Capitulo 26: Dimelo, y lo haré

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Nuestros pechos suben y bajan sin control, no puedo creerlo lo que está pasando. Sin darme cuenta Marcelo ahora está sobre mí, besando mi clavícula suavemente mientras sus manos acarician mi piel debajo de la camiseta, sus dedos rozan suavemente mi abdomen.

-Vamos arriba -le digo con la respiración acelerada y mi corazón a punto de salir de mi pecho.

-Vamos-responde con una sonrisa.

Nos levantamos del piso pero no dejamos de acariciarnos y besarnos. Llegamos torpemente a la sala, no deja de abrazarme y darme besos por el cuello. Sostengo su cara en mis manos y veo lo dilatadas que están sus pupilas y su mirada de deseo, vuelvo a besarlo suavemente y el gruñe.

Cuando por fin llegamos a mi cuarto él me deja caer sobre mi cama, me apoyo sobre mis codos para poder verlo mejor mientras se quita la camiseta rápidamente, su abdomen no es precisamente el de una persona que va al gimnasio pero no está nada mal se ve que ha entrenado, recorro mi lengua por mi labio inferior y él se echa sobre mi bajando hasta mis caderas levantando levemente mi camiseta hasta mis pechos, es una tortura todo vaya así de lento, pero debo disfrutar cada segundo, no todos los días el enemigo puede acariciarte de esa manera.

Cuando sus manos suben hasta mis pechos y sigue besando mi abdomen, doy un leve respingo del que él no se percata, coloco mis manos sobre sus manos y no puedo evitar arquear mi espalda.

-Está muy vulnerable para que pueda hacerte lo que quiera, ¿Sabes? -dice mientras jadea con sus manos aun sobre mis pechos -Dime, y lo haré -ronronea.

Trago grueso, yo quiero que me haga lo que quiera pero después de todo lo que se, lo de Ángel y Kael, los problemas que tiene con su familia es demasiado y las ideas invaden completamente mi mente.

-Alex ¿Estas ahí?-abanica su mano frente a mis ojos.

-Si... Me fui por un rato -suelto una sonrisa nerviosa.

-Si no quieres continuar te entiendo, no quiero obligarte a nada -me mira preocupado y deja de tocar mis pechos.

-Bésame quiero eso -lo atraigo hacia mí y lo beso con mucha intensidad.

Entrelazo mis muslos en su cadera.

-Alex ¿Quieres que tengamos sexo? - pregunta, sus labios se ven hinchados.

-Si -respondo con seguridad -Pero tienes que tener cuidado -añado.

-Jamás te haría daño en el sexo.

-Así me gusta -murmuro con una sonrisa.

-¿Puedo quitarte la camiseta? -usa un tono de voz nervioso.

<< ¿Marcelo nervioso?>>

-No vamos a tener sexo vestidos -burlo.

Tomo sus manos y hago que tomen la camiseta y la levanten.

Mis pechos quedan expuestos ante sus ojos, su mirada es completo deseo.

Da pequeños besos por los bordes del sujetador, yo tomo los mechones de su cabello y los entrelazo en mis dedos uniéndolo más contra mi pecho.

Para y se levanta de la cama bajándose los pantalones quedando solo en bóxer.

<< ¿Cómo carajos terminamos así? Que alguien me explique, por favor>>

Puedo notar el bulto que se forma bajo la tela de la única prenda que lo cubre, se vuelve a echar sobre la cama.

Me abraza y suelta los broches del sujetador con mucha facilidad, desliza los tirantes por mis brazos y mi parte de arriba queda completamente desnuda ante sus ojos.

Masajea uno de mis pechos y lo besa, yo por dentro estoy que me derrito por el calor que desprenden nuestros cuerpos.

-¿Tienes condón? -pregunto con mucha dificultad, muy nerviosa.

Levanta su mirada.

-No soy el típico chico que va por la vida con un condón en la mano -sonríe.

-Pues yo no tengo un condón, y sin condón no pienso hacer nada.

-¿Kevin no tiene uno? -pregunta haciendo una mueca.

-No creo, pero podemos buscar.

Y así terminamos semidesnudos en la habitación donde a veces duerme Kevin, buscando un condón para poder realizar por fin el acto.

Pero no encontramos nada.

Maldecimos en voz baja.

-¿Y ahora qué? -pregunta poniendo sus manos como jarras.












Besos en enero  [EN PROCESO]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora