❄️Día 25❄️

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—¡Dou! —El grito de mi hermanita me despierta—. ¡Es Navidad! ¡Los regalos, sal, sal!

La escucho tocar la puerta impaciente, me levanto y apenas la abro un poco ella entra y salta sobre la cama.

—Cielos, ni siquiera has desayunado —río por lo bajo. Lavo mis dientes rápidamente y bajo con una impaciente Dana en mis brazos.

Los demás ya están esperándonos junto al árbol cuando Dana y yo nos sentamos junto a ellos.

—¡Regalo! —grita Dana con euforia haciendo reír a todos.

Mi papá le pasa uno pequeño. —Este es tuyo, cariño.

—Y este es para ti, bebé —me dice Marie, extendiéndome una caja grande, está pesada.

¿Quién dijo que después de los dieciocho ya no te dan regalos? 

Desprendo el papel fácilmente y abro la caja encontrándome con la última edición de Harry Potter, ¡Completa! Y también hay cinco muñecos coleccionables; Harry, Hermione, Ron, Dobby y Luna. ¡Y una pulsera con el escudo de Hogwarts!

—¿Te gustó?

—¡Lo amo! Gracias tía.

Ella sonríe y me guiña un ojo.

Dana deja salir un grito y cuando volteo la veo romper con euforia el papel de regalo. —¡Me encanta!

Saca una casa de Polly Pocket y entiendo porqué tan emocionada, no conozco una niña que ame más esa muñequita que Dana, tiene casi todos los juguetes y estuvo pidiendo esa casa todo el año.
Dana se levanta y corre a abrazar a mamá.

Más regalos van siendo abiertos y el piso se transforma rápidamente en un mar de papel de regalo. De acuerdo, tengo una colección de Harry Potter, tres pantalones nuevos, unos audífonos y algunos accesorios para mi auto. Sí, me fue bien en esta Navidad.

Una vez terminamos de limpiar el desorden nos reunimos en la cocina para tomar un rápido desayuno, tenemos muchas cosas que hacer hoy. ¡Es Navidad!

—¿A qué hora llegan los abuelos? —le pregunto a mamá.

—Ya llegaron, tu papá acaba de salir a buscarlos —responde Marie ya que mamá está bastante distraída tratando de acomodar el pavo antes de que papá regrese, igual todos sabemos que él se hará cargo.

Asiento y subo a mi habitación a alistarme. Tomo el teléfono de la mesita de noche; tengo varios mensajes de Marcus, Sammy y algunos más de mis ex compañeros de colegio, les contesto a todos y mi mirada involuntariamente va al chat sin notificación de Grace, vacío, no hay nada. No puedo evitar hacer una mueca, me gusta Grace, de verdad quería más de ella, ¡La amo, Dios! Y estoy intentando sentirme bien, pero me duele, me duele que haya rendido. Yo no lo hice, no esperaba que ella lo hiciera.

Pero a pesar de todo me he dispuesto a olvidarlo, voy a olvidar que todo esto pasó y simplemente disfrutaré de esta Navidad junto a mi familia; mis abuelos llegarán en cualquier momento y la verdad es que no quisiera estar en modo depresivo este día.

Después de un largo suspiro camino al baño y tomo una ducha de agua tibia de al menos veinte minutos. Me visto con el atuendo que he estado guardando toda una semana precisamente para este día y bajo nuevamente a la sala.

Estoy sentado en el sofá tomando un refresco cuando la puerta se abre y la voz de mi abuelo llega hasta mí.

—¡Llegó la Navidad de este hogar!

Me levanto y voy hacia ellos sonriendo. Por supuesto la abuela me recibe con un gran abrazo de oso y obliga a mi abuelo a unirse. Dana se une gritando.

Desafío Navidad ✅ Donde viven las historias. Descúbrelo ahora