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feliz 14, por una relación como la de Dai y Baji :)

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—Necesito probarlos.

—¿A qué cosa?

—Tus lentes, no voy a dejar de molestarte en todo el camino hasta que me prestes tus lentes.

—Te vas a marear, Baji.

—Oh, vamos, ¡por favor, no seas mala!

Baji y Dai se encontraban caminando hasta la casa de la pelinegra, él se ofreció nuevamente a acompañarla hasta allí como lo buen amigo que es para que no se sienta sola, luego de un día tan agotador de clases.

Desde que fueron a la escuela Baji estuvo molestando en todo el día a Dai solo por sus nuevos lentes. Le había puesto tantos apodos que deseaba olvidarse de todos ellos en esa misma noche para ir a dormir, uno de los tantos apodos eran; nerd, futurista, miope, cuatro ojos, anteojuda, la que ve el futuro, parabrisas, Milhouse, ojos al cuadrado; son demasiados apodos que le había colocado. Ni los dedos de sus dos manos alcanzaban para contar cada apodo.

Pero de todos esos apodos él prefiere decirle miope, mientras que ella prefiere que la llamé por su nombre que, no era tan difícil de decir, eran solo 3 simples palabras.

«Si hubiera sabido que él me iba a poner millones de apodos por estos lentes entonces no hubiese venido a la escuela» pensó Dai.

Su propia madre debía estar decepcionada. No había pensado 9 meses por nada para ponerle “Dai” a su hija para que la terminen llamando “Miope”.

—Vamos, Harry Puter, yo sé que me los quieres prestar.

—Es Harry Potter, Baji —suspiró—. Es el único apodo que te perdono.

—¡Es lo mismo!

—Si te los presto, ¿me dejarás de molestarme? —lo fulminé con la mirada.

—No.

—Baji —gruñó.

—Está bien, está bien, me gusta cuando te enojas —rió.

Extendió su mano con los lentes y él los agarró para luego ponérselos, la forma en como miraba alrededor le hacía gracia a Dai, pero a la vez indignada. Parecía un extraterrestre recién llegando a la tierra por la forma en que observaba cada cosa; o un bebé recién nacido que no entiende nada, o un estadounidense llegando a Japón viendo que no somos China y que Tokio no es la única ciudad que existe.

—¡Wow, puedes ver el futuro con esto!

—Si, y en el futuro puedo ver como te ponen los cuernos, idiota.

Recibió un empujón de Baji, y Dai obviamente se largó a reír. Le dió igual, para ella se lo merecía por todos apodos que él le puso. El pelinegro también se rió un poco  y así estuvieron en toda la caminata hasta llegar a la casa de Dai.

—Recuerdo cuando quemamos en auto —sonrió.

—Espero que nadie nos haya visto —dijo algo asustada.

—Tenemos que hacerlo una vez más, ¿qué dices eh?

—¡MEJOR OTRO DÍA!

El pelinegro se rió ante la exclamación y paranoia de Dai. Los ojos de ella brillaron al ver la sonrisa del mayor, era tan linda y lo hacía ver muy atractivo.

—¿Qué pasa? ¿Tengo algo en la cara? —Baji se dió cuenta que lo estaba mirando.

«Aparte de mis lentes, una gran encanto»

—Nada, olvídalo.

Ambos ya estaban al frente de la puerta de la casa de Dai, los dos se pusieron en frente de cada uno, el único ruido que había era el del viento que llevaba algunas hojas secas y flores de los árboles, el cabello de cada uno lo soplaba el viento, solamente que a él si se lo vé bien, o eso pensaba Dai; él se sacó los lentes, se acercó hacia su rostro –bastante cerca– y le colocó de nuevo sus lentes al rostro de Dai. La altura de la pelinegra no era baja, pero tampoco muy alta, pero al lado de Baji se notaba mucho la diferencia de altura que había.

Estuvieron haciendo contacto visual por unos minutos, largos minutos, ninguno de los dos sacaba su mirada del otro. Era como si estuvieran hipnotizados por el otro, o así se sentían.

Acomodó su cabello detrás de su oreja y sus mejillas volvieron a ponerse rosas.

—O-oye.

—¿Si?

—La semana que viene comenzamos los exámenes, y justo el miércoles tenemos que rendir matemáticas, quería saber si tú y yo podemos... estudiar juntos —dijo en casi un susurro lo último.

La forma en la como le decía parecía que le estaba proponiendo a salir con él.

—Claro —sonreí.

—Y quería saber si también...

—¿Hum?

—Perdón, es que nunca le pedí esto a una chica y a casi ninguna otra persona —suspiró—. Si puedo quedarme a dormir...

Su cara se volvió más roja de lo inusual y trató de taparse con su cabello. No habría razón por la cual él deba ponerse vergonzoso al pedir eso, él y ella ya habían entrado en confianza, no había ningún problema en que él pida algo así y así como también él no debe avergonzarse de quedarse a dormir en la casa de una amiga.

«A veces pienso que los hombres son raros, muchos juzgan a personas de su mismo género por cosas totalmente absurdas: si tienes una amiga con la cual eres muy cariñosa, te gusta o eres muy raro; si tienes un amigo con la cual eres muy cariñoso, eres gay; si te gusta el rosa eres muy femenino; si te gusta otro estilo de música diferente tienes gustos de una “mujer”. Y eso pasa lo mismo con las mujeres» reflexionó Dai.

Todos nos juzgamos entre todos y no nos damos cuenta el verdadero mal que hacemos.

—¡Claro que sí! Puedes venir el martes después de la escuela, estudiamos juntos y hacemos lo que queramos, solo tengo que consultarlo con mí papá.

—¿Entonces si puedo?

—Si, no debes ponerte tímido por eso, nerd falso —rió Dai.

Baji sonrió.

—Esta vez prometo traer comida como lo prometí la otra vez —mencionó—. A menos que quieras quemar autos conmigo...

—¿Tú mamá dejará que te quedes aquí?

—Dai, mí mamá te ama más que a mí, que soy su propio hijo.

Rieron.

—Creo que debo irme, no quiero preocupar tampoco a mí mamá.

—Está bien, nos vemos, Baji.

Le dió una última y de sus mejores sonrisas y movió sus manos como despedida para luego irse a su hogar, mientras que Dai estaba ahí, aún afuera viéndolo como se iba y desparece en cada paso que hacía.

«Y aquí es donde me doy cuenta que aprendí otras cosas de Baji:
•Su cabello es hermoso.
•Es encantador.
•Su pasatiempo favorito es quemar autos.

Y por último: logró fácilmente que sienta una confusión de sentimientos por él»

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cambié la portada porq la otra ya no me gustaba :b

no soy buena haciendo portadas pero bueno, uno hace lo q puede.


PD: gracias por todo el apoyo, les beso las nalgas.

𝐅𝐀𝐊𝐄 𝐍𝐄𝐑𝐃 | keisuke baji.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora