Capítulo 30: Lo había olvidado

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Dos semanas desde que no se absolutamente nada de él, no vino ni siquiera a clases, solo se fue sin más.

- ¿Sería mala idea ir a su casa? -pregunte a Kevin mientras recogía las botellas de lejía que usaríamos para limpiar la piscina.

Hoy era sábado Kevin y yo trabajamos todo el día limpiando las piscinas de las familias adineradas que no sabían cuidar los espacios de sus casas.

-Es mala idea -respondió saliendo la piscina llena de moho alcanzando una manguera para limpiar las paredes verdes.

-Se suponía que tenías que decirme que, si era buena idea, yo sé que él es una bestia, pero faltar a clases dos semanas, estoy segura de que algo paso -le dije caminando hacia el grifo para abrirlo y que el agua pueda fluir por la manguera que estaba conectada.

-Escúchame Alex, lo que el haga o deje de hacer no debe ser tema tuyo ya ha demostrado muchas veces que nada le va o le viene lo que suceda con los demás solo piensa en sí mismo, es un egoísta y tu una pobre chica que piensa en cómo ayudarlo, lo que el necesita es que alguien le diga las cosas como son y créeme que tú eres la persona menos indicada para hacerlo, estas tan embobada con el que buscas mil y un excusas sobre lo que hace.

-Auch -fue lo único que pude decir tenía razón, pero sus palabras exactamente no iban dirigidas a mí, lo conocía muy bien él nunca me hablaba de esa forma, algo había pasado- Hablaste con Madison ¿Verdad? -agregué.

Lo único que hizo fue caminar hacia el inicio de la piscina donde estaban las pequeñas gradas celestes en forma de círculos descendentes.

Di un salto para poder entrar en la piscina por lo torpe que soy me resbalé y caí en la parte más sucia.

-Mierda -masculle por lo bajo levantándome y viendo la mancha gigante que tenía en el pantalón del mameluco blanco que llevaba puesto.

Kevin volteo hacia mi dando sonantes carcajadas por mi desastre.

-No te rías -amenace caminando hacia él.

-Alex no quiero hablar de eso ahora -dijo colocando sus manos detrás de la nuca.

-Cuéntamelo ya -le dije poniéndome en frente de él mostrándole lo sería que estaba respecto al tema.

Bajo su mirada hacia mí con gesto de niño que había sido descubierto y debía decirle la verdad a su madre.

-Hable con ella ayer, nos encontramos en el parque de la esquina de tu casa- menciono dando un gran suspiro cansado -No sé qué me hizo para estar así de mal por ella que aún tiene ese efecto en mi-su voz sonó decaída y triste.

-Yo sí sé que te dio, agua de calzón es lo más seguro -bromee para quitar presión a la conversación, pero el no mostró ni una pequeña sonrisa.

El tema de Madison siempre pone mal a Kevin la verdad es que no esperaba que ellos volvieran a hablar después de todo lo que paso.

-Hablamos de lo que paso entre ella y su engaño, como jugo con mis sentimientos, fue como abrir más la herida que creí que estaba sanando, no sabes cuantas ganas de gritarle tuve hasta que lloro desesperadamente, trate de consolarla, no podía ni hablar estaba muy alterada solo pude abrazarla y limpiarle las lágrimas, me dolía verla en ese estado, fue raro como si una parte de mi tuviera satisfacción de ver sus sufrimiento y estaba la otra parte que sentía un dolor por no poder hacer nada para que ella se sintiera mejor- hizo una larga pausa sentándose sobre la última grada, la única que estaba completamente limpia -Está embarazada, Cristopher no quiere hacerse cargo del niño y yo me ofrecí para ayudarla en todo, hacerme cargo de ella y él bebe -concluyo tapándose el rostro con las manos.

Besos en enero  [EN PROCESO]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora