Desafío Navidad ✅

❄️Día 21❄️

He tomado una decisión; hoy no voy a molestar a Grace. No le escribiré, no la llamaré y no le recordaré que tenemos algo pendiente. Esta vez lo dejaré por su lado, si mi madre tiene razón y ella siente algo por mí, lo más mínimo, tal vez se acerque ella misma.

Este día quedé de reunirme con Marcus y Sammy, saldremos a recrearnos —si así se le puede llamar cuando solo vas a salir sin tener ningún lugar en mente—. Es por eso que ahora estoy acomodando mi cabello en el espejo que hay en la cocina —mejor no pregunten porqué tenemos un espejo en la cocina—, está un poco largo, creo que es hora de un corte.

Escucho la puerta principal abrirse y en menos de un minuto mis amigos llegan a dónde estoy.

—¡Doggie!

Ruedo los ojos. —¿Qué hay, Marcus? —Me gustaría tener un apodo tan molesto para él como el que me dio, pero lo más lejos que he llegado es llamarlo "idiota".

Veo que Sammy alza una de sus cejas hacia mí. —¿Así que solo Marcus está aquí?

Río y me acerco para dejar un beso en su mejilla, luego sonrío viendo que trae puesto el abrigo que mi amigo le dio por su aniversario, fue mi idea.

» ¿No vas a felicitarme, Douglas? Voy a enojarme contigo si no lo haces.

Arrugo mis cejas hacia ella antes de mirar a mi amigo, quien tiene una sonrisa demasiado grande y se mueve sobre sus pies con nerviosismo. Regreso la mirada a Sammy.

—Mmm... ¿Feliz aniversario?

Ella rueda los ojos y ríe. —¿No le dijiste? —le pregunta a Marcus.

—Quería que fuera sorpresa —le responde este. Y yo estoy más perdido que una hormiga en un pajar.

—¿De qué me perdí?

De nuevo Sammy me mira sonriente y alza una de sus manos. —¿Te gusta mi anillo, Douglas?

Abro y cierro la boca repetidamente. ¡Vaya! Estoy realmente sorprendido, y a la vez enojado con Marcus por no decírmelo.

—¿Es el tipo de anillo que creo que es? —pregunto sin salir de mi sorpresa.

Marcus se acerca a Sammy y a abraza por detrás. —Vamos a casarnos, amigo —dice con evidente alegría.

—¡Joder! Felicidades amigo, y Sammy... Wow, estoy feliz por ustedes —río abrazándolos—. Espero ser uno de sus padrinos, me enojaré si eso no pasa.

—Yo iba a enojarme si no aceptabas serlo —dice Sammy, quien tiene los ojos un poco rojos.

—¿No es una broma, verdad? Porque si es una broma juro que voy a...

—Definitivamente no es una broma. Vamos a casarnos, no ahora, pero vamos a casarnos.

Estoy feliz por ellos, e impactado, secretamente siempre pensé que de los dos sería yo el primero en dar ese paso.

—De acuerdo, de acuerdo. Marcus y yo vamos a casarnos ¡Y vaya que estamos emocionados por eso! —empieza a decir Sammy—. Peeero, hoy es hoy y es hora de irnos a dónde sea que vayamos a ir, nos espera un grandioso día.

Dicho esto salimos de la cocina, pero somos interceptados en el pasillo. Alzo una ceja ante la imagen de mi hermanita vestida con un vestido corto, unos lentes, una gorra y una pequeña mochila.

—¡Voy, voy! —grita dando saltitos. Marcus ríe, cargándola.

—¿A dónde se supone que vas? —le pregunta.

—Con ustedes voy —afirma.

Paso una mano por mi cabello.

—No puedes venir con nosotros, Dana —le respondo—, y estamos en invierno, ¿Por qué vistes así? Está helado afuera.