❄️Día 17❄️

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—Ella me rechazó, mami —le cuento a mi madre, quien al ver que pasaban de las diez ha venido a despertarme y a la fuerza me ha hecho sacar el tema.

—Tal vez solo tenía que ir al baño —intenta, acariciando mi cabello.

Suelto un gruñido. —¡Te digo que luego me llamó! No mencionó nada sobre lo que le dije y solo me preguntó —me callo abruptamente, suspiro—, si seguíamos siendo amigos.

Hundo la cabeza en la almohada.

—Cariño, ella no solo te rechazó, debes intentarlo de nuevo —Intenta levantarme de la cama de la cama por décima vez, pero me resisto hasta que siento que se levanta. Ahogo un grito cuando prácticamente me arroja al piso—. ¡Ya basta! Yo no crío perdedores. Te he enseñado a pelear por lo que quieres y a conseguirlo. ¿Ella te rechazó a la primera? ¡Pues inténtalo de nuevo! ¿Tu plan no era conquistarla? ¿Quieres que caiga así por así a tus pies? ¡Conquístala, hijo! Ve y enamórala, que conozca el gran hombre que eres. Y por los platos sucios que si vuelves a decirme que te vas a rendir te desheredo.

Dicho esto último ella solo respira hondo, sonríe, me arroja un beso y sale de la habitación dejándome en el piso mirando con las cejas hundidas la puerta.

Uff... Mi mamá puede ser bastante intensa.

❄️❄️❄️

Tarde con Grace.

Hoy se le ocurrió que viniéramos al parque. Ella misma fue a buscarme y mamá me obligó a salir, yo no quería salir de mi habitación.

Y volvimos al principio. Tanto progreso para nada. Me siento como en el principio; la facilidad con la que había conseguido hablarle se esfumó, me siento nervioso a su lado.

Escucho que me dice algunas cosas de las que le ha dicho a sus primas con el fin de que "me acople" a ese comportamiento, que por cierto, si no me hubiera rechazado ayer lo habría hecho naturalmente, pues mientras la escucho creo que me está describiendo directamente a mí.

—Douglas, ¿Siquiera estás escuchándome?

Volteo a verla. —¿Ah? Oh, sí, te escucho, te escucho.

Ella alza una ceja. —¿Uh-hu? ¿Qué dije?

Ignoro su pregunta y pongo en marcha algo que se me acaba de ocurrir —también la ignoro porque hace como cinco minutos había dejado de escucharla—. Me planteo tres cosas: 1-Amo esta chica. 2-Dicen que la tercera es la vencida, ¿No? Y apenas era mi primer intento. 3-No quiero perder la herencia de mamá.

Tomo una larga respiración y giro todo mi cuerpo hacia ella. Me acerco a su rostro y levantando una mano sostengo un mechón rebelde de su cabello. —Me gusta mucho tu cabello, Grace.

Ella mira mi mano y luego alza su mirada hasta posarla en mis ojos. Pongo el mechón detrás de su oreja y "accidentalmente" rozo mi dedo en su mejilla.

Ella carraspea bajando la mirada. —Gracias —susurra.

Me acerco un poco más, mantenimiéndome también alerta sobre si causo alguna incomodidad, al notar que no parece molestarle continúo.

—También me gustan tus ojos —susurro, muy cerca de su rostro. Noto como su mirada baja hasta mis labios.

—Douglas... —dice, casi inaudible. Sonrío para mis adentros a la vez que me alejo. Ella sube la cabeza confundida.

—¿Eso es lo que debo hacer mañana?

Ahora me mira desconcertada.

—¿Ah?

Me encojo de hombros. —Hablaras de eso. De cómo debo actuar mañana como tu falso novio.

Cierra los ojos unos segundos y dice algo por lo bajo. —Ah, sí, por supuesto.

De acuerdo, creo que eso salió bien. Ahora estoy nervioso de nuevo. Tonto. Quiero invitarla a una cita de verdad.

Carraspeo suavemente antes de hablar. —¿Grace?

—¿Sí? —me responde en un murmullo, con la mirada en sus manos.

—¿Te gustaría cenar mañana en la mañana?

Ella alza la mirada. —¿Qué?

Aprieto los ojos y respiro realmente hondo.

—Quiero decir...que si te gustaría cenar mañana...en la noche...conmigo.

Abro los ojos cuando me doy cuenta que lo dije bien. Ella está mirándome y tiene la nariz arrugados.

—Okey —empieza—, mañana llegan mis primas y tengo que estar con ellas. Así que... Nop, mañana no puedo, Douglas. Lo siento.

—Olvidé ese pequeño detalle —digo, más para mí que para ella—. ¿Te parece el viernes?

—Eh, bueno...

—Ya, de acuerdo. Está bien —Alzo las manos en rendición—. Dejémoslo así.

—Douglas... —Su teléfono suena interrumpiéndola, ella lo toma e intercambia algunas palabras antes de colgar. Vuelve a mirarme—. Tengo que irme, mi mamá me necesita.

Grace juega con su teléfono en las manos. Le doy un asentamiento de cabeza, ella se levanta y se va sin más despedidas.

Paso ambas manos por mi pelo y suelto una bocanada de aire.

—¿Por qué, Dios, por qué? Una semana, solo una semana más —susurro para mí mismo.

Me levanto y camino las dos cuadras hasta mi casa a paso lento, sintiendo la nieve aplastarse debajo de mis botas.

Cuando llego lo primero que me encuentro es el desorden de Legos que tienen Blake y Dana justo detrás de la puerta.

Alzo una ceja. —¿No encontraron un lugar mejor para jugar?

En respuesta ambos ríen. Mi hermanita se levanta y abraza mis piernas, acaricio su cabello antes de continuar mi camino hasta la habitación.

Tengo que prepararme mentalmente para ser el novio falso de la chica que me rechazó de verdad, irónico, ¿No?

Desafío Navidad ✅ Donde viven las historias. Descúbrelo ahora