Capítulo 29: ¿Crees que solo quiso jugar conmigo?

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Contar la verdad, jamás pensé que se sintiera tan bien poder decir la verdad, hasta que me sentí mal por ocultarla. Mar aun acariciaba mi cabello con lentitud mientras yo sentí los parpados pesados y me iba quedando profundamente dormida abrazada a su torso.

-Alex -susurro a mi oído -Tengo que irme, mi mama estará preocupada y se asustara mucho si no llego a casa a dormir -informo levantándose con cuidado de la cama.

-Esta bien -logre responder de mala gana estirando mis brazos dejándolo ir.

Suponía que no serian mas de las once de la noche cuando él se fue, había sido un día lleno de sorpresas que no sabia como procesar todo lo sucedido, primero hicimos la maqueta del corazón pero termine encima de Marcelo haciéndole cosquillas seguidamente nos besamos, subimos a tropezones a mi cuarto terminando teniendo sexo, yo por primera vez, mi primera experiencia sexual había sido con el cómo podía procesar eso mi cerebro, era demasiado, antes estaba mal por no decirle la verdad pero ahora después de lo que hablamos me siento completamente feliz, las ilusiones que de niña tuve con él, mi yo adolescente las pudo cumplir no podía pedirle mas a esta vida y a la siguiente.

Aun agotada por todo termine por quedarme dormida con una gran sonrisa y el pecho inflado de felicidad.

***
Lunes

Como era posible que mi semana de descanso podía haber pasado tan rápido, y lo peor de todo era que casi ni la disfrute descansado, pase los demás días sin Marcelo avanzando el informe del concurso, de Marcelo no sabia ni pio y no sabia como sentirme al respecto, no me respondía los mensajes ni llamadas, era como si la tierra se lo hubiera tragado y escupido en otra galaxia, era eso o que el me estaba evitando a toda costa y de ser así me sentiría increíblemente mal, pero prefería tener esperanzas de que no era la última opción.

- ¿Cómo te sientes? -pregunto Kevin pasando su brazo sobre mi hombro.

Kevin y yo siempre nos contamos todo, es como una ley de amigos que nos pase algo y que debamos contarnos lo que paso, pero no estoy segura que deba contarle lo de mi primera vez con Marcelo y mas que el desgraciado ni me respondía un mensaje.
-Bien -mentí evitando mirarlo a los ojos.

Subimos las gradas camino hacia la clase de matemática, odia que fuera lunes y que nos tocara mates, era doble tortura en un solo día.

Entramos aceleradamente a la clase debido a que toco la sirena informando que ya comenzaban las clases.

-Pero miren quien vino hoy -grito el profesor mas pesado de todos acercándose a donde me encontraba.

Me limite en darle una sonrisa fingida alejándome del profesor para poder ir a mi carpeta, que de paso Marcelo aún no había llegado o quizás no vendría.

-Señorita Madrid ¿Cómo estuvo su semana estando de vaga en su casa? -pregunto haciendo que me sintiera incomoda por cómo me miraba.

- ¿Bien? -respondía, aunque parecía más una pregunta.
Sin darle mucha atención al profesor me senté en mi silla sacando a la vez de mi mochila mis cuadernos.

La clase fue a paso de tortuga, casi ni preste atención estaba enfocada en la puerta con las esperanzas de que el engendro entrara a la clase, pero no paso.

Cuando termino la tortura todos fuimos al quiosco a comer algo, después de matemáticas todos estábamos hechos trisas y no por la materia sino por el profesor, no exagero era una aberración a todo lo bueno que existía en el mundo.

-Ya me contaras que te pasa -se giro para estar delante de mi cruzando sus brazos adoptando postura firme.
- ¿Qué me pasa? -repetí la oración de Kevin.

-Si, que te pasa, en toda la clase no prestaste atención a la clase tu mirada estaba fija durante las dos largas horas en la puerta, es Marcelo ¿Verdad? -informo.

Siempre me sentía agradecida de tener a Kevin, que era el amigo que sabia todo y me conocía mejor que la palma de su mano, pero hoy prefería que el no tuviera ese don sobre mí. Sabía que no podía ocultarle la verdad y era mejor decirla ya.

-Tengo que contarte algo -me acerque a el tomando sus manos liberándolas del cruce que tenía.

- ¿Qué paso? -su semblante cambio de serio a preocupado en un segundo.

-Te contare -musite dando un suspiro.
Le conté todo, cada detalle para que el pudiera entender todo a la mejor precisión de mi relato, como si hubiera estado ahí presente en las escenas. Su cara cambiaba constantemente de gestos desde sorpresa, tristeza incluso llego a enojo.

-Y así fue como sucedió todo, ahora no se nada de él, lo he llamado, mandado mensajes perdiendo lo poco de dignidad que tenia -termine dejando caer mis brazos sobre mis piernas.

-Es demasiada información para que mi cerebro procese una respuesta -dijo colocando su mano sobre su frente y luego frotándose las cienes.

-Me siento mejor por contártelo, sabes pensé que desde ese día las cosas cambiarían o mejorarían, pero el se va, así como si nada y me deja como la tonta que soy por aun tener esperanzas en el como si pudiera cumplir con mis expectativas, y es que ese es el problema que tengo expectativas sobre el en base a lo que yo haría, pero el jamás las cumplirá soy culpable por creer que las cosas cambiaran solo por lo que paso-relamí mis labios mostrando mi clara frustración.

-Escúchame, lo que paso entre ustedes y sobre todo para ti fue algo muy especial, pero seamos realistas Marcelo es una persona impredecible no sabemos como actuara al día siguiente, Alex mereces mas que un chico que no sabe lo que quiere o que hacer con su vida -argumento con toda la razón del mundo.

No sabía que pensar, nuestra historia empezaba a tener forma, pero parecía que tan rápido como comenzó estaba terminando. No quería salvar a Mar, pero quería mostrarle que estaba para el sea lo que fuere, y mas con todo lo que me conto Ángel, todo era un lio en mi cabeza, una vocecita me decía déjalo, es su problema no el tuyo, y la otra vocecita me decía que podía ayudarlo y que el sintiera que podía contar conmigo.

-Ven -alargo sus brazos para abrazarme -Hermana estas hecha un desastre -y lo abrace más fuerte.

-Es que no entiendo lo que le pasa, un día esta en su mejor versión como un chico comprensible y otro como un verdadero patán, es que me va a volver loca ¿Crees que solo quiso jugar conmigo? -pregunte colocando mi cara a un lado de su pecho.

-Quiero pensar que no, porque si es así te aseguro que en 3 segundos ni el mismo reconocería su cara por la paliza que le mandaría -dijo dando un beso sobre mi cabello.

Besos en enero  [EN PROCESO]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora