Capitulo 24: ES el BESO

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Mientras miramos el cielo, no decimos ni una sola palabra, no somos nada más que silencio y la suave brisa que nos acompaña en la despedida de la tarde.

De niña mis inseguridades fueron mis mejores enemigas y fieles acompañantes de mis miedos, siempre creí que nadie querría besarse conmigo, no solía ser una chica que hable con toda confianza con las personas, me gustaba ser una mujer de pocas palabras pero al encontrarme tan sola en casa y en la vida misma no me quedo más opción que ser más sociable, era por mi bien.

Cuando entre al colegio, todas mis compañeras recibían cartas de amor, y muchas en el primer mes ya tenían enamorados, yo nunca tuve eso, pero siendo sincera jamás esperaba algo como eso para mí sabía lo que quería, además de que siempre tuve sentimientos por Marcelo, era mi amor platónico y solo tenía ojos para él, de alguna forma eso me sirvió para no ilusionarme con los chicos del colegio, pero ahora que Marcelo está aquí, mi corazón corre peligro.

-¿Que tanto piensas? -me mira curioso

-Nada -miento

-Hemos crecido juntos, han pasado cinco años desde que me fui pero aun te conozco y se cuándo mientes -responde con confianza y esboza una sonrisa de suficiencia mientras coloca sus brazos detrás de la nuca.

-A ver, ¿Qué cosas conoces de mi desde que somos niños? -pregunto interesada en su respuesta.

-Primero amas mucho a Chucky y todas las películas de terror que existan, te gusta juzgarlas como si fueras jurado de los Óscars, reconoces a todos los actores, te gusta tomarle fotos a todo y las colocas en las paredes de tu habitación, de pequeña cuando querías llorar corrías al baño para verte en el espejo y saber de que ojo salia la primera lágrima porque creías en esa rara leyenda de que la primera lagrima que salga de unos de tus ojos puede significar alegría o tristeza -hace un leve suspiro -Te gusta volar las cometas y ver los atardeceres, no te importa el género de la música, solo disfrutas de las canciones, bailas cuando te sientes muy estresada y te gusta dar abrazos al corazón -sonríe con aire de grandeza -¿Estoy bien o me equivoco?

Me conoce mejor que mi madre.

Pero él no tiene por qué saber eso.

-Lo acepto me conoces muy bien, pero es obvio pasábamos mucho tiempo juntos -me encojo de hombros como si no tuviera mucha importancia para mí.

-Pasabas más tiempo en mi casa que en la tuya, está claro que ambos nos conoces muy bien.

-Los tres nos conocemos muy bien -le corrijo

Él pone mala cara.

-Si los tres -usa un tono de voz amargo

Miro atentamente el cielo esperando que aparezca por fin la estrella.

<<Te imaginas que hoy no salga ni una sola estrella, sería una patada a tus deseos de besarlo desde niña>>

Y sin más espera por fin una pequeña luz se deja notar en el cielo.

-Ahí esta -le digo mientras levanto mi dedo señalando la estrella.

El hijo del diablo perdió, punto para mí.

-¡Ayyyyyy hiciste trampa! -ataca

-Tu y yo sabemos que no hice trampa -le digo con tono de mama que tiene la razón

-Aunque el premio es lo mismo para los dos -recuerda

-El premio es lo de menos, te he ganado otra vez -respondo orgullosamente tratando de quitarle importancia al tema del beso.

-Eres mala, me quitas las ganas de darte el beso ¿Sabes? -finge un dolor mientras se coloca la mano en el pecho.

-El beso fue tu idea no la mía, a mí me va y me viene -me levanto y me dirijo a las escaleras para bajar a mi habitación.

-¿A dónde crees que vas? -frunce el ceño y coloca su cuerpo sobre sus codos.

-Está haciendo mucho frio, debemos bajar ya o nos enfermaremos -vuelvo a mentir

Cuando la palabra beso sale de su boca me da un hormigueo por todo el cuerpo y sé que es la emoción retenida de tantos años de deseo por el encuentro entre sus labios y los míos.

Mi sueño era que Marcelo sea mi primer beso, pero no lo fue y agradezco eso de alguna forma, mi primer beso fue con un tal Oliver en una apuesta que hubo en una de mis primeras fiestas y fue el peor beso que alguien pudo dar no lo digo yo lo dice nuestro querido Oliver, solo lo hice porque quería encajar con todas las personas y hacia todo lo que ellas hacían, estupideces.

-¿En serio? puedes abrigarte con la manta y quedarnos un rato más -suplica mientras pone ojitos de gatito tierno.

-Entonces quita tu trasero de la manta -camino en dirección hacia él.

Marcelo se levanta y toma la manta, cuando estoy cerca de él me la da y yo me la pongo como un abrigo y me abrazo el cuerpo.

Él se queda enfrente de mí, analizando cada facción de mi cara.

-¿Que tanto me ves? -pregunto tratando de no sonar nerviosa.

Se acerca peligrosamente hacia mí.

Toma uno de mis mechones rebeldes y lo coloca detrás de mí oreja, y yo trago grueso.

<<Noooooo, otra vez los murciélagos se están volviendo locos>>

Se acerca más a mi tanto que su frente está pegada a la mía, y nuestras miradas de encuentran.

<< ¿Sera que me besa?>>

Toma mis manos y las pone detrás de su espalda, un abrazo.

Pone sus manos en mis mejillas y hace una leve caricia, mientras destruye mi cordura. Con sus dedos roza mis labios y yo siento miles de cosquilleos por todo mi cuerpo.

-¿Quieres que te bese? -susurra

-Has lo que quieras hacer -dejo la decisión en sus manos.

-Está bien, el beso será para la próxima -sonríe de lado

<<Ay maldito>>

Me separo de él y lo único que logro hacer es caminar hacia las escaleras...hasta que el tira de mi mano y me acerca a el de un golpe.

- A la mierda todo no esperare a la próxima -me dice en tono desesperado

Y sin más me besa.

No soy una profesional en esto de los besos, pero su beso ES el BESO.

Después de tantos años deseando este beso, no se que hacer, pero Marcelo toma el control de todo y me acerca a el y yo lo tomo por el cuello, me abrazo a el. Y sin pensarlo mucho el beso fluye sin problemas.Por dios nuestros labios se mueven perfectamente, como si fueran una pieza que encaja con otra a la medida, al principio fue algo tímido pero después fue rudo y sensacional, diría que casi desesperado, y nos consumimos en el deseo de querer más.

Lo atraigo más a mí, no quiero que exista distancia alguna entre sus labios y los míos, he deseado este momento desde hace años y por fin se está cumpliendo. Muerdo levemente su labio inferior y el gruñe, el espacio que nos separa es mínimo pero él me abraza más contra él, es como si quisiera que nuestros cuerpo se fusionaran en uno solo y eso no me molesta en absoluto.

Pero de pronto el separa nuestros labios y la magia termina demasiado rápido para ser real.

-Bajemos -es lo único que dice separando nuestros cuerpos y alejandome de el.

<<Adiós a la pasión>>





























Besos en enero  [EN PROCESO]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora