia arriba y dirijo su vista a mí-

Condesa: Es tiempo -me acerqué por la cabecera a donde estaba Lucía-

SANGRE PREDESTINADA - secuela de la serie "Chica Vampiro"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora