🥀Only You🥀 KooKGi🥀

🥀09🥀

 Jungkook

Llegue a casa después de sacar a pasear a Shooky, justo a tiempo antes de que la lluvia se hiciera más fuerte al entrar al edificio me recibió Yeong Hwan el portero.

— ¡Señor Jungkook hasta que ha llegado! — Exclamo.

— ¿Llegó algún paquete?

— No podría decir que se trata de un paquete, un ebrio me pidió que abriera su apartamento porque olvido las lleves pero como usted no me aviso que tendría visitas, no le abrí. — No pude evitar pensar de inmediato en Namjoon siempre que pelea con Jin se embriaga y termina haciendo esta clase de numeritos.

— Dejo algún recado antes de irse.

— No señor Jeon, en realidad nunca se marchó.

— ¿Entonces en dónde está?

— En la oficina, me amenazo con quitarse la ropa si no lo dejaba entrar y cuando comenzó a quitarse la ropa, solo lo empuje dentro de la oficina y cerré la puerta con seguro

— Hiciste bien, podrías abrir la puerta.

— Sí señor. — Yeong Hwan de inmediato abrió la puerta. — Tendré que cargar a mi amigo podrías ayudarme con Shooky. — Dije extendiendo la correa.

Grande fue mi sorpresa cuando en lugar de encontrar a Namjoon encontré a Suga recostado en el piso durmiendo sobre parte de su ropa como un bebe, su camisa a medio sacar y su pantalón abierto demostró la verdad del relato de Yeong Hwan.

Con cuidado levante a Suga del piso y en mis brazos lo saque de la oficina para caminar al elevador, Yeong Hwan se adelantó para abrir mi apartamento, sin pensarlo mucho lleve a Suga hasta mi recamara y lo recosté sobre mi cama.

— Gracias por ayudarme, puedes volver a tu trabajo.

— Bien señor Jungkook, si necesita algo no dude en decirme.

Una vez que Yeong Hwan se fue camine directamente a la ducha, sin apresurarme quite todo el sudor de mi cuerpo y una vez limpio me seque para ponerme el pijama.

Al regresar a la habitación reí al ver la postura de Suga en la cama, había extendido sus brazos y una pierna mientras que la otra estaba contorsionada de una manera extraña y a mi parecer era dolorosa.

— Shooky esta noche dormiremos en el sofá. — Dije a mi cachorro y el sin pensarlo dio un salto en la cama acurrucándose con Suga. — Esta bien traidor, quédate con él, te prometo que la próxima semana te cambio por un gato.

Ya acomodado en el sofá no me tomo más de veinte minutos lograr dormir, sin en cambio el gusto no me duro mucho puesto que un peso extraño se situó sobre mi cadera.

— Deberías estar durmiendo. — Murmure. — Haz bebido demasiado.

— Shhh... No te muevas. — Suga bajo unos cuantos centímetros para poder bajar mi pantalón. —Eres tan grande. — Gimió mientras se penetraba con mi miembro.

— Ahhh... Estas ebrio... mmm. — Lo tome por la cadera para agilizar los movimientos.

Suga se dejó caer hacia mi pecho para adueñarse de mis labios, sus besos eran agresivos pero a la vez excitantes, su lengua jugaba con la mía.

Pasamos un par de minutos en la misma posición hasta que logramos corrernos, abrace su delgado cuerpo hasta que volvió a quedarse dormido.

Unas horas más tarde cuando desperté ya no tenía a Suga entre mis brazos y una extraña punzada ataco mi pecho.