To The Lake.

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[Actualidad]

La detective trataba de juntar cada detalle que de mi boca salía y cuando algo no tornaba a como ella se lo esperaba, hacia una mueca y por alguna razón me hacía creer que lo que yo viví, siempre estuvo mal contado.

Pero la verdad era que nadie más que yo podía justificarlo.

- ¿Cuánto tiempo volvieron a hablar del tema? O más bien, volverse unidos como antes.

- Nunca volvimos a ser unidos como antes. Cuando el lazo que tienes con esa persona ocurre algo que lo cambia todo; aunque intenten volver a la normalidad...- suspiré- ya no será lo mismo. Porque la grieta estará ahí, y el recuerdo de lo que se sufrió también.

- Entonces... ¿esa vez fue la última vez que hablaste de cerca con Aidan?

Me quedé con la mirada fija en la mesa escuchando de fondo cada movimiento de las manecillas.

Tic

Tac

Tic

Tac...

[Pasado: Hace 1 mes]

En la escuela éramos totalmente desconocidos que se conocían como ningún otro. No nos mirábamos, no nos hablábamos, ni siquiera chocábamos en los pasillos.

No sé qué haya hecho él o en qué momento llegaba, que al cerrar yo mi casillero, él apenas iba llegando a la escuela. Nuestros movimientos por primera vez eran tan desiguales que en verdad parecía que en nuestras vidas, habíamos hablado.

A excepción de las clases, seguíamos sentados en el mismo lugar de siempre, a diferencia de que creábamos una pared invisible que nos impedía ver al otro y preguntarse si estaba bien.

Cada día llegaba sin ánimos a casa, un día tras otro se hacía el doble de cansado. Comía para aparentar que todo estaba bien, inventaba de nuevo momentos que obviamente no pasaban en mi día y cuando llegaba el turno del tema de Aidan... Solo suspiraba y decía que habíamos quedado en buenos términos, siendo solamente amigos...

No creo que podamos siquiera llamarnos amigos... o conocidos.

Hacía tarea, me daba una ducha y dormía. Hacía tarea, me daba una ducha y dormía. Todo tan repetitivo que mi cuerpo lo había captado como una rutina nueva que a mi mamá quizá le empezó a preocupar por el semblante que demostraba.

Así que una tarde, ella me obligó a ir al centro comercial para ayudarle con cosas que hacían falta en la casa.

- Cámbiate que me acompañarás a comprar unas cosas - abrió mi puerta asomando solamente su cabeza.

- Jamás me llevas ¿Por qué ahora si lo haces?

- Porque quiero que me acompañes esta vez, y no lo negociaré más. - la cerró y no tuve opción que ponerme solo una sudadera y un pantalón de tela.

Al bajar, me sujeté el cabello con una coleta baja y con un suspiró frustrado, le sonreí sarcásticamente y salimos de la casa. En todo el camino parecía que era una persona loca hablando sola; solo asentía o negaba con la cabeza lo que me preguntaba.