To The Lake.

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[Pasado: Hace 4 meses]

Hoy era. Mi cuerpo no dejaba de sentir escalofríos con cada hora de la madrugada que veía pasar en mi reloj, ni siquiera tuve la valentía de dormir un poco. Me la pasaba pensando toda la noche en el plan que había hecho Connor...

Había escogido este día, porque sabía que la escuela estaría cerrada por el aniversario, ninguna persona se podría dar cuenta de lo que pueda suceder por estar pasándola bien en el campo. Y peor aún, el equipo regalaría un partido para conmemorar los años que a triunfado la escuela en su deporte.

Pensé tantas opciones para no ir, pero todas terminaban con un "Él me encontrará a donde quiera que vaya" no mentiré que por unos instantes pensé que así debían ser las cosas para que me dejara en paz. Pero me di cuenta que no tenía ningún motivo para tener que vivir con eso el resto de mi vida. Tendría que haber otra solución menos aceptar lo que tanto tiempo me a atormentado.

Y conociendo ahora lo suficientemente a Aidan, tampoco lo permitiría aún si tenga que darlo todo para mantenerme a salvo.

Está mañana tocaron la puerta de mi habitación. Seguía recostada, abrazado una almohada mientras que me perdía en un punto fijo de la pared y con un murmuro casi nulo, le dije que pasara ya que lo más probable era que se tratase de mi mamá con un desayuno o pidiéndome ayuda con algo que necesitase.

Pero era Aidan con un pedazo de tarta. Esto había sido su pase para que lo dejaran subir hasta aquí "como obsequio de agradecimiento por haber ido a la fiesta de la señora Gallagher" - Te gustará, quien la preparó dio su mejor esfuerzo para que quedara perfecta...

Incluso volver a verlo, ya empezaba a ser una sensación cosquillosa y los latidos se aceleraban conforme venía hacia a mi - Llegó el día... - confesé con miedo al verlo cerrar la puerta

Dejó lo que tenía en sus manos en la mesa de noche y se sentó en una esquina de la cama, tomé su mano por inercia para apoyarla bajo mi mejilla; estaba fría por venir de afuera, sintiendo poco a poco como yo la ponía cálida con mi tacto. - No temas... Cumpliré lo que dije en el cobertizo ¿lo recuerdas? - con su otra mano movió los mechones sueltos de mi cabello.

Asentí al escuchar su voz en mi mente «Entonces haré que dejes de sentirla» toda emoción negativa que me invadía, siempre se esforzaba por disiparla y llenarme de emociones emotivas y significativas. Al grado de terminar enamorada de él inesperadamente, pero no sería posible hacerlo real, aún cuando estando a su lado se vuelve más fácil respirar, sonreír... Prácticamente vivir.

Tras el silencio, se estiró sin zafarse de mi agarre y me puso la tarta enfrente de mi - ¿Quién la preparó en realidad? - sonreí un poco más expresiva mientras me sentaba.

-Yo...

Lo miré - ¿Entonces puedo culparte por dejar un pedazo diminuto de cáscara de huevo en mi tarta? - reí.

-¿Cáscara? - se sorprendió al entregársela en la palma de su mano - Bueno, no siempre se puede ser perfecto en la cocina... - titubeo revisándola por si había más.

-Cómela conmigo - la dejé en medio de nosotros y con la cuchara que venía pegada a la tapa, le dejé que comiera primero pero solo escuché su negación.