❄️Día 19❄️

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De acuerdo, esta cita definitivamente no está yendo como la planeé.

Empecemos por el hecho de que en el lugar donde reservé no sé cómo rayos mi reservación no fue registrada y no nos quisieron dejar entrar por más que insistí. Razón por la cuál ahora estamos en un pequeño restaurante del pueblo compartiendo un rico chocolate caliente con galletas de avena.

Grace lleva toda la noche actuando y mirándome extraño.

Muerdo una galleta y entrecierro los ojos. —¿Qué te pasa?

Alza la mirada, más que enojada, luce adorable. —¿Por qué me invitaste a una cita justo ahora?

Me encojo de hombros y sonrío. —Te ves adorable cuando arrugas así la nariz.

Veo el atisbo de una sonrisa, pero al momento vuelve la expresión anterior.

—Pero ellas, hubiesen querido que esté allá con ellas...

—Pero estás aquí conmigo —señalo, interrumpiéndola—. Y quiero decirte algo, Grace.

Ella solo me observa, así que continúo.

» Tú, eres especial —empiezo—. Me siento atraído hacia ti desde hace un tiempo, la verdad. Pero ahora es diferente, Grace, he tenido la oportunidad de estar contigo por más tiempo, de conocerte mejor, y me encantaría poder seguir haciéndolo. Estoy enamorado de ti, Grace, estoy enamorado de toda tú, y esa es la única verdad.

Ella me observa con esos lindos ojos azules, agacha un poco la cabeza y creo que sonríe. —Eso es lindo.

Cuando alza la cabeza, tiene una pequeña sonrisa. ¿Debería tomarlo como una buena señal?

—¿Y bien..?

Ella abre la boca para decir algo y me inclino un poco sobre la mesa a la espectativa. Entonces un teléfono empieza a sonar. Corrección; mi teléfono empieza a sonar. Respiro realmente cuando el mostrador me presenta el nombre de mi madre. Que oportuna eres, mamá.

Tomo la llamada, que no dura ni un minuto y en ella solo me avisa que me necesita en casa justo ahora porque se le presentó una emergencia y tiene que salir con la tía Marie.

—Lo siento, Grace, tengo que irme —le aviso a la chica frente a mí—. Tenemos esta conversación pendiente, ¿Bien?

Ella asiente y me levanto de la mesa dejando el dinero sobre la servilleta, tampoco es que dejaré que pague ella. Salgo del restaurante solo, pues me dijo que se quedaría unos minutos.

Hago el camino a mi casa lo más rápido que puedo con cuidado de no tropezar con mis propios pies.

¡Genial! Mamá y tía Marie saldrán ¿Y yo? Pues de niñero de Dana... Y Blake.

❄️❄️❄️

Oh, al parecer hay una alegre pijamada en la casa de los vecinos, en la habitación de Grace precisamente. Pasan de las doce de la medianoche y en su cuarto las luces siguen encendidas.

Yo estoy en mi escritorio y como tienen las cortinas un poco corridas puedo verlas sentadas en el piso y parecer se están contando algo con mucha energía. ¿De qué estarán hablando? Cosas de chicas a lo mejor.

Termino de organizar los crayones en la caja y dejo el libro a un lado, así es gente, estaba coloreando, no me culpen, es relajante.

Regreso a mi acogedora cama y luego de acomodar las almohadas y conectar mi teléfono me acuesto.

Mañana tengo algo que resolver con Grace.

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