Capítulo 31: ¿Puedo dormir contigo?

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Quede boquiabierta ¿Cómo sabía que había hablado con Ángel?

-Ahora no dices nada -rio amargamente frente a mis ojos.

- El me lo conto porque quiso, no porque yo se lo haya pedido. Existe una gran diferencia, Marcelo -dije volviendo a mi posición seria y segura.

Se mordió los labios mirando hacia la puerta de su habitación.

- ¿Ahora sientes pena por mí? -pregunto sin mirarme

- No

- No te creo

-Si no quieres creerme es tu problema, yo te estoy diciendo la verdad -me encogí de hombros

- Me sacas de mis casillas -chillo alejándose de mi colocándose las manos sobre la nuca y subiendo a la cabeza.

Era verdad que siempre hacia eso con él, pero ambos nos sacábamos de quicio cuando queríamos.

-Entiendo que no querías que sepa todo lo que paso si quieres hablar del tema lo hablaremos, pero si no así será, ahora no pienso juzgarte ni darte algún sermón no vine para eso -baje la mirada - ¿Por qué has faltado dos semanas al colegio? -pregunte con algo de miedo, pero no se notó en mi voz.

-Esa no es la pregunta que tenias para mi -apoyo su espalda a la pared colocando sus manos en los bolsillos de su pantalón.

Si que me conocía, esa no era la pregunta que tenia desde el primer día que falto a clases, la pregunta era sobre lo que paso entre los dos.

Me mordí el labio inferior.

- ¿Por qué no me respondiste las llamadas y mensajes? -articule la pregunta después de tenerla en la mente como dos semanas.

- Ese día llegue a casa y encontré a Ángel esperándome en la sala me hizo un interrogatorio sobre donde había estado y con quien, me limite a los hechos decir tu nombre y la maqueta luego me dijo para hablar sobre un tema importante me conto sobre su conversación, como es de esperarse me enoje con él, pero más contigo -seguía mirando el suelo.

- ¿Por qué conmigo? -me senté en su cama

-Porque creí que tuvimos sexo solo porque sentías lastima por mi -bajo la voz que casi no lo escucho.

Empecé a reír acostándome en su cama.

- ¿Por qué te ríes? – pregunto sorprendido acercándose a la cama.

- Tuve sexo por primera vez contigo solo por lastima -burlé entre risas.

Lo que decía era algo tan absurdo, que me parecía increíble que haya pensado eso. Perder mi virginidad con el solo por ¿pena?

-Ya deja de reírte -pidió mirándome.

- Es que no puedo -intenté calmarme, pero solo conseguí reírme más.

Se acostó a mi lado en la cama. Nuestros quedaron a la misma altura, nos teníamos muy cerca, me puse de costado, el hizo lo mismo.

-Lo que paso entre nosotros ese día fue porque yo quería hacerlo contigo -acaricie su rostro con mis dedos y el cerro los ojos.

La tensión del momento había terminado tan rápido como comenzó.

Pego mas su cuerpo al mío, eliminando el espacio que nos separaba.

Hundió su cabeza en mi pecho, abrace su cuerpo. Era totalmente mágico que estemos en esa posición, sentía como el apegaba más su rostro como buscando consuelo daba largas inspiraciones como si estuviera muy cansado agotado de todo, lo abrace más fuerte quería que sintiera que estaba con él, que podía confiar en mí, hacia pequeños círculos en su espalda con las yemas de mis dedos para relajarlo ya que los músculos se veían muy tensos y rígidos como si esperara algún golpe.

No podía creer como él había pensado eso, era muy ridículo para mí, pero para el no, el orgullo que tenia Marcelo superaba el promedio mundial, y nadie mas que yo lo sabía, cuando Ángel me conto lo que pasaron durante esos años admito que me sentí mal pero no por Marcelo sino por todos los integrantes de su familia, habían tenido problema tras problema.

No nos alejamos en ningún momento, no sabía qué hora era, pero sentía que ya era de noche. Marcelo se había quedado dormido, no quería despertarlo porque sabía que él tenía el sueño muy frágil además me tenia entre sus brazos y se me hacia casi imposible dar un pequeño movimiento.

Apoye un costado de mi rostro sobre su cabeza, estaba cansada y en unos cuantos minutos estaba igual de dormida que él.

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-Alex -escuche entre sueños mientras alguien daba toques en mi brazo -Despierta-continuo la voz con insistencia.

-No quiero -dije molesta apartando el dedo que me estaba punzando aún tenía los ojos cerrados.

Unas manos jalaron de mi para sentar mi cuerpo adormecido mi cabeza cayo para atrás haciendo que de un pequeño salto. Quien me estaba despertando era Marcelo.

- ¿Qué hora es? -pregunte pestañeando varias veces para poder despertarme completamente.

- Son casi las doce -susurro

Aun estaba adormitada pero mi cerebro proceso la información de que primero no estaba en mi casa segundo ya era muy tarde como para irme a mi casa.

-Tengo que irme -bostece.

Marcelo agarraba de mis muñecas para mantenerme sentada, pero al verme tan cansada con cuidado fue dejando caer mi cuerpo de nuevo en la cama.

Se acostó a mi lado, apoyo su cara sobre su mano mirándome.

-Tienes que preguntar -dijo sonriendo.

- ¿Qué tengo que preguntar? -inquirí

-Si puedes dormir en mi casa, en mi cama conmigo -expreso con sonrisa lobulosa.

- ¿Tengo que hacerlo? -dije con flojera

Exhale rendida.

- ¿Puedo dormir contigo? -ladee mi cabeza para verlo.

-No

-Bueno tendré que irme -fingí tristeza levantándome.

Pero antes de poder salir de la cama Marcelo jalo de mi cuerpo.

-Era broma -menciono besando mi mejilla.-Claro que quiero que duermas conmigo-.

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⏰ Última actualización: Oct 22, 2021 ⏰

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