Cap 13: ¿Ana, te pasa algo?

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8:00 a.m.

Ana y Fernando están durmiendo plácidamente juntos, él ha procurado no soltarla ningún instante... sentir su calor entre sus brazos ha sido el mejor analgésico para conciliar un sueño reparador.

Un poco desubicado del tiempo y lugar despierta un tanto exaltado, hasta que sus sentidos reaccionan frenando su brusquedad, al ver la calma con la que ella descansa entre sus brazos... está refugiada en su pecho con un semblante sereno y entrecubierto por su cabello, atraído por su belleza mueve sutilmente su melena a un costado, la toma por la mejilla y se acerca sigilosamente a su rostro para mezclar sus respiraciones... es la sensación más placentera al despertar.

- ¡Mmm... no quiero! - murmura ella con reacia a levantarse mientras hunde su rostro en el hombro de él, respirándole en el cuello: - ¡Buen día mi ex cumpleañero favorito! - despierta acomodándose en sus brazos al instante que lo llena de besitos desde el cuello, mentón, mejilla comisura de sus labios: - ¿Aún no te has visto al espejo, cierto? - le cuestiona intrigada mirándolo a los ojos a pocos milímetro de besarlo.

Fernando se extraña y ciertamente se aterra... no desea dar una primera mala impresión.

- ¿Qué tengo amor? ¡dímelo! - replica ansioso.

Ella ríe traviesa: - ¡Relájate! solo que hoy estás más guapo que de costumbre... me encanta, señor - lo hace sonreír embelesado, estrujándola entre sus brazos: - Los cumpleaños te acentúan bien - le guiña un ojo: - Fernandou Lascuraín eres como el buen vino... - lo besa dándole un sensual mordisco en en labio inferior.

Fernando la gira besándola con mayor profundidad mientras coloca todo su peso sobre ella.

- ¿Perdón? - se separa sentándose al respaldar de la cama: - Aquí la única: guapa, sexy, linda, perfecta, inteligente... ¡Eres tú! - ella le sonríe lanzándose sobre él para besarlo entre risas y toquetear toqueteos, incrementando la temperatura corporal de Fernando.

- Amor, amor... ¿Qué, qué haces? - dice con la voz aguda, algunos jadeos comienzan a exhalarse de sus labios.

-Ana-
Me está besando más allá de mi cuello colocando sin restricción sus manos en mis pompas, acariciándolas con tanto deseo que mi éxtasis es inevitable... mi piel se eriza al sentir sus grandes manos recorrer toda mi espalda, deseo estar con él me excita su cuerpo, sus besos, su aliento, pero la manera tan fogosa con la que me mira es la que me crea un cosquilleo en todo el cuerpo... de pronto me gira desesperado por sacarme el suéter de pijama, intento atraer su rostro para besarlo pero muy coqueto toma mis brazos colocándolos hacia arriba hasta comenzar a zafarme del suéter... mira mi sostén con atracción y las ganas de que me haga suya incrementan, lleva los labios hasta mi cuello y me hace perder cualquier voluntad con tanta fogosidad, me tiene dominada totalmente, mi respiración se alcelera a medida que pasa su aliento en toda mi piel. Logro sacarme esa estorbosa tela de mis brazos, me libero de su agarre y comienzo a casi arrancarle su camisa, me gusta escuchar sus gemidos en mi oído mientras muerdo el lóbulo de su oreja, es un hombre tan varonil... sus brazos tan fuertes y ancha espalda son capaces de derretir a cualquiera... ¡Me estremezco!

-Fernando -
Esta mujer es una Diosa... su cuerpo es hermoso comienzo a bajar mis labios por su pecho y ella me regresa a su boca donde me recibe con besos muy apasionados y profundos, pasa sus manos por mi espalda arañando con sus uñas y mi cuerpo comienza a reaccionar ante su erotismo... llega a mi pantalón y los baja sin pensarlo, yo la ayudo a que lo haga rápidamente... estoy extasiado y atontado por tanta perfección en una mujer, ahora la miro a los ojos y comienzo a bajar su pantalón de pijama, trago un poco de saliba, la veo en ropa interior y mi respiración se entrecorta, su cuerpo es capaz de noquear a cualquiera... llevo una mano a su pompa y la otra en la espalda girándola, quiero sentir su intimidad en mi erección... es una delicia tenerla sentada sobre mí.

Ella muere porque él siga recorriéndola con con sus manos y labios... él le desabrocha suavemente el sostén, su mirada llena de lujuria se posiciona en esa área, el corazón de ella late fuertemente... mientras él lo abre lentamente, ella une sus frentes mirándose a los ojos con tanto amor y deseo.

- Ana, ¿qué has hecho de mí? no tengo la voluntad de detenerme - le murmura en los labios sonriendo extasiado: - Eres tan bella mi amor - la besa con dulzura, Ella aún teniendo el sostén puesto, pero ya desabrochado lo abraza refugiándole la cabeza.

- Quédate conmigo para siempre... - él le susurra besando su escote, ella se estremece al acto.

- Yo no podría alejarme de ti nunca, el amor que te tengo ya no me cabe en el pecho y yo sólo quiero estar así contigo todos los días que me restan -susurra jadeante mientas cierra sus ojos, dejándose llevar por la maravillosa sensación que crean sus mordiscos en medio de su escote, mientras la despoja de las tiras de su sostén definitivamente.

- ¡ANA, ANA, ANA! - se escuchan golpes en la puerta, tensándolos a ambos con un frío recorriendo sus manos.

- Fernando, FERNANDO... son Fanny y Luz - susurra bajándose de inmediato de la cama, mientras se abrocha el sostén con nerviosismo y prisa un tanto torpe.

- Ana, Ana ya despierta - replica la pequeña impaciente de seis años al tocar la puerta.

- ¿¡Amor, qué hago!? - él susurra recogiendo toda su ropa.

Ana intenta carraspear para sacarse el nerviosismo de encima.

- ¡YA VOY!... - intenta modular su voz: - Ya me iba a bañar, un momento...

Ella toma a Fernando del brazo y lo guía hasta el baño: - ¡Entra ya y cierra la puerta!

Él la hala tomando su mano antes de que se de la media vuelta, la coloca contra el marco de la puerta: - Me encanta verte semidesnuda - acaricia su cintura descubierta con pertenencia: - Pero ponte esto hermosa... - le busca una bata de baño y se la avienta guiñándole un ojo.

. . .

- ¿Por qué tarda tanto, Fanny? - Luz re despega de la puerta impaciente.

- ¡Mis Niñas!... - Ana intenta que no logren ver bien el desorden de su cama: - ¿Ya desayunaron, se bañaron?

- Ana, ¿te pasa algo?... estas rara y así toda nerviosa... - cuestiona Fanny intrigada.

Ana presiona sus labios: - ¡Mmm! ¿YO? ¿Qué me pasa qué, tengo algo en la cara? - se tantea el rostro.

- Nada, no tienes nada... solo que bueno fuimos al comedor y no encontramos a nadie, por lo que veo se les pegaron las sábanas - mira la hora de su móvil: - Son casi las 9:00 a.m.

- Pero ya vamos Anita, quiero desayunar junto a ti... - dice la niña.

- Aunque fuimos por alguien y no lo encontramos...

- Mi papito ya se fue al trabajo - dice Luz.

Fernando escucha atento detrás de la puerta, ya tiene la camisa semi abrochada, el pantalón puesto y la correa sin ajustarse, se puso el saco y en sus manos carga: el gatito, su bufanda y la nueva chaqueta que le regaló Ana.

- Debe ser que sí está trabajando, ¿Fanny, me puedes hacer un favor? - la chica asiente: - Mientras me baño y me arreglo, llevas a tus hermanos a desayunar ¿Sí?... luego los alcanzo.

Fanny acepta, marchándose al acto.

- Ana, Ana ¿Ya? - susurra Fernando.

- Sí, sí amor ya sal... tendrás que inventarte una excusa para cuando bajes - lo atrae por las solapas de su saco, él la hace retroceder acorralándola contra el closet.

- ¿Sabes qué me duele amor? - ella niega, él sonríe y voltea a mirar a la cama: - Que aún no he podido terminar de demostrarte lo loco que me vuelves... - ella lo atrae más a su cuerpo jalando por su camisa.

- Cuando puedas demostrármelo, seré tuya para siempre... - lo besa apasionada.

Continuará...

***

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