𝐅𝐀𝐊𝐄 𝐍𝐄𝐑𝐃 | keisuke baji.

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Podría decirse que la relación entre Baji y Dai cada vez se ponía mejor, y los dos eran consientes de eso. A pesar de haber cumplido recién los 6 meses, habían guardado momentos y recuerdos que nunca en su vida iban querer olvidarse.

Dai conoció a Emma, la hermana de Mikey gracias a una carrera de motocicletas organizado por la misma pandilla que pertenecía Baji. Desde ese momento ambas se volvieron muy amigas, tanto que ya hasta tenían una gran confianza con la otra para poder contar cualquier cosa.

Fue a la playa con Baji, sintiendo celos por aquel cabello tan lindo que tenía y ni siquiera se le despeinaba. Hicieron castillos del mar, jugaron a las sirenas y armaron pulseras con hilos y caracoles.

Fue a un parque de diversiones en pleno otoño con el pelinegro que, a consecuencias de salir en un clima tan frío, terminaron resfriados. Pero bueno, las risas no faltaron.

Baji comenzó a ser muy fan de Harry Potter por influencia de Dai, hasta parecía mucho más fan que ella. Era muy capaz de preguntarle a cualquier persona no su nombre, sinó su casa de Hogwarts, y ahí depende si le caes bien o no.

Quemaron un auto juntos. Si, muy romántico.

El padre de Dai conoció a Baji y, a pesar de que lo estuvo mirando con una cara asesina al novio de su hija, fue todo un éxito, hasta ya lo consideraba parte de la familia.

El hermano de Dai quería más a Baji que a su propia hermana.

Bailaron en medio de la lluvia y volvieron a estar resfriados.

Cocinaron un pastel juntos. Se quemó pero al menos estuvo hecho con amor.

Pasaron sus cumpleaños juntos.

Miraron los atardeceres todos los domingos.

Tomaban gaseosa viendo fuegos artificiales en el techo del departamento de la casa de Baji.

Son tantas cosas que hicieron que ni siquiera con los dedos de la mano pueden alcanzar a contarlas. Habían sido meses inolvidables para Baji y Dai, y eso les gustaba, pasar tiempo juntos mientras podían. Querían disfrutar el tiempo con el otro porque son lo más preciado que tienen, querían valorarse y amarse como debe ser. Tal vez por eso se autollamaron “La mejor pareja del mundo mundial universal galáctico”. No era el mejor nombre del mundo pero podían llegar a discusiones si tenían que hablar de nuevo del nombre.

Los dos eran muy competitivos.

Dai volvía de la escuela en el horario de siempre. Estaba cansada debido a que la escuela había dejado mucha más tarea de lo normal. Llegó a su casa y vió a su padre sentado en la cocina con la mirada fija en ella. Se sorprendió el que su padre haya vuelto tan temprano del trabajo a la casa, sabiendo perfectamente que lo explotan todos los días, todo el día.

—Hola pa ¿Qué haces aquí tan temprano? Siempre llegas a la noche, y muy cansado. ¿Pasó algo en el trabajo?

—Quiero hablarte sobre algo...

Aquella palabra le causaba un gran miedo a Dai, y eso que ni siquiera sabía qué había pasado.

Se sentó al lado de su padre y este suspiró.

—Nosotros prometimos que no íbamos a ocultarnos nada ¿Verdad?

—Si.

—Pues pienso cumplir con mí palabra —agarró la mano de Dai—. Escucha, hija, en estos meses no he estado trabajando mucho en el hospital debido a que...me ofrecieron una oferta.

—¿Oferta? Espera, ¿no estabas trabajando?

—Si lo hacía, pero a la noche me encargaba de hacer otras cosas sobre aquella oferta que me han propuesto. Un día en el hospital, a la noche, estaba muy exhausto, demasiado cansado de todo, de toda la situación, tanto físico como mentalmente, quería dejarlo todo; hubo un señor que se acercó a mí, estaba de traje y parecía que buscaba a alguien y era a mí, me pidió que nos juntemos en tal lugar a charlas sobre ciertas cosas que quería hablarme. Aunque sospeché de aquel hombre, fui y nos reunimos en un bar.