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[Actualidad]

-Parecía todo como un cuento de hadas - suspiré - Creo que tener algo con Aidan, era lo más sano que había tenido en mi vida; Todos, absolutamente todos los días siempre llegaba y encontraba notas en mi casillero, a él no lo importaba cuantos enemigos tuviera detrás, siempre estaba feliz a mi lado y por muy extraño que suene... Me hacía sentir protegida, a pesar de saber que Connor en cada pasillo nos acechaba.

-¿Ese mes fue como un respiro para ambos?

-Ese mes... fue como estar en el centro del tornado que estábamos viviendo. Donde todo era estable, sentíamos nuestras vidas devuelta, sin preocupaciones ni temores.

-¿Y por qué Connor dejó pasar un mes sin hacer ningún movimiento? No tiene sentido si dices que los acechaba, no por nada vigilas a una persona.

Siempre que tenía oportunidad, la detective tensaba la cuerda al grado de hacerme creer que mi verdadera versión era contradictoria.

-En ese tiempo no tenía idea, solo éramos dos chicos que tratábamos de llevar la mejor vida posible juntos. Pero como lo dije «Solo estábamos en medio del tornado » Todo tiene un porqué y un para que, y tarde me di cuenta del porqué hacía eso Connor y el para que necesitaba que nosotros creyéramos que esto se había acabado, cuando apenas era el comienzo.

-Te escucho. - chasqueó sus dedos sin despegar su mirada de mi, para que su compañero tomara nota de lo que se avecinaba como "El inicio del plan"

[Pasado: Hace 3 meses]
(Ultimo día de abril)

Como toda mañana, al abrir mi casillero estaba una nota "Buen día, mi chica de la flor...". Por más que intentara ocultar una sonrisa, mis comisuras se extendían y me hacían sonreír repitiendo una y otra vez lo escrito. Jamás he descifrado el como aparecen las notas si casi todos los días, soy la primera en llegar...

Sentí un beso en mi mejilla y al girarme, por el otro lado sentí su mano acomodándome el cabello detrás de mi oreja, al volverme a girar por completo lo vi con hojas de árbol en su cabello sonriéndome de oreja a oreja - Ahora si eres de nuevo mi chica de la flor... - tenté mi oreja y al sacármela, era otra margarita blanca.

-¿Dónde la conseguiste? Y ¿Por qué traes hojas de árbol por todo tu cabello despeinado? - Reí sacudiéndolo y a su vez, peinándolo como el acostumbraba hacerlo.

-Una historia larga, mi mamá se dio cuenta que la anterior vez había arrancado una de sus flores y esta vez traté de hacerlo a escondidas, pero me descubrió y para que no me alcanzara, corrí brincando los arbustos, pero me tropecé y caí y luego giré y después ella se rió de mi y yo seguí corriendo hasta llegar aquí trayendo sana y salva tu flor - se había quedado sin aire y yo sin cerebro por razonar todo lo que me dijo en menos de cinco segundos.

-Entiendo... - me la volví a poner - gracias por traerme esta flor - besé la punta de sus labios - Y ya no brinques arbustos o la próxima no solo será tu mamá persiguiéndote - reí haciéndole gracia igual.

-No importaría si la recompensa sería verte sonrojada con una flor en tu ojera - me guiñó dirigiéndose a su casillero.

Era inevitable no sonrojarme por todo lo que él hacía por verme sonreír, incluso me había acostumbrado a sentir el calor en mi cara cuando se acercaba lo suficiente a mi para ponerme nerviosa.

To The Lake.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora