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|Ultimos 2 capítulos|

Richard.

El sol empezó a caer notándose unas pocas de estrellas ya en el cielo. Decidí cambiarme por algo mas cómodo antes de irme a la casa de los Gallagher, no quería hacerles recordar el motivo por el que estaban así, solo les iba a dar las respuestas que calmarían su dolor...

- No tardaré demasiado, mamá. - Avisé mientras me terminaba de abrochar mi sudadera.

- Está bien, cariño, te esperaremos para cenar.

Asentí con una sonrisa de lado y cerré la puerta al salir por completo. Estaba consiente de lo que había hecho para que ellos pagaran por el daño que ocasionaron por mucho tiempo atras, y tambien el dolor que les causé a las personas mas cercanas, pero si mi corazón se hubiera ablandado y me hubiera hecho hablar lo que prometí jamás decir, quizá la victoria que tengo ahora, no la hubiera tenido en mi vida.

Y debía poner un alto en definitiva.

Al llegar, miré por la ventana y vi a la pareja abrazados entre si, consolandose el uno al otro mientras que ella sostenía un marco con seguramente una foto de Aidan pegada a su pecho.

Así que inspiré hondo y toque dos veces a la puerta, con la esperanza de que me recibieran.

Pocos minutos tardé afuera cuando se escuchó girar la manija y el padre de Aidan me adentró a la cálida casa que antes era; ahora no era mas que un hogar frío y con recuerdos llenos de dolor y arrepentimiento.

- ¿Qué necesitas, hija? - Dijo la señora Gallagher, reacomodándose en el sofá al estarse limpiando las lagrimas.

- Vengo a... - Tragué en seco.

Ambos achicaron sus ojos a la espera mía. - La razón por la que estoy aquí, es porque les tengo que decir la verdad de todo esto...

Ellos se asombraron y no dudaron en ponerme toda su atención - ¿Qué quieres decir con eso?

Tomé asiento y no tardé mucho en sentir como mis manos se habían puesto heladas quizá por el miedo o los nervios.

- Lo que escucharon de mis testimonios grabados... Al principio fue todo verdad, pero tuve que modificar la historia por el bien de él y mío y de todos los que alguna vez fueron victimas de esos cuatro chicos... - Mi pierna empezó a temblar - lo que en verdad pasó aquella noche fue que al adentrarme a los arboles, encontré su chaqueta con las cosas que dije en el interrogatorio y al llegar a la orilla, el ultimo fuego artificial que habían lanzado al cielo, alumbró la mitad del lago, haciendo que notara una cosa extraña sujetada por algo en el fondo.

Ni siquiera podía verles las caras, mis ojos se postraron al suelo mientras mis manos jugaban entre si contándoles totalmente la verdad - No dudé en meterme y sumergirme para ver de que se trataba, y fue cuando con toda la fuerza que jamás en la vida tendré otra vez, lo saqué del agua y al verle la cara, descubrí que era Aidan... - La señora Gallagher cubrió su boca asombrada de lo que había escuchado.

- Su cuerpo... su rostro estaban totalmente golpeados y con sangre, no sentía su respiración ni veía que su pecho se elevara, así que empecé a reanimarlo y darle respiración boca a boca por tantas veces que ni siquiera pude contarlas - Los miré y seguían sin creer lo que les estaba contando - Llegué a un punto donde me rendí... Pero no podía perderlo... Y fue cuando seguí y seguí hasta que lo escuché toser sacando el agua de sus pulmones por su boca, pero siguió inmóvil por las heridas que aún tenía.

ambos se pusieron de pie y se abrazaron soltando un suspiro de alivio - traté de ponerlo de pie y pasé su brazo por mis hombros hasta que salimos por el otro lado del lago... Estábamos solos en la carretera, no había autos que pasaran, ni a quien llamar - Mi respiración se había privado tras estar aguantando el llanto, pero ya había sido fuerte por muchos días y necesitaba sacar lo que en verdad sentía por haber vivido esto.

To The Lake.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora